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09/07/2024 (08:00 CET) Actualizado: 09/07/2024 (08:00 CET)

Astrofísicos estudian el mecanismo de Anticitera

Nuevas pruebas a uno de los componentes del mecanismo de Anticitera sugieren que probablemente se utilizó para rastrear el año lunar griego

Josep Guijarro

Periodista y escritor

09/07/2024 (08:00 CET) Actualizado: 09/07/2024 (08:00 CET)
Rayos X a la esfera frontal del mecanismo de Anticitera
Rayos X a la esfera frontal del mecanismo de Anticitera

Utilizando técnicas avanzadas desarrolladas originalmente para el análisis de ondas gravitacionales, astrónomos de la Universidad de Glasgow han arrojado nuevos e interesantes datos sobre uno de los más famosos ooparts (acrónimo de Artefacto fuera de contexto, por sus siglas en inglés): La máquina de Anticitera.

El mecanismo de Anticitera fue descubierto en abril del año 1900 por pescadores de esponjas que buceaban frente a las costas de esta pequeña isla situada al sur del Peloponeso y al noroeste de Creta. Se hallaba entre los restos de un naufragio que se había producido en el 60 a.C.  Estatuas, cerámicas, monedas y otros artefactos fueron enviados al Museo Arqueológico Nacional de Atenas para su análisis y almacenamiento. Fue allí donde, dos años más tarde, el arqueólogo Valerios Stais se dio cuenta de que una de las piezas tenía un engranaje incrustado. El artefacto en cuestión, tenía 33 cm. de altura, 17 de ancho y 9 de profundidad, como una caja de zapatos. El equipo del museo empezó a unir las piezas más obvias del mecanismo que, pese a todo, pasaría inadvertido hasta los años 50 cuando -por fin- captó la atención del especialista Derek John de Solla Price que lo describió como un gran reloj astronómico, o una moderna computadora analógica que utiliza elementos mecánicos para no tener que realizar cálculos tediosos.

El mecanismo de AnticiteraLos 32 rumbos
El mecanismo de Anticitera Los 32 rumbos

En efecto, hoy todos admiten que este complejo dispositivo contiene una serie intrincada de engranajes que permitían a los antiguos griegos predecir eclipses y calcular posiciones astronómicas con una precisión sorprendente para su época.

Hace cuatro años, el YouTuber Chris Budiselic, que intentaba replicar el mecanismo, realizó una serie de radiografías que revelaron la existencia de una serie de agujeros distribuidos uniformemente alrededor de lo que denominó “anillo de calendario de esfera frontal”. Se cree que estos agujeros se utilizaban para alinear rotacionalmente el calendario y su número ha resultado crucial para interpretar la función del anillo.

Según revela el estudio publicado en el Horological Journal por Graham Woan, el anillo calendario contenía 354 o 355 agujeros, una cifra que corresponde al calendario lunar griego.

Estos agujeros concuerdan con un calendario lunar
Estos agujeros concuerdan con un calendario lunar

Llegó a esta cifra tras emplear dos técnicas estadísticas avanzadas: el análisis bayesiano y los métodos de Monte Carlo de cadena de Markov. Estos cálculos proporcionaron un conjunto probabilístico que sugería que el anillo probablemente contenía 354 o 355 agujeros en un círculo de radio 77,1 mm, con una incertidumbre de aproximadamente 1/3 mm.

Simultáneamente, el Dr. Joseph Bayley del Instituto de Investigación Gravitacional de la Universidad de Glasgow, aplicó técnicas usadas para analizar las señales de los detectores de ondas gravitacionales LIGO. Estas técnicas, utilizadas para medir las minúsculas ondulaciones en el espacio-tiempo causadas por eventos astronómicos masivos, fueron adaptadas para estudiar el anillo calendario del mecanismo de Anticitera.

Los agujeros del anillo de calendario están posicionados con una precisión excepcional

El análisis conjunto de Woan y Bayley ha demostrado que los agujeros están posicionados con una precisión excepcional. Presentan una variación radial promedio de solo 0.028 mm entre cada agujero, lo que destaca la increíble destreza de los artesanos griegos del siglo I a.C.

Las técnicas duales que aplicamos aumentan enormemente la probabilidad de que el anillo calendario siguiera el calendario lunar, explicó Bayley. Este trabajo me ha dado una nueva apreciación por el mecanismo de Anticitera y la habilidad meticulosa requerida para su fabricación.

El profesor Woan concluyó: Es fascinante que técnicas modernas utilizadas para estudiar el universo nos permitan entender mejor un dispositivo que ayudó a los antiguos a seguir el movimiento de los cielos. Esperamos que nuestros hallazgos profundicen la comprensión de cómo se construyó y utilizó este notable mecanismo.

Sobre el autor
Josep Guijarro

Josep Guijarro es reportero de prensa, radio y televisión, además de autor de varios libros entre los que cabe destacar El tesoro oculto de los templarios, Aliens Ancestrales o Coincidencias Imposibles. Es documentalista de la serie Extraterrestres (DMAX) y forma parte de los programas El Colegio Invisible y La Rosa de los Vientos, ambos en Onda Cero.

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