Historia
04/08/2022 (16:59 CET) Actualizado: 04/08/2022 (17:20 CET)

La Dama de Elche: 125 años de misterio

El 4 de agosto de 1897 se descubrió una de las piezas más icónicas de la arqueología en España. 125 años después, sigue planteando algunas preguntas

autor Jesus Ortega

Periodista

04/08/2022 (16:59 CET) Actualizado: 04/08/2022 (17:20 CET)
La Dama de Elche: 125 años de misterio
La Dama de Elche: 125 años de misterio

El aburrimiento de un chaval tuvo como consecuencia uno de los grandes descubrimientos de la historia de España. Mientras el resto de la cuadrilla que trabajaba en la finca de La Alcudia, en Elche (hoy yacimiento arqueológico), del doctor Manuel Campello, descansaba y tomaba un bocado a eso del mediodía aquel 4 de agosto de 1897, el joven Manuel Campello Esclapez –que nada tenía que ver con el dueño de la finca– decidió matar el rato trasteando con el pico.

Ruinas romanas en La Alcudia
Ruinas romanas en La Alcudia

"Me pongo a cavar una loma alta que había… con piedra y todo, y venga a cavar, venga a cavar… Y descubrí un trozo de cabeza de la Dama. ¿Y esto qué es? Entonces llamé a cuatros hombres de la cuadrilla… Y empezaron a cavar, dos por un costado y dos por el otro. Era grande. Estaba dentro de una balsa piedra bien grande y bien obrada". Así lo contó Manolico una y otra vez a lo largo de los años, hasta su fallecimiento en 1965.

La muerte de Manuel Campello en la portada del ABC (1965)
La muerte de Manuel Campello en la portada del ABC (1965)

Rescatada de la tierra que la había ocultado durante siglos, la Dama de Elche comenzó así su particular y tortuosa singladura hasta convertirse en la pieza arqueológica más emblemática e icónica de la Historia de España y la más conocida del repertorio artístico de los íberos.

Ningún otro hallazgo de la tierra ibérica se le puede comparar, ni por su interés arqueológico ni por su valor como obra de arte

La escultura, realizada en piedra caliza entre los siglos V y IV a. C., pesa sesenta y cinco kilogramos y tiene cincuenta y seis centímetros de altura. "Representaba a una dama con una tiara cubierta por un velo, una diadema y dos rodetes laterales que recogían su cabello. Sobre su pecho, tres collares; y la espalda y los hombros cubiertos pon un manto. Cuando volvió a ver la luz, la policromía resultaba más visible que en la actualidad y conservaba mejor los pigmentos de pintura azul, roja y blanca con los que el artista había recubierto los labios y el manto", detalla el periodista Vicente González Olaya en su libro La costurera que encontró un tesoro cuando iba a hacer pis (Espasa, 2021).

Reproducción policromada de la Dama de Elche. Museo Monográfico de La Alcudia (Elche)
Reproducción policromada de la Dama de Elche. Museo Monográfico de La Alcudia (Elche)

DESTINO: PARÍS

El hallazgo no tardó en correr como la pólvora. Bautizada en sus inicios como la 'Reina Mora', fue descrita por Pedro Ibarra, primer arqueólogo en estudiar la pieza, como una "magnífica cabeza sacratil" en perfecto estado de conservación. Tal y como señala Olaya: "el valor del busto estribaba en su ambigüedad tanto formal como estética, lo que ponía en contacto el arte ibérico con el griego, el fenicio o el etrusco".

Su importancia y singularidad trascendieron las fronteras españolas y el audaz Pierre Paris, arqueólogo e hispanista francés, partió raudo a Elche –el 11 de agosto ya estaba en la zona– con la intención de hacerse con la pieza. Tras un estudio superficial y sacar algunas fotografías, Paris informó al Museo del Louvre: "Ningún otro hallazgo de la tierra ibérica se le puede comparar, ni por su interés arqueológico ni por su valor como obra de arte".

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"Pese a los intentos del propietario de la finca, las instituciones oficiales no parecieron interesarse por el hallazgo, y el doctor aceptó pocos días después la oferta de cuatro mil francos que le hizo en nombre del Louvre Pierre Paris. La Dama de Elche salió del puerto de Alicante hacia Marsella el 31 de agosto. No había pasado ni un mes desde su hallazgo", explica Rafael Fontán Barreiro en su libro Iberos (Edaf, 2021).

Tuvieron que pasar muchos años para que la Dama regresase a España, en plena II Guerra Mundial

EL REGRESO

Puede resultar llamativo que una pieza del valor de la Dama abandonase España de forma tan fugaz y sin apenas oposición por parte de las instituciones pertinentes. Bien es cierto que, por aquellas fechas, el país estaba en shock tras el asesinato del presidente del Consejo de Ministros, Antonio Cánovas del Castillo.

El despiste –o dejadez– de las autoridades con respecto a la Dama no es el único interrogante, ya que, a pesar de las supuestas ofertas hechas por el doctor Campello a las instituciones españolas para comprar la pieza, no se ha encontrado en el Museo Arqueológico Nacional ningún documento u oferta al respecto.

Tuvieron que pasar muchos años para que la Dama regresase a España. Tras la caída de Francia y la ocupación de las tropas nazis durante la II Guerra Mundial, en 1940, el llamado gobierno de Vichy quedó en manos del general Pétain, que ya había sido embajador en la España franquista, por lo que mantenía excelentes relaciones con Franco y Serrano Suñer, Ministro de Asuntos Exteriores. Se iniciaron entonces unas negociaciones con el objetivo de recuperar una serie de obras de arte en poder del gobierno francés.

Francia tuvo que devolver a España diferentes piezas y objetos, entre las que estaba la Dama de Elche

En julio de 1940 se encargó una investigación para identificar las piezas artísticas y arqueológicas españolas en el país vecino. Al cargo se puso a la Dirección General de Bellas Artes y al comisario general del servicio de defensa del Patrimonio artístico nacional. El dictamen fue que Francia tenía que devolver a España diferentes piezas y objetos, entre las que estaba la Dama de Elche, la Inmaculada Concepción de Murillo o las coronas del tesoro de Guarrazar, entre otras tantas.

Corona de Recesvinto expuesta en el Museo Arqueológico Nacional
Corona de Recesvinto expuesta en el Museo Arqueológico Nacional

Así, el 9 de febrero de 1941, las piezas recuperadas llegaron al Museo del Prado, pasando algunas al Museo Arqueológico Nacional, excepto la Inmaculada Concepción y la Dama de Elche, que habría de permanecer en el Prado unos cuantos años más, concretamente hasta 1971.

Dama de Elche expuesta en una de las salas del Museo del Prado
Dama de Elche expuesta en una de las salas del Museo del Prado

ENIGMAS PENDIENTES

 A mediados de los años 90 del siglo pasado, John F. Moffit, profesor de Historia del Arte en el New Mexico State University y doctorado por la Universidad Complutense de Madrid, reavivó una vieja polémica: la posibilidad de que la Dama de Elche fuese un fraude moderno. Su teoría ampliaba lo ya planteado por el académico francés Gerard Nicolini, reconocido como uno de los máximos expertos en arqueología íbera.

El caso de la Dama de Elche, de John F. Moffit
El caso de la Dama de Elche, de John F. Moffit

Entre los argumentos esgrimidos para dudar de la autenticidad de la pieza se apoyaban en las frecuentes falsificaciones íberas en la época en que la Dama es descubierta, a finales del siglo XIX. Cabe citar aquí las muchas piezas íberas falsificadas que, por ejemplo, se vendieron al Museo Arqueológico Nacional unos años antes "procedentes" del yacimiento del Cerro de los Santos en Albacete y de las cuales una aún está en exposición precisamente como recuerdo de aquel funesto episodio.

Dama oferente (falsificación) del Cerro de los Santos expuesta en el MAN
Dama oferente (falsificación) expuesta en el MAN

Nicolini, y Moffit después, señalaban que el estado de conservación de la Dama era bastante improbable. Tampoco se conocían otros bustos de piedra de esta factura en la escultura ibérica y, además, señalaban, el rostro era demasiado perfecto para ser ibérico, apuntando que podría ser una imitación del arte griego.

Según diferentes estudios, no hay elementos que sugieran que se trata de una falsificación

Sin duda, las circunstancias de su descubrimiento también han suscitado sospechas entre los especialistas, aunque no tengan que indicar directamente un fraude.

Por un lado, recientes estudios llevados a cabo por la catedrática de arqueología de la Universidad de Alicante, Sonia Gutiérrez Lloret, y de la Arqueóloga Ana María Ronda, desmontan la historia oficial del descubrimiento. Según ellas, no fue Manolico el descubridor de la Dama, sino el bracero Antonio Maciá. El hecho de que Manuel Campello Esclapez se presentase al arqueólogo como el descubridor, reproduciéndose esa versión en los posteriores reportajes, libros y documentales, sirvió para fijar esa versión en el imaginario popular.

"Las expertas han demostrado que el 'chaval', de haber estado en el lugar del descubrimiento, habría cumplido ya los dieciocho años y no catorce como afirmaba y que, además, se equivocó cincuenta metros al señalar el lugar exacto donde supuestamente se topó con la escultura" señala Olaya en su libro.

Además, los famosos golpes del pico, visibles aún en la dama, producidos durante el casual descubrimiento, no coinciden con la posición en la que, supuestamente, fue descubierta la Dama.

Golpes del pico sobre la pieza
Golpes del pico sobre la pieza

Sin embargo, todas las sospechas de fraude quedan despejadas ante la evidencia científica. Estudios llevados a cabo por María Pilar Luxán y su equipo de colaboradores del CSIC (Centro Superior de Investigaciones Científicas) han demostrado que no se han encontrado anacronismos ni en la policromía ni en la superficie del revestimiento, por lo que no hay elementos que sugieran que se trata de una falsificación.

¿PARA QUÉ SIRVIÓ?

Otro estudio del mismo equipo del CSIC publicado en el Journal of Cultural Heritage (2011), evidenció el uso del busto como urna funeraria al detectarse micropartículas ricas en fósforo y calcio. La proporción de calcio y fósforo en las cenizas sugiere que tienen un origen óseo, y que habrían sido depositados dentro de la efigie, todavía calientes, nada más producirse su cremación “Estos resultados son coherentes con los ritos funerarios de cremación de la cultura ibérica que incluían la colocación, aunque sea parcial, de las cenizas en el interior de una urna (…). En relación a la autenticidad del busto, estos nuevos datos encontrados avalan que la Dama de Elche es una pieza de cultura íbera. No se encontraron datos que avalen que pudiera tratarse de una falsificación del siglo XIX”.

Vista posterios de la Dama donde se aprecia el hueco por el que se echaron las cenizas
Vista posterios de la Dama donde se aprecia el hueco por el que se echaron las cenizas

 

Sobre el autor
autor Jesus Ortega

Periodista. Dirige y presenta el programa radiofónico El Dragón Invisible (Radio Castilla-La Mancha) y forma parte del equipo de El Colegio Invisible (Onda Cero).

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