Un gigantesco círculo de monolitos de piedra rodeaba Stonehenge
Hallan un gigantesco anillo de monolitos prehistórico rodeando a la célebre estructura neolítica de Stonehenge. Su existencia desconcierta a los científicos...
A unos 130 km al oeste de Londres, sobre la planicie de Salisbury, en el condado de Wiltshire, se erige el conjunto megalítico más conocido del mundo: Stonehenge. Un conjunto de estructuras megalíticas de finales del Neolítico, alrededor del año 3100 a.C. que se construyó a lo largo de 80 generaciones. Un proyecto arquitectónico que –ahora sabemos– no se restringía a sus famosos círculos pétreos sino a algo mucho más ambicioso y desconcertante...
En efecto, expertos de las universidades británicas de St Andrews, Birmingham, Warwick, Glasgow y Trinity Saint David de Gales, han descubierto evidencias de veinte o más monolitos prehistóricos, de más de diez metros de diámetro y cinco metros de profundidad, a poca distancia del célebre círculo de Stonehenge. Delimitan un área de más de tres kilómetros cuadrados alrededor del cerco de Durrington Walls, uno de los monumentos megalíticos más grandes de Gran Bretaña y el círculo prehistórico más pequeño de Woodhenge.
«Este es un hallazgo sin precedentes de gran importancia dentro del Reino Unido», ha declarado a Reuters Vincent Gaffney, uno de los arqueólogos que lideran el proyecto.
En un comunicado explican que estos límites parecen haber sido diseñados deliberadamente para incluir un monumento prehistórico anterior: el recinto de la calzada de Larkhill. Este sitio fue construido más de 1.500 años antes del Henge en Durrington. Esta distancia entre el recinto y el recinto anterior, más de 800 metros, parece guiar la colocación de los ejes alrededor de Durrington.
Se sabe que este sitio fue construido más de 1.500 años antes del círculo de piedra en Durrington. ¿Por qué? ¿Para qué? Es un misterio. Los arqueólogos creen que los monolitos sirvieron como límite a un área sagrada o recinto asociado con el círculo de piedra. Pero es sólo una hipótesis.
Tim Kinnaird, de la Facultad de Ciencias de la Tierra y del Medio Ambiente de la Universidad de St Andrews, explicó que "los rellenos sedimentarios contienen un archivo rico y fascinante de información ambiental previamente desconocida, y con perfiles y fechas de luminiscencia estimulados ópticamente, podemos escribir narraciones en detalle del paisaje de Stonehenge de los últimos 4000 años".
Esto es extremadamente importante, ya que implica que los primeros habitantes de Gran Bretaña utilizaron un sistema de conteo para rastrear el ritmo a través de largas distancias. La evidencia de una planificación tan cuidadosa, a tal escala, que enfatiza la importancia del enclave.
Los arqueólogos creen que el esfuerzo invertido en el circuito inscrito por estos postes refleja un importante vínculo cosmológico entre dos sitios rituales, y que los grandes agujeros en que se ubicaron, alrededor de Stonehenge, fueron excavados para registrar lo que debe haber sido un límite sagrado importante.
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