Hallan nuevos fragmentos de manuscritos del Mar Muerto
El texto descubierto es una parte del pergamino de los Profetas Menores, que incluye la profecía de Miqueas sobre el Fin de los Días.
Los rollos del Mar Muerto constituyen los textos bíblicos más antiguos encontrados hasta la fecha. Hablamos de una colección de 972 documentos escritos antes de la destrucción del Segundo Templo de Jerusalén en el año 70 después de Cristo.
Su hallazgo fue fortuito. Dos pastores de la tribu Ta'amireh dieron con ellos en 1947, mientras perseguían a una de sus cabras. Ocultos en una cueva, dentro de vasijas, los beduinos trocearon los rollos que había en su interior para venderlos a dos anticuarios de Belén.
Entre 1947 y 1956 fueron hallados cerca de mil manuscritos en las cuevas de Qumram. “De estos, 230 son manuscritos bíblicos”-explica Adolfo Roitman, director y conservador del Santuario del Libro.
Se encontraron 37 copias de los Salmos, 30 del Deuteronomio, el quinto del pentateuco de Moisés, pero de las 230 sólo una está completa: El rollo de Isaías. Un documento que se conserva en una cámara acorazada, tal como explicábamos en la entrevista que publicamos en agosto de 2016 en esta misma página.
Ahora, arqueólogos israelíes han descubierto nuevos fragmentos de un Manuscrito del Mar Muerto en el Desierto de Judea, concretamente en las cuevas de Muraba'at en la reserva de Nahal Darga. Se trata del primer hallazgo de importancia en los últimos 60 años.
Escrito principalmente en griego, el pergamino recién descubierto contiene fragmentos del libro de los doce profetas menores, incluidos Zacarías y Nahum, según cita la Autoridad Israelí de Antigüedades, en el diario Haaretz.
Los especialistas consideran probable que el nuevo manuscrito sea una parte faltante de un pergamino de los Profetas Menores descubierto en 1952, que incluye la profecía de Miqueas sobre el Fin de los Días y el surgimiento de un gobernante de Belén.
Muchos de los textos de Qumran son escatológicos y aluden al Armagedón, como el más importante conservado hasta la fecha, el rollo de Isaías.
LA BATALLA FINAL
Con el nombre de Armagedón, judíos y sionistas cristianos definen a la batalla final entre el bien y el mal, que viene precedida de la Segunda Venida del Mesías. En realidad, la palabra alude a un lugar concreto: el monte de Meguido (el prefijo Ar, en hebreo, equivale a monte). Éste se halla situado en el punto más alto del Valle de Jezreel. Salomón le otorgó la misma importancia que a Jerusalén (Reyes 9:15) y Napoleón lo describió como el campo de batalla más natural de toda la faz de la tierra.
Durante más de dos milenios, los eruditos han examinado las claves que nos dejó Isaías para averiguar lo que podemos esperar para el futuro y se han preguntado si el “monte” donde comenzará el juicio final es un lugar físico o, sencillamente, se trata un término simbólico equivalente a la “Jerusalén celestial”.
El fragmento descubierto podría completar claves de este enigma. Se sabe que el trozo de manuscrito estaba en el interior de la canasta más antigua del mundo
Hecha de cañas tejidas, la canasta y su tapa, tienen más de 10.500 años, según ha evidenciado la datación por radiocarbono que ha efectuado la profesora Elisabetta Boaretto del Instituto de Ciencias Weizmann en Rehovot. Estamos por tanto ante un artefacto del período Neolítico, anterior a la llegada de la cerámica a la región.
Los topógrafos también encontraron los restos momificados de forma natural de un pequeño, probablemente una niña, envuelto en tela, como si le hubieran puesto una manta sobre él o ella, según un despacho de la agencia Europa Press.
Además, los arqueólogos encontraron un alijo de monedas de los días de la revuelta de Bar Kojba contra los romanos en 133-135 de nuestra era. Las monedas llevan los símbolos judíos típicos de la época, como un arpa y una palmera datilera.
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