Lugares mágicos
22/11/2011 (09:18 CET)
Actualizado: 06/11/2014 (09:58 CET)
Malta, la isla del inframundo
ENIGMASUn hipogeo es un sepulcro subterráneo en forma abovedada, eso es al menos lo que nos diría cualquier diccionario, pero el de Hal Saflieni, situado en la localidad maltesa de Paola -que recibe su nombre por el gran maestre de Malta Antoine de Paul-, rompe los esquemas a los arqueólogos y está considerado como uno de los más intrigantes no solo de Malta sino del mundo entero.
Por de pronto, su antigüedad se cifra en unos 5.600 años aproximadamente y en su interior se han encontrado nada menos que 29 salas, algunas con unas cualidades acústicas excepcionales que encierran algo más que nichos. Los miles de huesos encontrados –humanos y de animales– en una de las salas nos da idea de su finalidad como cementerio. Una vez analizados, se sabe que corresponden a un total de 7.000 personas allí enterradas en diversas épocas, durante 1.000 años. Pero un dato llama la atención. En aquella época no podrían ser más de 10.000 personas las que habitaran la isla y el hipogeo no tiene la pinta de haber sido construido solamente para almacenar cadáveres. Se sabe que los cuerpos procedían de distintas partes de la isla. Iban allí para ser enterrados en lugar sagrado.
Desde que fue descubierto en 1902 ha sido visita obligada de arqueólogos y turistas de todo el mundo, no así por los propios malteses que siempre han considerado a este lugar con una mezcla de veneración y miedo. Los actuales habitantes son conscientes de que este templo es una de las joyas más valiosas que poseen en el archipiélago y eso por muchos motivos. Se trata de un hipogeo prehistórico único en cuanto a sus características. Tuvo diversas finalidades y, con toda seguridad, debió de ser el templo más sagrado de la civilización que lo construyó.
La UNESCO declaró al hipogeo Patrimonio de la Humanidad en 1980, iniciando un ambicioso plan de restauración y conservación. Se dieron cuenta de que el dióxido de carbono exhalado por la continua afluencia de visitantes atacaba las delicadas paredes de arenisca. Plan que empezó en el año 1989 y que para desesperación de todos, las obras se prolongarían once años hasta que el día 1 de agosto de 2000 sus puertas se abrieron para unos pocos privilegiados. El gobierno de Malta ha restringido sus visitas y solo admiten como máximo grupos de diez personas que van entrando por turnos espaciados hasta completar un total de 80 al día, al menos en los meses de verano. Cierran a las cinco de la tarde.
La visita dura tan solo 45 minutos y les puedo asegurar que no deja indiferente. Se podría decir que es un ejemplo perfecto de "arquitectura inversa", es decir, no se construye sino que se talla laboriosamente en la piedra. Y no se busca alcanzar el cielo con sus moles sino profundizar en las entrañas de la Tierra. El hipogeo de Hal Saflieni consta de salas, cámaras y pasadizos cortados en la roca viva, abarcando un total de 500 metros cuadrados. Las cámaras tienen diversas formas y tamaños y están acabadas en diferentes niveles de confección. El complejo está agrupado en tres niveles: el superior –3600-3300 a.C.–, el medio –3300-3000 a.C.–, y el nivel inferior –3150-2500 a.C.–. La habitación más profunda, en el nivel inferior, está a unos 11 metros por debajo de la superficie de la calle.
Una visita de primera mano
La fachada del hipogeo es un tanto decepcionante pues se trata de una casa, sin la pompa y majestuosidad que uno esperaría encontrar. Cuando llega la hora de la visita se cruza el hall y un funcionario da a cada persona un auricular para seguir la explicación en el idioma elegido. Primero se pasa a una sala donde se exponen varias fotografías, piedras de la obra y objetos alusivos al lugar. Por ejemplo, se ve una reproducción de la Dama Durmiente que se puede tocar. La verdadera se encontró en el fondo de un pozo destinado a arrojar ofrendas y es una preciosa estatuilla de 10 cm que nos remite a cultos matriarcales y a una belleza en cuanto a su diseño que nos deja pensativos al saber que tiene la friolera de 5.000 años.
Inmediatamente se entra en el hipogeo propiamente dicho, el nivel 1, el que en su día estuvo en la superficie cuando se empezó su construcción y el más antiguo de todos. Se compone de varias cuevas naturales ampliadas artificialmente. En este nivel se encontraron muchos esqueletos. Se pueden ver algunas losas de la casa original que se construyó, sin saberlo, encima del hipogeo.
(Continúa la información en ENIGMAS 192).
Jesús Callejo
Desde que fue descubierto en 1902 ha sido visita obligada de arqueólogos y turistas de todo el mundo, no así por los propios malteses que siempre han considerado a este lugar con una mezcla de veneración y miedo. Los actuales habitantes son conscientes de que este templo es una de las joyas más valiosas que poseen en el archipiélago y eso por muchos motivos. Se trata de un hipogeo prehistórico único en cuanto a sus características. Tuvo diversas finalidades y, con toda seguridad, debió de ser el templo más sagrado de la civilización que lo construyó.
La UNESCO declaró al hipogeo Patrimonio de la Humanidad en 1980, iniciando un ambicioso plan de restauración y conservación. Se dieron cuenta de que el dióxido de carbono exhalado por la continua afluencia de visitantes atacaba las delicadas paredes de arenisca. Plan que empezó en el año 1989 y que para desesperación de todos, las obras se prolongarían once años hasta que el día 1 de agosto de 2000 sus puertas se abrieron para unos pocos privilegiados. El gobierno de Malta ha restringido sus visitas y solo admiten como máximo grupos de diez personas que van entrando por turnos espaciados hasta completar un total de 80 al día, al menos en los meses de verano. Cierran a las cinco de la tarde.
La visita dura tan solo 45 minutos y les puedo asegurar que no deja indiferente. Se podría decir que es un ejemplo perfecto de "arquitectura inversa", es decir, no se construye sino que se talla laboriosamente en la piedra. Y no se busca alcanzar el cielo con sus moles sino profundizar en las entrañas de la Tierra. El hipogeo de Hal Saflieni consta de salas, cámaras y pasadizos cortados en la roca viva, abarcando un total de 500 metros cuadrados. Las cámaras tienen diversas formas y tamaños y están acabadas en diferentes niveles de confección. El complejo está agrupado en tres niveles: el superior –3600-3300 a.C.–, el medio –3300-3000 a.C.–, y el nivel inferior –3150-2500 a.C.–. La habitación más profunda, en el nivel inferior, está a unos 11 metros por debajo de la superficie de la calle.
Una visita de primera mano
La fachada del hipogeo es un tanto decepcionante pues se trata de una casa, sin la pompa y majestuosidad que uno esperaría encontrar. Cuando llega la hora de la visita se cruza el hall y un funcionario da a cada persona un auricular para seguir la explicación en el idioma elegido. Primero se pasa a una sala donde se exponen varias fotografías, piedras de la obra y objetos alusivos al lugar. Por ejemplo, se ve una reproducción de la Dama Durmiente que se puede tocar. La verdadera se encontró en el fondo de un pozo destinado a arrojar ofrendas y es una preciosa estatuilla de 10 cm que nos remite a cultos matriarcales y a una belleza en cuanto a su diseño que nos deja pensativos al saber que tiene la friolera de 5.000 años.
Inmediatamente se entra en el hipogeo propiamente dicho, el nivel 1, el que en su día estuvo en la superficie cuando se empezó su construcción y el más antiguo de todos. Se compone de varias cuevas naturales ampliadas artificialmente. En este nivel se encontraron muchos esqueletos. Se pueden ver algunas losas de la casa original que se construyó, sin saberlo, encima del hipogeo.
(Continúa la información en ENIGMAS 192).
Jesús Callejo
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