La 'Casa de la Muerte': locura y psicosis en el hogar de Mark Twain
La acumulación de terribles sucesos en el interior de este edificio lo convierten en uno de los lugares más encantados de Nueva York: apariciones, crímenes, poltergeist... El periodista Javier Peinado, autor del libro '100 Lugares misteriosos de Nueva York' (Cydonia, 2022), nos descubre sus secretos en este extracto
Con semejante nombre, podrán imaginar que estamos ante otro de los clásicos más representativos del ingente abanico de casas encantadas neoyorquinas. No se equivocan. Bajo este terrorífico apelativo se esconde un pintoresco bloque de apartamentos ubicado a pocos pasos de Washington Square Park, en el siempre bohemio Greenwich Village de Manhattan. Pero sus paredes de ladrillo rojo ocultan una perturbadora historia marcada por el sufrimiento, la desgracia y la locura. Y es que, de acuerdo con la leyenda, una terrible maldición atormenta a sus malogrados residentes, en ocasiones forzándoles a cometer todo tipo de impensables atrocidades motivados por las malvadas energías que habitan este edificio de 10 viviendas.
Supuestamente, los espectros de hasta 22 personas fallecidas en su interior se resistirían a abandonar el lugar. Hay quien dice que el inicio de esta terrible cadena de acontecimientos dio comienzo con una joven pareja de inmigrantes que torturó a su hijo pequeño hasta finalmente matarlo de hambre. Lo que sí sabemos con certeza es que en 1957 la actriz y poetisa Jan Bryant Bartell se mudó con su marido a uno de los apartamentos superiores, viviendo siete años de pesadilla digna de la mejor película de terror. Bartell detalló el tormento al que fue sometida en su obra Spindrift: Spray From a Psychic Sea, donde afirma haber estado acompañada de amenazadoras sombras y de sentir en más de una ocasión el gélido tacto invisible de los espíritus que habitaban su casa.
Bartell y su marido convivieron durante años con toda clase de fenómenos extraños: sonidos inexplicables de pisadas, peste a descomposición, aterradoras apariciones...
La pareja convivió en un estado de constante angustia, con sonidos inexplicables de pisadas y vajillas rotas, peste a descomposición, muebles súbitamente cambiados de sitio y aterradoras apariciones que describió como "sustancias sin sustancia y diáfanas como una nube de éter". El matrimonio terminó recurriendo a los servicios de un médium, quien aseguró haber localizado tres presencias bajo el suelo de la vivienda: una joven de pelo rizado y ojos azules, un bebé nonato y un gato gris. Poco después se habría manifestado el espíritu de Reenie Mallison, una mujer de 19 años que se lamentaba amargamente por la muerte de su esposo en la Guerra Civil y el aborto de su bebé. Completamente sobrepasada, Bartell decidió abandonar la casa, pero su historia no tuvo un final feliz: murió en 1973 bajo misteriosas circunstancias, pocas semanas después de finalizar el manuscrito del libro donde mostraba al mundo estos horrores. Se especula que pudo haberse suicidado, torturada por las malignas energías que hicieron de su vida un infierno.
EL TERRIBLE CASO STEINBERG
Casi 15 años después tendría lugar el que probablemente sea el suceso más infame ocurrido en la casa. Sus protagonistas: el abogado Joel Steinberg y su novia Hedda Nussbaum, empleada en la prestigiosa editorial Random House. En el barrio se les consideraba una pareja respetable, la cual había adoptado a dos niños: Mitchell, de 18 meses, y Lisa, de 6 años. Pero esta idílica fachada se derrumbaría trágicamente el 2 de noviembre de 1987, cuando un Steinberg completamente enajenado por el consumo de cocaína propinó una brutal paliza a Lisa en su cuarto de baño antes de irse de casa. A su regreso, continuó drogándose junto a Hedda mientras la pequeña seguía inconsciente.
La pequeña Lisa falleció tres días después a causa de las heridas
No fue hasta pasadas las 6 de la mañana cuando finalmente decidió llamar a las autoridades, quienes a su llegada quedaron estupefactas ante la locura reinante en el domicilio. Mitchell se encontraba atado por la cintura en su parque de juegos, cubierto de orina y excrementos. Nussbaum, con hematomas en el rostro y un labio partido, deambulaba por la casa en evidente estado de shock. Y pese a los esfuerzos del personal médico por salvar su vida, Lisa falleció a causa de sus heridas tres días después. El suceso conmocionó Greenwich Village, si bien algunos reportes apuntan a que los vecinos de Steinberg ya habían denunciado malos tratos en anteriores ocasiones. Para más inri, se descubrió que la adopción de los pequeños se realizó de manera ilegal. Fue acusado de homicidio en primer grado y sentenciado a 16 años de cárcel.
Algunos vecinos afirman haber visto el fantasma de Mark Twain mirando por la ventana del primer piso
"ME LLAMO CLEMENS..."
Pero para muchos la casa es principalmente conocida por la presencia de uno de los autores más célebres de la literatura universal: Samuel Clemens, alias Mark Twain. Y es que, aunque el escéptico escritor falleció en Connecticut en abril de 1910, algunos vecinos afirman haber visto su fantasmal figura mirando por la ventana del primer piso, vestido de blanco y en ocasiones acompañado de un gato. Se cuenta que en una ocasión se apareció ante una mujer que residía con su hija en el edificio y le dijo: "Me llamo Clemens, y tengo asuntos que resolver aquí". Algo no del todo descabellado, teniendo en cuenta que el afamado escritor residió aquí durante poco más de un año en 1900.
La tenebrosa fama de 'la Casa de la Muerte' ocupa incluso las páginas de algunos de los principales medios de información neoyorquinos. Es el caso del The New York Post, cuya edición online del 28 de octubre de 2012 cita a un fotógrafo residente durante más de 20 años en el edificio contiguo que afirmó haber presenciado fantasmagóricas apariciones de mujeres de otro tiempo desplazándose entre sus habitaciones mientras trabajaba.
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