Misterios
12/12/2017 (12:16 CET) Actualizado: 06/11/2018 (18:56 CET)

Buscan evidencias extraterrestres en un asteroide interestelar

Oumuamua es el nombre del asteroide rocoso y metálico que, desde el espacio, ha venido a visitar nuestro sistema. Los científicos quieren investigarlo. Si tiene procedencia inteligente, ¿para qué está aquí? Hawking sospechó de su hostilidad. Sergio Basi.

12/12/2017 (12:16 CET) Actualizado: 06/11/2018 (18:56 CET)
Buscan evidencias extraterrestres en un asteroide interestelar
Buscan evidencias extraterrestres en un asteroide interestelar

Los astrónomos se disponen a usar uno de los telescopios más potentes del mundo para analizar un objeto misterioso que está cruzando el sistema solar a gran velocidad. Están dispuestos a hallar en él signos de tecnología alienígena. 

El telescopio de Green Bank, en Virginia, será utilizado para tratar de escuchar señales de radio que puedan tener como procedencia este extraño asteroide con forma de cigarro que se descubrió en nuestro sistema, por sorpresa, este octubre. Se trata del primer asteroide hallado en nuestro sistema solar que provenga del exterior, es rocoso y metálico y mide entre unos 400 y 800 metros de longitud; fue bautizado como Oumuamua, que del hawaino significa "mensajero de lejos que llega primero". 

El diario El País nos ilustra con un vídeo sus características y nos muestra la trayectoria que ha ido siguiendo en nuestro Sistema Solar:

 

Un cienfífico del SETI, proyecto de búsqueda de vida inteligente extraterrestre, en sus declaraciones, destacó lo muy "curioso que resulta que el primer asteroide del espacio exterior que vemos en nuestro sistema tenga esta forma", y es que es indudable que la forma de cigarro ya la hemos visto en anteriores ocasiones en nuestra bóveda celeste y en forma de ovnis, tal y como el vídeo que a continuación adjuntamos muestra: 

 

Según se observó, el asteroide provenía de la dirección Vega, la estrella más brillante de la constelación Lyra. De este modo se puede decir que proviene del espacio interestelar y, cabe añadir, que es ahí a donde se dirige de nuevo. Antes de que  vaya demasiado lejos-el cuerpo ya se encuentra el doble de lejos que el sol-, los científicos más aventurados se han propuesto cazarlo con el fin de analizarlo, dado que podría aportar muchísima información del sistema del que procede.

La caza consistiría en enviar una nave a reconocerlo, pues para el científico que dirige la campaña, "descubrir evidencias de que no estamos solos es tan grande porque supone responder a una de las preguntas fundamentales".

No obstante, nada más lejos de la realidad.  El objeto de las estrellas viaja a 26 kms por segundo. Ni siquiera un ambicioso plan de la Royal Society de Londres para explorar el espacio y hallar vida extraterrestre como el del Proyecto Starshot, de Breakthrough Initiatives, de más de 100 millones de dólares e impulsado por el mismísimo Stephen Hawking, tendría la posibilidad de alcanzar esta proeza. Como dice el diario The Guardian, "ninguna misión en la historia de la exploración espacial se ha desplazado tan rápido, Voyager 1 es el objeto más rápido construido por el hombre y apenas llega a los dos tercios de esa velocidad". 

 

 

Así pues, por ahora no van a poder ser muy fructíferos los análisis a este asteroide y, por tanto, demostrar la existencia de vida extraterrestre vuelve a ser un mero horizonte a seguir, nada plausible por ahora. Hasta el propio Stephen Hawking declaró hace menos de un mes que si halláramos inteligencia extraterrestre habría que tener mucho cuidado, "el resultado podría ser como cuando Colón llegó a América, lo cual no resultó bien para los nativos". Quizás es mejor así, aunque aseguran que este no es el primer ni el último asteroide interestelar que atraviesa nuestro sistema de modo que seguro habrá más ocasiones. 

 

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