Parapsicología
19/09/2013 (17:56 CET)
Actualizado: 06/11/2014 (09:58 CET)
LA MALDICIÓN DE LA HABITACIÓN 333
Mado MartínezDicen que siete almas en pena vagan por las estancias del Hotel Langham. Un médico asesino, un príncipe suicida, un hombre con la cara partida, otro que tira a los huéspedes de sus camas, un viejo mayordomo con calcetines raídos, un criado de uniforme azul y hasta Napoleón III, quien vivió en este hotel durante los últimos días de su exilio. El terror está a la vuelta de cada esquina, pero es la habitación 333 la que parece congregar los sucesos y anomalías más espeluznantes.
A lo largo de los últimos 170 años –o así se recoge en la historia del Hotel Langham–, al menos siete fantasmas se han aparecido de forma regular, como lo ratifican los propios dueños del establecimiento. También muchos de trabajadores de la cadena británica BBC, que en su día usaron estas instalaciones como estudio de grabación, confirman tales sucesos. Pero, ¿quiénes son estos huéspedes espectrales que se empeñan en no abandonar el edificio?
Según los testigos, el primero de ellos es un médico que asesinó a su mujer durante la luna de miel, tras lo cual se quitó la vida. Al parecer, tiene el pelo gris y aires de caballero victoriano, con capa, corbata y aspecto impecable. Aunque es su mirada, fija y desafiante, y sus ojos totalmente blancos, lo que más llama la atención del conjunto.
El segundo fantasma se atribuye a un difunto príncipe alemán, que saltó por la ventana desde la cuarta planta, muriendo en el acto. El tercer espectro ofrece, al parecer, una imagen horrible, con una herida abierta en el rostro y cierta predilección por aparecer, completamente inmóvil, en mitad de vestíbulos y recibidores.
El cuarto de los integrantes de esta comitiva espectral fue, en vida, presidente de la Segunda República Francesa. Y es que cuentan que Napoleón III, quien se hospedó en el Langham durante los últimos días de su exilio, vaga ahora por los sótanos del hotel.
Escasamente gracioso les resulta a los huéspedes nuestro siguiente espíritu, pues tiene la molesta costumbre de arrojarlos de la cama mientras duermen plácidamente. También el fantasma de un mayordomo hace de las suyas, si bien se conforma con deambular descalzo por los pasillos, mostrando sus calcetines agujereados. El último figurante de esta galería fantasmal, que de forma permanente habita este inmueble londinense, es un criado de uniforme azul claro y peluca, cuyas apariciones coinciden con un pronunciado descenso de la temperatura.
TESTIMONIOS EN DIRECTO
Como vemos, no es sólo uno, sino hasta siete los fantasmas que habitan el vetusto Hotel Langham. Pero, ¿se trata de simples rumores, leyendas? ¿Son las descripciones fruto de la sugestión? ¿Cuántas personas han pasado por este lugar? ¿Pudieron dejar algunos de ellos la impronta de sus espíritus, quizá marcados por las desdichas?
Sea como fuere, es preciso apuntar que en Londres y, en general, en toda Inglaterra, es bastante frecuente encontrar mansiones, castillos, hoteles y edificios encantados que, a falta de uno, poseen un verdadero arsenal fantasmagórico. ¿Por qué? Porque cuando alguien ve un fantasma lo dice sin miedo, le escuchan, lo documentan y pasa a formar parte de la historia del lugar, de su acervo particular, e incluso, en muchos casos, acaba convertido en reclamo turístico.
Un inmueble con fantasmas siempre supone un valor añadido en Gran Bretaña, aunque aquellos a quienes el terror se les ha presentado cara a cara en el Langham, ciertamente, quizá no estén de acuerdo.
Pero ¿quiénes han visto a los fantasmas del Langham? Al parecer, muchísimas personas. Sin embargo, tendríamos que destacar el periodo en el que la BBC trasladó allí sus estudios de grabación como una de las épocas doradas en cuestión de avistamientos (Continúa en AÑO/CERO 278).
Según los testigos, el primero de ellos es un médico que asesinó a su mujer durante la luna de miel, tras lo cual se quitó la vida. Al parecer, tiene el pelo gris y aires de caballero victoriano, con capa, corbata y aspecto impecable. Aunque es su mirada, fija y desafiante, y sus ojos totalmente blancos, lo que más llama la atención del conjunto.
El segundo fantasma se atribuye a un difunto príncipe alemán, que saltó por la ventana desde la cuarta planta, muriendo en el acto. El tercer espectro ofrece, al parecer, una imagen horrible, con una herida abierta en el rostro y cierta predilección por aparecer, completamente inmóvil, en mitad de vestíbulos y recibidores.
El cuarto de los integrantes de esta comitiva espectral fue, en vida, presidente de la Segunda República Francesa. Y es que cuentan que Napoleón III, quien se hospedó en el Langham durante los últimos días de su exilio, vaga ahora por los sótanos del hotel.
Escasamente gracioso les resulta a los huéspedes nuestro siguiente espíritu, pues tiene la molesta costumbre de arrojarlos de la cama mientras duermen plácidamente. También el fantasma de un mayordomo hace de las suyas, si bien se conforma con deambular descalzo por los pasillos, mostrando sus calcetines agujereados. El último figurante de esta galería fantasmal, que de forma permanente habita este inmueble londinense, es un criado de uniforme azul claro y peluca, cuyas apariciones coinciden con un pronunciado descenso de la temperatura.
TESTIMONIOS EN DIRECTO
Como vemos, no es sólo uno, sino hasta siete los fantasmas que habitan el vetusto Hotel Langham. Pero, ¿se trata de simples rumores, leyendas? ¿Son las descripciones fruto de la sugestión? ¿Cuántas personas han pasado por este lugar? ¿Pudieron dejar algunos de ellos la impronta de sus espíritus, quizá marcados por las desdichas?
Sea como fuere, es preciso apuntar que en Londres y, en general, en toda Inglaterra, es bastante frecuente encontrar mansiones, castillos, hoteles y edificios encantados que, a falta de uno, poseen un verdadero arsenal fantasmagórico. ¿Por qué? Porque cuando alguien ve un fantasma lo dice sin miedo, le escuchan, lo documentan y pasa a formar parte de la historia del lugar, de su acervo particular, e incluso, en muchos casos, acaba convertido en reclamo turístico.
Un inmueble con fantasmas siempre supone un valor añadido en Gran Bretaña, aunque aquellos a quienes el terror se les ha presentado cara a cara en el Langham, ciertamente, quizá no estén de acuerdo.
Pero ¿quiénes han visto a los fantasmas del Langham? Al parecer, muchísimas personas. Sin embargo, tendríamos que destacar el periodo en el que la BBC trasladó allí sus estudios de grabación como una de las épocas doradas en cuestión de avistamientos (Continúa en AÑO/CERO 278).
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