El ejército canadiense investiga misteriosos sonidos en el Ártico
Pescadores de una remota comunidad Ártica están preocupados por un misterioso sonido que está asustando a los animales lejos de allí
Las fuerzas armadas canadienses han enviado un equipo para investigar un misterioso sonido que parece venir del fondo del mar. La alarma fue dada por pescadores de una remota comunidad del Ártico canadiense que estaban preocupados por los tintineos y pitidos que aseguran escuchar en el estrecho de Furia y Hecla, un canal de agua que es 120 km situado al noroeste de la aldea Inuit de Igloolik .
Según refiere a la CBC el político local Paul Quassa, el misterioso sonido parece venir de las profundidades oceánicas y está asustando a los animales lejos de una zona de agua abierta, rodeada de hielo, en la que son abundantes los mamíferos marinos. "Y en esta ocasión casi no había ninguno", dijo.
Los militares canadienses enviaron un avión CP-140 Aurora para investigar. Se trata de la Operación Límpid, un programa de vigilancia interna diseñado para "detectar, disuadir, prevenir y derrotar a las amenazas dirigidas a Canadá o los intereses canadienses".
En un comunicado, el portavoz del Departamento de Defensa Nacional Ashley Lemire, dijo: "Las fuerzas armadas canadienses están al tanto de la existencia de sonidos inusuales que emanan de los fondos marinos y el estrecho de Hecla en Nunavut."
El personal de vuelo realizó varias búsquedas en el área con sensores múltiples, incluyendo una búsqueda acústica durante 1,5 horas, sin detectar ninguna anomalía acústica. La tripulación no detectó contactos superficiales o subsuperficiales.
Eso no ha impedido que la gente teorizar sobre el origen de los sonidos, que se han atribuido indistintamente a los estudios de sonar de las operaciones mineras locales o a los activistas de Greenpeace.
El sonar es utilizado por las empresas mineras para hacer mapas detallados del fondo del mar en su búsqueda de petróleo y gas. El sónar puede molestar a mamíferos marinos como las ballenas y los delfines. Sin embargo, el Baffinland Iron Mines Corporation, que ha llevado a cabo estudios de sonar ha asegurado que no tiene ningún equipo en el agua en este momento.
Otros creen que Greenpeace está creando el sonido con el propósito de asustar a la fauna lejos de los cazadores inuit, acusación que los ecologistas niegan.
TAMBIÉN EN ESPAÑA
El fenómeno se asemeja extraordinariamente al detectado, a finales de julio de 2002, frente a la costa de Sóller, en Mallorca (España) cuando varios miembros del Centro de investigación y actividades Subacuáticos (CIAS) denunciaron la presencia de un sonido muy agudo, similar al de una máquina lejana pero que, por la intensidad, parecía estar a pocos metros.
"Un golpe seco, como si una ola rompiera contra un muro o una cavidad haciendo un sonido sordo", nos confesaba el submarinista Francisco Molina. "Algunos peces -añade-, como los 'castañuela' parecen percibir el ruido, puesto que son los únicos que se dispersan ante él".
Interesados por el efecto de esta "contaminación acustica" el IMEDEA (Institut Mediterrani d'Estudis Avançats), organismo dependiente del CSIC trató de aproximarse al misterio sumergiendo dos hidrófobos para tratar de registrar el misterioso sonido. El director de esta interesante iniciativa científica, el oceanógrafo Alberto Alvarez era consciente de las limitaciones; "El sonido se propaga muy fácilmente en el océano –explica- puede cubrir distancias casi planetarias. Aunque conocíamos la zona donde se producían –añade- no sabíamos cuál era su variación temporal, es decir, cuándo aparecía o desaparecía".
Por ese motivo Miguel Martínez, ingeniero de telecomunicaciones del IMEDEA desarrolló un prototipo que permitía monitorizar una zona del mar las 24 horas del día.
Álvarez no sólo descartó que los ruidos tuvieran un origen natural sino que "la descripción que se ha hecho de ellos no encaja –por ejemplo- tampoco con la de un gran barco".
Estos sonidos misteriosos avivan la imaginación de la gente que los ha relacionado con osnis o incluso como un anuncio milenarista. A principios de 2016, un ruido agudo mantuvo despierta a la gente de Portland, Oregón. El silbido constante también había sido escuchado por los residentes de Tilo en Eslovaquia el pasado 30 de octubre (puedes ver las imágenes arriba). Algunos investigadores lo han realacionado con un proyecto de la marina de EEUU de los años 60 llamado TACAMO, una red de aviones que se comunicaban con los submarinos nucleares a través de antenas de baja frecuencia.
En cualquier caso el Departamento de Defensa Nacional de Canadá no tiene la intención de hacer más exámenes por el momento.
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