Los orbes, inteligencias fotónicas
Los orbes no pueden ser demostrados científicamente. No por la actual ciencia. No por el método científico actual. Son inteligencias fotónicas, seres pensantes.
Una revelación:
Los orbes NO pueden ser demostrados científicamente.
Exacto. Es lo que todos saben. No se puede. Esta parece ser la conclusión de un escéptico o la de un erudito científico que, desde el alto de su inexorable sabiduría, lo afirma mientras se coloca correctamente sus gafas sobre la nariz.
Me pueden decir además que se trata sólo de mi experiencia. Que al fin y al cabo el chico éste que divaga, que ha insistido durante quince años demostrar la verdad científica detrás de los orbes, definitivamente ha descubierto la gran verdad y, claro, no lo logró. Nada, que todo es polvo o gotitas de agua. La verdad es que todo es lo contrario. La verdad es que, gracias a Dios o al Universo o al Rey de España, los orbes no pueden ser demostrados por la ciencia.
No por la actual ciencia. No por el método científico actual.
Porque el método científico se trata de una estafa. No soy un negacionista. No estoy ciego ni rechazo la importancia que el método científico tiene en nuestras vidas. Sobre todo, en esta generación donde todo jamás ha sido tan accesible, confortable, fiable, rápido, integrado y demás. Me refiero aquí a las tecnologías y un sin fin de beneficios que la ciencia nos dio. Lo que ocurre es que si me preguntas si los orbes son replicables te digo: muchas veces no.
¿Se puede garantizar que los orbes pueden ser demostrados por cualquier investigador? Tampoco.
¿Su observación sistemática es controlada de tal manera que no haya equívocos resultantes de la limitación de nuestros órganos sensoriales? No.
¿Se puede repertir un número X de veces y siempre lograrlo? Pues no.
¿Si una prueba falla es posible explicar integralmente el fallo o la excepción? ¡No!
Todo eso NO quiere decir que los orbes (los legítimos) no existan. Sino al contrario. Lo único es que sólamente pueden ser entendidos fenomenológicamente por medio de otro paradigma científico. Este marco no es una exclusividad de este fenómeno. Hay miles de otros que no pueden ser explicados pero que no dejan de ser reales, como los círculos de las cosechas; los OVNIs y las casas Encantadas.
El hecho es que el edificio de la ciencia moderna ha sido creado bajo dogmas cerrados, vendiéndonos la idea de un universo reducido y mecánico como si sus propios fundadores no fuesen alquimistas, astrólogos, ocultistas, basándose en un conocimiento esotérico y metafísico para sostener sus tesis. Pero esto ya lo sabemos y es tema de otro articulo. El hecho es que hemos reducido nuestra percepción de lo que verdaderamente es la realidad, porque la intención, desde el principio, ha sido de la parte de los que la crearon.
Por tanto, la investigación de los orbes requiere todo lo contrario. Qué pensarían se les dijera que hay que perseguir el experimento “fallido” con un esfuerzo redoblado, sospechando una importancia excepcional, la cual no podemos explicar, más que en lo que es plenamente explicable y reproducible. Eso porque los orbes (los legítimos) son inteligencias fotónicas. Unidades lumínicas que presentan inteligencias individuales y frecuentemente de manera colectiva y que, aunque respondan a peticiones verbales o mentales, son seres pensantes. Por lo tanto no son robots que aparecerán en sus fotos o videos cuando quieren.
Obviamente, esta conclusión la saqué a raíz de analizar miles de fotos y hacer pruebas a lo largo de 15 años que me han confirmado de manera irrefutable que, cuando descartamos los 90% de polvo; gotita de agua; efecto de la lente, los orbes legítimos son inteligencias que están en otros reinos de frecuencia de vibración, que podemos atraerlos y comunicarnos enfocandonos en algunas técnicas sencillas.
Es lo que van a encontrar en Cómo Comunicarse con los Orbes. Una investigación libre de los dogmatismos académicos retrógrados, pero que, a través de una serie de pruebas, verán ustedes la inexorable realidad del mundo de los orbes y, es más, entenderán que es posible interactuar con ellos de manera sencilla, clara, tocando tierra. Verán que los orbes representan uno de los marcos de la evolución mental y vibracional del planeta y que están aquí para acompañarnos hacia una nueva fase en el planeta Tierra.
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