Navegantes del antiguo Egipto en Irlanda
Una serie de evidencias arqueológicas, unidas a tradiciones y relatos legendarios, parecen apuntar a una fascinante posibilidad: que navegantes del antiguo Egipto hubiesen logrado desembarcar en las costas irlandesas
Los viajes a gran distancia de las civilizaciones antiguas siguen causando admiración y no parece que la historia haya dicho todavía su última palabra. Confirmada por la arqueología la llegada y asentamiento de vikingos en las costas septentrionales del continente americano, muchas otras expediciones mencionadas por mitos y leyendas esperan a ser corroboradas de idéntica manera. Mientras tanto, no faltan candidaturas a contactos entre pueblos remotos, amparadas en tradiciones y ciertos indicios materiales que permiten disparar la imaginación. Este es el caso de la propuesta del investigador David Halpin, folklorista irlandés y colaborador habitual de la web Ancient Origins, quien con prudencia, pero de un modo sugerente, ha colocado entre interrogantes la posibilidad de que los antiguos egipcios hubieran visitado y quizá incluso establecido alguna colonia en su querida Irlanda.
Para fundamentarlo, Halpin ha recopilado diversos datos de muy diferente naturaleza, que van desde los últimos e insólitos hallazgos arqueológicos hasta relatos populares que conectan esa verde isla con el país del Nilo. En primer término estaría el descubrimiento de varios restos fósiles de monos, un animal absolutamente exótico y fuera de lugar en esas latitudes. Bien es cierto que no todos los restos enumerados por Halpin tienen el mismo valor. Uno de los ejemplares apenas sería un rumor: durante unas excavaciones en el santuario circular de madera Lismullin Henge, en el valle de Tara, fuentes anónimas aseguraron que se desenterraron algunos huesos de primate en 2007. Más inequívoca fue la recuperación del cráneo de un mono de Berbería en Eimhain Macha, en el condado de Armagh. Su datación mediante carbono 14 arrojó una antigüedad de 2.500 años. Cómo y por qué llegó este simio a Irlanda sigue siendo una incógnita pendiente resolver.
ANÁLISIS DE ADN
Siguiendo con más hallazgos llamativos, tenemos el ajuar funerario de un niño de 15 años, desenterrado en The Mound of the Hostages, cerca de la colina sagrada de Tara. El Dr. Sean O Riordan, del Trinity College, dató los restos en 3.800 años, y junto a los mismos apareció un collar fabricado con cuentas de loza de factura y diseño similar a los usados en el Egipto de los faraones. Finalmente, científicos del Trinity College de Dublín y de la Queen’s University de Belfast publicaron en diciembre de 2015 un estudio genético de los antiguos irlandeses, cuyo ADN los emparentaba con los pueblos del sur de Europa, pero también con Oriente Medio.
Algunas versiones de la leyenda de la reina Scotia convierten a esta dama en reina de Egipto
Dejando a un lado los estudios arqueológicos, Halpin también toma en consideración diversas narraciones y literatura antigua que guardarían relación con lo anterior. Precisamente la colina de Tara es un complejo arqueológico con muchos vestigios desde época neolítica, como The Mound of the Hostages. En la tradición, Tara es conocida como la sede de los Altos Reyes de Irlanda. Algunas versiones de la famosa leyenda de la reina Scotia convierten a esta dama en reina de Egipto, asegurando que llegó a Irlanda hacia 1700 a. C. y fue asesinada por una extraña estirpe marinera, dotada de poderes mágicos, los Tuatha De Danann. A su vez, el Lebor Gabála Érenn o Libro de las Invasiones, una saga redactada hacia el siglo XI, comenta que Milesius, gran líder de los invasores de Irlanda, perdió a dos de sus hijos en 1400 a. C., cuando una tormenta mágica causada por los Tuatha De Danann sumergió su barco. A este respecto, Halpin propone una ingeniosa lectura etimológica de dicho nombre: "Comúnmente, el significado de esta misteriosa raza se ha postulado como 'El pueblo de Danu', una diosa madre de la mitología irlandesa. Sin embargo, los primeros registros de Tuatha no incluyen la última palabra 'Danann', sino que se describen como Tuatha De o Tuatha Di. De hecho, solo a partir del siglo XIX la descripción actual de Danu fue ampliamente aceptada por los estudiosos. (…) Uno de los dioses egipcios más importantes fue Thoth, que más tarde los griegos llamarían Hermes. Thoth era un dios de la luna que se decía que había traído sabiduría y escritura al mundo. A menudo fue representado y simbolizado por un babuino o el simio del norte de África. ¿Podría ser esta una razón para los huesos de simios encontrados en enclaves irlandeses? Aún más curiosas son las variantes etimológicas de Thoth que se pasan por alto: Thoout y Thaut. Cuando buscamos comparaciones fonéticas dentro de los jeroglíficos egipcios, encontramos descripciones muy acertadas de la llegada de Tuatha De Danann a Irlanda. Thoout Dai se traduce como 'cruce de Thoth', Thoout DAt se traduce como 'viaje de Thoth en barco', y Thoout Da se traduce como 'tormenta de Thoth' (según Lebor Gabála Érenn, los Tuatha llegaron a Irlanda 'en nubes oscuras'). Todas estas similitudes fonéticas están en línea con las descripciones de estas personas legendarias y cómo llegaron a Irlanda".
Los fósiles de primate más que evidenciar estrictamente la presencia de egipcios en Irlanda, cuando menos denotaría la existencia de activas rutas comerciales
CONTACTOS TRANSOCEÁNICOS
¿La hipótesis de Halpin tiene base suficiente? Siempre hay que tener la mente abierta en estos asuntos y más cuando la información histórica disponible resulta tan fragmentaria. Sin embargo, tampoco debemos descartar otras explicaciones alternativas para algunos de los indicios citados. Por ejemplo, la presencia de monos en territorios muy excéntricos de su hábitat natural puede obedecer a diferentes razones. Así, varias fuentes clásicas refieren que estos ejemplares fueron comercializados como mascotas para determinadas élites locales. De hecho, además de en Irlanda, encontramos especímenes en un castro de la Edad del Hierro ubicado en Luxemburgo y dos esqueletos incompletos de época romana en Gran Bretaña. Por lo tanto, estos fósiles de primate junto con el ADN de poblaciones humanas antiguas que remite a Oriente Medio, más que evidenciar estrictamente la presencia de Egipcios en Irlanda, cuando menos denotaría la existencia de activas rutas comerciales de largo recorrido en el Mediterráneo y la fachada Atlántica.
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