En busca del auténtico Indiana Jones
La persona que inspiró a George Lucas para su célebre Indiana Jones es tan o más fascinante que el personaje de ficción. Te damos las claves
¿Sabías que, originalmente, el famoso aventurero del sombrero y el látigo se iba a llamar Indiana Smith? Sin embargo, cuando George Lucas comentó la idea con su amigo Steven Spielberg, éste le habló de Vendyl Jones, un excéntrico arqueólogo judío que pasó toda su vida excavando en los desiertos de Israel buscando el Arca de la Alianza.
Por esa razón, muchos creen que Indiana Jones se inspiró en Vendyl Jones, pero no es así. George Lucas, ya tenía el personaje creado muchos años antes de conocer a Spielberg, de modo que el rey Midas de Hollywood sólo le dio el nombre al mítico icono cinematográfico. Lucas se inspiró en otro personaje.
De hecho, el modelo de los primeros arqueólogos de los años veinte ha sido siempre muy similar al de la película. Muchos personajes históricos aportaron su granito de arena a este héroe del celuloide. A saber: el aventurero y naturalista Roy Chapman Andrews le dio su estética; Percy Fawcet y sus aventuras en pos de las calaveras de cristal, ayudaría la cuarta entrega de la saga.
En las entrevistas realizadas a George Lucas solo repite que se inspiró en los seriales de aventuras de los años veinte. Hay algo oculto en todo esto.
Para conocer al hombre cuya vida es, sin duda, digna de llevarse a la pantalla, tenemos que retroceder al año 1963, cuando un joven estudiante de antropología en el “Modesto Junior College” de California, conoció la historia del profesor de historia del arte que impartía clases en la cercana Universidad de Berkeley. El creador de “la Guerra de las galaxias” pudo conocer a la persona que décadas después le llevaría a escribir y producir sus aventuras.
Se trataba de Walter W. Horn. Este erudito medievalista estuvo al mando de general Patton, en su juventud. Durante la Segunda Guerra Mundial fue un agente de inteligencia con una misión: encontrar los tesoros arqueológicos que los nazis habían robado en toda Europa. En 1945, este oficial del ejército estadounidense fue el héroe que consiguió recuperar el tesoro de Carlomagno y la lanza del destino que Hitler había escondido en un bunker secreto bajo el castillo imperial de Kaiserburg, en Núremberg.
La fascinación de Hitler por los tesoros del imperio Romano Germánico rozaba la locura.
Walter W. Horn consiguió localizar en el castillo imperial de Núremberg el tesoro de Carlomagno y la lanza del destino
Gracias a sus investigaciones consiguió localizar un gigantesco búnker excavado en la roca bajo este castillo. Cuando los aliados consiguieron entrar en ese gigantesco laberinto, lo encontraron lleno de obras de arte procedentes del saqueo de toda Europa.
Pero faltaban las piezas más legendarias. Como nos cuenta el autor Sidney Kirkpatrick, el joven historiador de origen alemán tuvo que quitarse el uniforme y ponerse la ropa de civil. Algunos dicen que eligió un sombrero de ala ancha para que ninguno de los francotiradores que se escondía entre las ruinas de Núremberg pudiese reconocerlo.
Finalmente conseguió localizar el lugar donde se habían llevado las piezas de oro. Tras tirar un muro del edificio de la cancillería aparecieron un montón de cajas y, en su interior, el ansiado tesoro. El joven capitán Horn impidió que estos objetos desapareciesen debido a los bombardeos aliados o destruidos por los desesperados nazis que veían como el final de su reinado tocaba a su fin.
Whalter Horn, como su alter ego de la pantalla, trabajó como profesor en la universidad, pero en muchas ocasiones, tuvo que viajar a Europa para identificar las piezas del expolio nazi que iban apareciendo por todo el mundo tras la contienda. Como en la última entrega de Indiana Jones el pobre arqueólogo también fue investigado y perseguido por comunista, en la caza de brujas, llevada a cabo por Joseph Macarthy.
Hasta la tercera película de la saga no conocemos el verdadero nombre de Indiana que, curiosamente, coincide con el nombre del perro de George Lucas y “Jones” el apellido proporcionado por Steven Spielberg. El personaje que interpreta su padre en la tercera película de la saga le recrimina que se siga llamando así. Es así como de boca del actor Sean Connery conocemos como se llama.
El arqueólogo de ficción se llamaba Henri Walton Jones. Jr un guiño inequívoco al profesor Walter Horn. Como en la realidad, también en la ficción parece que se quiere ocultar el nombre del protagonista. Aún los fans de la saga no se explican porque se cambió de este modo tan extraño el celebérrimo nombre de Indiana Jones.
La Ahnenerbe reunió a ocultistas e historiadores fanáticos para justificar académicamente la supremacía de la raza Aria
Horn había nacido en Alemania y tuvo que huir para no ser reclutado por los S.S nazis para formar parte de un selecto grupo de eruditos. Estos hombres estaban destinados a cambiar la historia de Alemania y poder justificar académicamente la supremacía de la raza Aria. Esta institución se llamaba la Ahnenerbe. En ella se reunía a una mezcla de ocultistas, historiadores y fanáticos. Tras exiliarse a Italia encontró refugio en los EEUU y allí trabajó como profesor de historia del arte hasta que los americanos entraron en la Segunda guerra Mundial. Entonces no dudó en alistarse. Su perfecto alemán y sus conocimientos de historia del arte fueron bien aprovechados.
Oficialmente era un simple traductor, pero es fácil imaginar que su verdadera función fuese la de espía. Un agente encargado de descubrir donde los Alemanes habían escondido las joyas y reliquias robadas. Los altos mandos del partido Nacional Socialista pretendían tener cerca de ellos esas reliquias con la intención de impregnarse de sus poderes mágicos y místicos. En concreto de la lanza de Longinos se decía que quien la poseyese nunca perdería ninguna batalla. El propio general Patton se la quiso quedar. Incluso, algunos dicen que la original se encuentra en Los Ángeles y que la que hoy se expone en Austria en una copia.
Una vez descodificado quien era el personaje del intrépido héroe podemos identificar al villano de En busca del Arca Perdida.
Si recordáis en la película aparece un personaje excéntrico y de voz chillona que, al final del film, es destruido por los rayos que salen del interior del Arca de la Alianza.
Esta inspirado en la figura de Otto Rahn. Este personaje era un homosexual de ascendencia judía que fue reclutado por las SS para buscar el santo Grial.
Este individuo, desde hacía años, había gastado todo su tiempo y dinero pensando que el Grial del que se hablaba en Parsifal perteneció a los cátaros y éstos lo escondieron en los alrededores de Montsegur. Cuando se le acababan las opciones en la búsqueda de este quimérico objeto de poder recibió una llamada de Heinrich Himmler.
El segundo hombre más poderoso de la Alemania nazi estaba al tanto de sus investigaciones y le propuso que se incorporase a las S.S. para así poder seguir buscando su ansiada copa. Finalmente Otto Rahn, tras no encontrar nada… se suicidó. El fracaso en la búsqueda del Grial unido a la presión de ocultar sus orígenes y su verdadera sexualidad fue demasiado para él.
Esta búsqueda sería también recreada en la película Indiana Jones y la última Cruzada.
Por un momento imaginaros la escena:
En el verano de 1981, en la soleada California, un anciano de 73 años acompañó a sus nietos a ver el estreno de una película de Hollywood.
Aquel profesor de historia del arte ya jubilado vio reflejada en la pantalla la parte más gloriosa de su juventud. Los años que pasó recorriendo Europa rescatando los tesoros de las manos de personas que nunca los debieron poseer.
Sin duda el anciano, pese a lo exagerado y fantasioso del film, se pudo reconocer en ese tonto personaje que interpretaba Harrison Ford.
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