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17/08/2022 (13:30 CET) Actualizado: 17/08/2022 (17:48 CET)

La Santa que fue víctima de un rito satánico

El Papa Francisco firmó un decreto para beatificar a una monja italiana asesinada en el año 2000 víctima de un rito satánico

17/08/2022 (13:30 CET) Actualizado: 17/08/2022 (17:48 CET)
El Papa Francisco condenó el ocultismo
El Papa Francisco condenó el ocultismo

Una beatificación no es algo demasiado novedoso en el seno de la Iglesia católica, aunque sí un proceso lento y arduo que requiere de testigos y de supuestos «milagros», paso previo y necesario para el de la santidad. Sin embargo, la beatificación autorizada por el papa Francisco I en junio de 2020 y cuya ceremonia tuvo lugar en Chiavenna el 6 de junio de 2021 llamó la atención no solo de los fieles sino del mundo entero, y ello principalmente a causa de la brutal forma en que murió la figura escogida: en el marco de un espeluznante ritual satánico.

El caso conmocionó a Italia. Era el 6 de junio del año 2000 cuando sor María Laura Mainetti, religiosa y profesora de la Congregación de las Hijas de la Cruz, Hermanas de San Andrés, y superiora de la Comunidad de Chiavenna, que trabajaba además ayudando a jóvenes desempleados y con adicciones, salió con prisa del convento tras recibir la llamada de una tal Erica, una adolescente que llorando le imploraba ayuda: estaba –decía– embarazada y había sido víctima de malos tratos.

Tras acudir engañada a una llamada de auxilio, sor María Laura Mainetti fue brutalmente asesinada

Mainetti acudió presta, pero todo era una trampa. Quien le había hecho la llamada era Milena (que usó el nombre falso de Erica), que estaba acompañada por dos amigas de la localidad, Ambra y Verónica, y quienes dieron a la religiosa la dirección de la Via Poatengo, una callejuela oscura cercana a un parque frecuentado por toxicómanos y prostitutas. Cuando llegó ante ellas, la obligaron a arrodillarse y la golpearon brutalmente. Después, le asestaron 19 puñaladas que le causaron la muerte. Cuenta la crónica de aquel suceso que, antes de morir, pidió a Dios perdón por sus tres asesinas.

En su declaración, las asesinas confesaron haber perpetrado el crimen en el marco de un ritual satánico

sor María Laura Mainetti
Sor María Laura Mainetti

PACTO DE SANGRE CON EL DIABLO

Una vez detenidas, las jóvenes afirmaron que eran «adoradoras del diablo» y que habían realizado el crimen en el marco de un ritual satánico tras un pacto de sangre con el príncipe de las tinieblas. Afirmaron que lo hicieron para «rendir homenaje a la potencia de Satanás» y que habían seleccionado a sor Laura simplemente porque era «delgadita» y por ello más fácil de doblegar, aunque confesaron que en un principio pensaron en un sacerdote o un religioso varón. Las asesinas se propusieron apuñalar seis veces cada una a un representante de la iglesia, para componer con su sangre «el número de la Bestia» (666), además, en el día 6 del mes sexto del nuevo milenio como tributo a Satán: sumarían 18 puñaladas. Sin embargo, asestaron una puñalada más a Sor María, 19, precisamente la que le produjo la muerte. Sus nombres eran Ambra Gianasso, Verónica Pietrobelli y Milena De Giambattista, todas entre los 16 y los 17 años en el momento del crimen. En 2003 fueron finalmente condenadas: Ambra a 12 años y 14 meses de prisión y sus cómplices a ocho años y medio.

Hoy, aquellas jóvenes ávidas de sangre han cumplido sus condenas y se encuentran en libertad. Una de ellas es madre. El perdón de sor Laura, mientras se hallaba moribunda y ensangrentada, y las brutales circunstancias de su muerte, alega la Iglesia, hacen de ella una figura ejemplar. Por ello, el 19 de junio de 2020 el papa Francisco firmó el decreto que declara a la monja mártir porque fue asesinada «por odio a la Fe».

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