Lugares mágicos
19/04/2021 (16:41 CET) Actualizado: 31/05/2021 (12:30 CET)

El Santo Astronauta de Aralar (Navarra)

¿Un santo con escafandra? Constituye el caso más insólito de una imagen extraña a la que se dedica el altar de una ermita.

Divulgador

19/04/2021 (16:41 CET) Actualizado: 31/05/2021 (12:30 CET)
El santo 'astronauta' de Aralar.
El santo 'astronauta' de Aralar.

“Recuerdo que la primera vez que me tropecé con ella, no pude por menos que asociarla inmediatamente a todo el cúmulo de fenómenos OVNI que se han dado por los alrededores, porque se da el caso de que la imagen, en lugar de rostro, luce una perfecta escafandra que cualquiera podría identificar con las que cubren sus cabezas, al decir de los testigos, muchos de los presuntos ovninautas. Sin duda habría hecho las delicias alucinadas de más de un investigador obsesionado por la supuesta realidad del fenómeno”. Así describía al Santo de Aralar, Juan G. Atienza (1930-2011) en su imprescindible Guía de la España Mágica (1981).

2) Santuario de San Miguel de Aralar.
Santuario de San Miguel de Aralar (Foto: Toni Granada)

UNA ROMERIA AL REVÉS… PARA UN SANTO SINGULAR

Desde que, a comienzos de los años ochenta, Juan G. Atienza identificara su parecido con uno de esos ufonautas que se manifestaban frente a los testigos que protagonizaban un encuentro en la tercera fase, no han faltado quienes han argumentado que, antes que un santo, nos encontramos ante la representación de un extraterrestre. Aunque todo esto importa más bien poco –por no decir nada– a los miles de feligreses que depositan su fe en este santo de imagen singular…

A esta imagen se le atribuyen cualidades mágicas y curativas

Porque a esta imagen se le atribuyen propiedades taumatúrgicas que van desde el incremento de la fertilidad –demanda exigible a casi cualquier santo de nuestra geografía– hasta el alivio de las jaquecas. Sobre esto último la tradición milagrera se remonta nada menos que a finales del siglo XI, cuando la ermita todavía no se desperezaba de sus cimientos –su construcción debió comenzar el primer tercio de ese siglo, sobre los vestigios de un templo prerrománico anterior que había sido devorado por las llamas– y hasta ella acudía el rey Pedro I de Aragón y Navarra (1068-1104). Se cuenta en el Liber miraculorum Sancti Emiliani (siglo XIII) atribuido al monje Fernando Garciez de San Millán de la Cogolla (La Rioja) que, quedándose el monarca dormido en el camino, despertó liberado de los insoportables dolores que atenazaban su cabeza.

Es a partir de la Pascua de Resurrección cuando el santo abandona su altar, en el santuario de San Miguel in Excelsis, para iniciar lo que se ha bautizado como una “romería al revés”: en lugar de ser los feligreses quienes acuden hasta la ermita a honrar al santo, es su efigie la que, durante toda la primavera, emprende el primero de sus peregrinajes. A lo largo del año serán cinco las salidas que hilvanen los cuatro meses en los que el santo recorrerá los casi los 272 municipios que integran la Comunidad Foral de Navarra. En todos los pueblos, el santo en procesión realiza el “saludo” a la cruz parroquial: se dice que ambas imágenes “se besan”. Luego, después de asperjar con un hisopo de agua bendita los cuatro puntos cardinales, el sacerdote permite que la comitiva de feligreses desfile frente a la efigie para besarlo y recibir así su bendición.

3) Romería de San Miguel de Aralar, recorriendo el centro de Pamplona.
Romería de San Miguel de Aralar, recorriendo el centro de Pamplona (Foto Toni Granada)

¿UN SANTO PARA LA UFOLOGÍA?   

Sin pretensión de desinflar las fantasías de quienes, cansados de mirar al cielo tratando de ver OVNIs se conforman ahora con ver representaciones de alienígenas en la imaginería religiosa; la imagen del “santo con escafandra” nada se identifica con pretendidos “ovninautas”. La pretendida escafandra es en realidad un relicario de plata realizado en 1756 –obra del platero José de Yabar y que sería remodelada posteriormente en 1797–, que abriga en su interior los restos de una antigua imagen, tallada en madera, que ya mostraba signos de deterioro como consecuencia de los robos y mutilaciones que habría sufrido con el paso del tiempo. Sin embargo, los enigmas en torno al “santo astronauta” no terminan aquí…

A partir de mediados del siglo XVIII, sobre la “escafandra” –léase ahora relicario– descansa una cruz portando un lignum crucis –madera procedente de un ciprés rojo y que habría formado parte de la cruz de Cristo– traído durante la conquista de Jerusalén por el infante Ramiro de Navarra en el año 1099. Recientemente, en junio de 2017 y con motivo de una restauración a la que fue sometida la imagen, los medios de comunicación –que siempre hay que leer con sano escepticismo– publicaron el resultado de un supuesto análisis de este fragmento que habría arrojado una antigüedad de dos mil años… ¡coincidente con el calvario de Jesús! ¿Es el “santo de la escafandra” portador de una de las reliquias más importantes del cristianismo? Quién sabe…

Sobre el autor

Viajero infatigable que no necesita salir de España para descubrir lugares misteriosos.

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