Descubren un fragmento del mapa estelar más antiguo del mundo
Un nuevo estudio rescata un fragmento del desaparecido catálogo estelar realizado por Hiparco de Nicea
Fue elaborado hace más de 2.000 años, lo que lo convierte en el 'mapa' estelar más antiguo que se conoce. Sin embargo, durante siglos ha estado desaparecido, y solo se conocía su existencia gracias a referencias indirectas de otros autores, realizadas a lo largo de las centurias. Ahora, un reciente artículo, publicado el pasado 18 de octubre en la publicación científica Journal for the History of Astronomy, ha dado a conocer los pormenores de una investigación que parece haber encontrado el primer fragmento conocido de dicho 'mapa' celeste.
El autor de este catálogo –eso sería en realidad el llamado mapa o carta estelar– fue el sabio griego Hiparco de Nicea (190-120 a.C.), quien dedicó buena parte de su vida a observar el firmamento nocturno. Según fuentes clásicas, Hiparco –a quien a menudo se denomina como "padre" de la astronomía científica– modeló acertadamente los movimientos del Sol y la Luna, ideó una escala que permitía organizar las estrellas por su diferente brillo y, muy probablemente, fue el creador del astrolabio. Además de lo anterior, Hiparco dedicó parte de sus esfuerzos a realizar un catálogo de estrellas –hasta un total de 850–, señalando su ubicación y brillo, y registrando sus coordenadas. Al comparar sus notas sobre estas estrellas con los registros realizados por sabios que le habían precedido, Hiparco detectó que las estrellas parecían desplazarse desde su posición original. Fue así como el sabio griego descubrió la llamada precesión de los equinoccios, calculando que la Tierra se "tambaleaba" 1 grado sobre su eje cada 72 años aproximadamente.
En el reciente estudio publicado en el Journal for the History of Astronomy, los autores –un grupo de científicos de la Universidad de la Sorbona, en París, detallan que su importante hallazgo se produjo mientras estudiaban nueve folios de un códice llamado Climaci Rescriptus, durante siglos conservado en el monasterio de Santa Catalina del Sinaí, en Egipto. El códice, compuesto por diez manuscritos con textos en griego y arameo, recoge diversos textos del Antiguo y el Nuevo Testamento, que están redactados sobre un pergamino reutilizado, lo que los expertos denominan un palimpsesto.
En un principio, los investigadores creyeron que bajo el texto en arameo de los nueve folios en estudio podía haber otros textos cristianos más antiguos, pero después de someter a los manuscritos a técnicas de análisis multiespectral ante ellos apareció algo muy diferente: las coordenadas, en grados, de la constelación Corona Borealis y sus estrellas más alejadas. Fue entonces cuando los científicos comenzaron a sospechar que podían haber descubierto los primeros fragmentos conocidos del célebre –y desaparecido– catálogo estelar elaborado por Hiparco.
"Yo estaba muy emocionado desde el principio", explicó el líder de la investigación, Victor Gysembergh, historiador de la ciencia en el CNRS (Centro Nacional Francés para la Investigación Científica), en declaraciones a la revista Nature. Cuando los investigadores cotejaron las coordenadas de la constelación y la compararon con su posición en el pasado, pudieron determinar que el catálogo había sido redactado en torno al año 129 a.C., lo que coincidía con la época en la que vivió Hiparco.
Los investigadores franceses confían en poder seguir investigando otros folios del códice y los más de 160 palimpsestos que se conservan en el monasterio de Santa Catalina del Sinaí, pues tienen la esperanza de que allí, oculto bajo textos cristianos posteriores, se encuentre el resto del catálogo estelar elaborado hace más de dos mil años por el sabio griego de Nicea.
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