El misterio de la tumba de la 'Mujer Maldita'
Hallan en Egipto un extraño enterramiento de una mujer boca abajo y cuyo ataúd tenía piedras encima para que no se pudiera abrir desde el interior
En un reciente hallazgo arqueológico en el Templo de Millones de Años de Tutmosis III, ubicado al oeste de Luxor, un equipo hispano-egipcio ha descubierto un enterramiento que ha desconcertado a los expertos por su singularidad y significado histórico. Se trata del sepulcro de una mujer de aproximadamente 40 años de edad, cuya presencia debió infundir temor tanto en vida como una vez muerta, llevando a quienes la enterraron a tomar precauciones inusuales para evitar su regreso.
El descubrimiento, liderado por la egiptóloga sevillana Myriam Seco, llama la atención por las prácticas funerarias poco comunes asociadas. A diferencia de los entierros típicos en el antiguo Egipto, donde se buscaba asegurar un paso tranquilo al más allá, este caso presenta una serie de elementos que sugieren un intento de neutralizar la influencia negativa de la difunta en el mundo de los vivos, del mismo modo que ocurría en Europa del este durante los siglos XVI y XVII, cuando la población temía a criaturas malignas como demonios y vampiros y creían que los muertos podían regresar de sus tumbas. Por esa razón se les enterraba enterrado en posición vertical, boca abajo, y con un candado de hierro doblado bajo sus pies, como sucedió en Pień (Polonia) o con una hoz en el cuello.
De modo análogo esta mujer egipcia fue encontrada boca abajo en su tumba, sobre la que se colocaron adobes y piedras de caliza, una medida que, según los investigadores, podría haber sido un castigo póstumo o una forma de evitar su regreso. Este tipo de práctica no era común en la cultura egipcia, y su presencia en este contexto abre nuevas perspectivas sobre las creencias y temores de la época.
El entierro incluyó dos recipientes colocados a los pies de la difunta, constituyendo su único ajuar funerario. Este descubrimiento se realizó en uno de los túmulos localizados en la necrópolis cercana al templo, revelando aspectos importantes sobre la vida y muerte de las personas comunes en la antigua ciudad de Tebas durante la dinastía XI.
El equipo de arqueólogos también ha descubierto fragmentos de papiro que podrían pertenecer al ritual contra Apofis, una serpiente gigante en la mitología egipcia asociada con la oscuridad y el caos. Estos hallazgos, junto con otros objetos y registros encontrados en el templo, proporcionan una visión más completa de las prácticas religiosas y cotidianas de la época.
Además de estos descubrimientos notables, las excavaciones han revelado detalles sobre la vida diaria en el templo, incluyendo la presencia de talleres y almacenes que abastecían a los trabajadores con elementos esenciales como la cerveza, que era parte integral de la dieta del antiguo pueblo egipcio.
El proyecto de investigación, financiado por entidades como Arabian Cement, Fundación Gaselec y Fundación Cajasol, en colaboración con instituciones académicas como la Universidad de Zürich y el Instituto Andaluz del Patrimonio Histórico, continúa desentrañando los misterios de este antiguo templo y la vida de quienes lo habitaron hace milenios.
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