Historia oculta
29/06/2021 (15:56 CET) Actualizado: 29/06/2021 (15:56 CET)

El Oráculo de Delfos: ¿ilusión o contacto con los dioses?

Los oráculos eran templos o lugares sagrados a los que se acudía en busca de respuesta divina a diferentes problemas. Pero, ¿realmente se establecía contacto con la divinidad o era el ingenio de los sacerdotes el que generaba la ilusión?

autor Jesus Ortega

Periodista

29/06/2021 (15:56 CET) Actualizado: 29/06/2021 (15:56 CET)
El Oráculo de Delfos: ¿ilusión o contacto con los dioses?
El Oráculo de Delfos: ¿ilusión o contacto con los dioses?

Al hablar de oráculos en el mundo griego, es inevitable destacar el de Delfos...  Y una curiosa investigación multidisciplinar que arrojó resultados muy llamativos. Los oráculos eran templos o lugares sagrados a los que se acudía en busca de respuestas. Se pensaba que los dioses eran quienes se manifestaban a través de métodos impactantes para el profano, aunque tal y como nos contaba el historiador de la magia Ramón Mayrata, no debemos olvidar que en muchos de estos lugares lo que se hacía era puro y duro ilusionismo. Sin embargo, hay otro factor a tener en cuenta y es la posibilidad de una intoxicación involuntaria por parte del que acudía al encuentro de los dioses.

Las fuentes antiguas referentes al oráculo de Delfos hacían mención a un vapor que emanaba de un bloque de piedra. En busca de una explicación a lo que allí acontecía –trances, visiones, mensajes revelados…–, el arqueólogo norteamericano Leicester Holland publicó en el año 1933 un artículo en American Journal of Archaeology en el que analizaba la posibilidad de que el vapor mencionado fuera producido deliberadamente por la quema de plantas alucinógenas bajo la cámara del oráculo. Años después, Pierre Amandry, un arqueólogo francés, desestimó esta teoría, atribuyendo lo que pasaba en Delfos al engaño y la picaresca de los sacerdotes.

A qué se debían los trances y experiencias que tenían lugar en Delfos: ¿ilusionismo y picaresca o contacto divino?

Pero, años después, un geólogo holandés, Jelle Zeilinga De Boer, quedó fascinado por el asunto e hizo algunas averiguaciones al respecto. En un primer momento, observó una falla que se iba estrechando y que llegaba desde una montaña cercana hasta el santuario. En posteriores visitas, se percató de que existía otra falla expuesta en Delfos, concluyendo que ambas fallas eran sólo una que iba de Este a Oesta, pasando justo bajo el santuario. Sin darse cuenta, De Boer acaba de realizar un descubrimiento la mar de interesante.

Se dice que la pitonisa era inspirada por vapores de olor dulce que provenían de la tierra

El destino quiso cruzar a De Boer con John Hale, un arqueólogo norteamericano que, al escuchar los descubrimientos del geólogo los rebatió rápidamente con los argumentos dados por los franceses años antes. Aunque la seguridad y los datos aportados por De Boer eran más que sugerentes. Así pues, se pusieron manos a la obra. Hale halló algunos datos que no cuadraban con las conclusiones de los franceses y De Boer hizo algunos descubrimientos geológicos que comenzaban a cambiar la visión sobre el templo, avalando la posibilidad de los gases que pudieron producirse. Entre las posibilidades estaban los hidrocarburos simples: metano, etano, propano y butano. Hale, por otro lado, observó que muchos de estos oráculos habían sido construidos en lugares donde había manantiales y emanaciones de gas. No obstante, seguían sin encontrar rastro de etileno, el gas que por su olor dulce encajaría con la tradición descrita por los antiguos. Ya en el año 2000 conocerían a Henry Spiller, un médico que trabajaba en el área de intoxicación por hidrocarburos, quien "encontró en la literatura que este gas puede causar estados de ensoñación, trance, euforia, cambios en la percepción sin producir pérdidas de la conciencia, y en otros casos provocar reacciones violentas, discurso incoherente, llantos y exaltación extrema", como narra Uxmal Rodríguez Morales en su artículo "De la embriaguez que viene de la tierra: el oráculo de Delfos".

Para demostrar su hipótesis, crearon un oráculo casero: una sala en la que se liberaría etileno. Consiguieron varios sujetos y, aunque ninguno de ellos tuvo un trance profético, sí relataron un estado de bienestar y despreocupación. Finalmente en 2003, publicaron un artículo en Scientific American: "Questioning the Delphic Oracle" en el que exponían las conclusiones de años de investigación. "En él se dice que la pitonisa era inspirada por vapores de olor dulce que provenían de la tierra, que Delfos está ubicada en una zona sísmica, y que bajo el templo, justo debajo de la cámara del oráculo, se encontró el entrecruzamiento de dos fallas. Estas condiciones proveen la energía, el combustible y el lugar para que emanen del lecho rocoso gases como metano, etano y etileno que pueden producir estados similares a los descritos en las fuentes antiguas; y este último gas tiene olor dulce". Esta curiosa investigación consiguió revelar algunos de los secretos mejor guardados de la antigüedad. Así pues, quizás acudiendo a elementos a veces olvidados como las drogas y sus efectos, podamos resolver algunos de los sucesos extraños descritos por los antiguos.

Sobre el autor
autor Jesus Ortega

Periodista. Dirige y presenta el programa radiofónico El Dragón Invisible (Radio Castilla-La Mancha) y forma parte del equipo de El Colegio Invisible (Onda Cero).

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