Crímenes reales en la noche de Halloween
Son numerosas las rocambolescas historias que han tenido lugar entre la noche del 31 de octubre y el 1 de noviembre, y no sólo en el argumento de películas o en los relatos sangrientos que amenizan tan oscura velada.
Lejos de las tentativas homicidas de estrellas del celuloide como Michael Myers y su desconcertante máscara blanquecina, la noche de Halloween arrastra una oscura lista de crímenes reales. Quizá el más célebre sea el asesinato de Ronald Sisman y Elizabeth Platzman, una pareja de Manhattan que fue asesinada durante las primeras horas de Halloween de 1981 en su apartamento, cerca del pueblo de Greenwich: fueron salvajemente golpeados antes de que les dispararan en la cabeza y el piso saqueado. Aunque la prensa habló de un posible ajuste de cuentas por un tema de drogas –en el que estaría involucrado Ronald–, el caso dio un extraño giro cuando un preso afirmó que uno de sus compañeros había predicho el crimen antes de que ocurriera, y no parecía tener dotes premonitorias…
Cabalga con el diablo
Aquel reo resultó ser uno de los peores criminales de los años 70, David Berkowitz, más conocido como “El Hijo de Sam” que llevaba en prisión desde 1977. Según el informante, Berkowitz le había dicho que su culto –una suerte de grupo satánico– estaba planeando entrar en una pequeña casa cerca de Greenwich en Halloween, donde debían realizar un crimen de ecos rituales. Cuando se le preguntó a Berkowitz sobre este punto, declaró que Sisman poseía una grabación de uno de los tiroteos de los “Hijos de Sam” que pretendía entregar a las autoridades para que le exoneraran de unos cargos por venta de estupefacientes.
Aunque parece que David realizó una minuciosa descripción del apartamento, no se encontraron evidencias que apoyaran sus declaraciones –según él, porque había ordenado a sus acólitos que borraran todas las huellas tras el crimen–. Aquella noche de Halloween se tiñó de sangre más allá de las mascaradas y los caramelos, y casi cuarenta años después el asesinato de Sisma y Platzman sigue sin ser resuelto.
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