Uno de los tripulantes del Vuelo 19 sobrevivió al Triángulo de las Bermudas
La tumba de George R. Paonessa está vacía en el Cementerio de Arlington. El sargento que debía estar ahí desapareció en el Triángulo de las Bermudas
«Te han informado mal sobre mí. Estoy muy vivo».
Así rezaba el telegrama recibido el 26 de diciembre de 1945, por Joseph Paonessa, cabo de los marines de los Estados Unidos. La nota estaba firmada por «Georgie», que es como su madre llamaba a su hermano George, un sargento de los marines desaparecido tres semanas antes en el Triángulo de las Bermudas, una de las zonas malditas del planeta.
En efecto, George Paonessa era uno de los 13 desaparecidos del histórico Vuelo 19. Comandados por el teniente Charles Taylor, estos cadetes despegaron a las 14:10 hora local desde la base de Fort Lauderdale, en Florida, para dirigirse hacia el Este durante 90 km, realizar prácticas de bombardeo cerca las pequeñas islas Hens and Chickens formando un triángulo imaginario de 220 Km de lado. Pero algo extraño sucedió.
Taylor informó a la torre de control que su escuadrón se había perdido y que no podía distinguir la superficie del océano(¿?).
La torre pidió entonces a los pilotos que se dirigieran hacia el oeste, pero la respuesta del oficial fue aún más sorprendente: «No sabemos dónde está el oeste. Todo parece falso, extraño. No estamos seguros de ningún rumbo. Incluso el océano no parece ser el mismo de siempre».
¿No funcionaban los instrumentos? ¿Qué les hacía confundir el océano y el cielo?
Las comunicaciones por radio no eran invitaban al optimismo: "Mis brujulas no funcionan y estoy tratando de encontrar Fort Lauderdale" –transmitió Taylor desde el FT 28. "Estoy sobre tierra pero está roto. Estoy seguro de que estoy en los cayos, pero no sé hasta qué punto y no sé cómo llegar a Fort Lauderdale."
La transmisión tuvo lugar a las 16.30 h., el Vuelo 19 estaba entonces a más de 100 millas al norte y al este de los Cayos de la Florida. Lo único que tenían que hacer para orientarse es mirar la posición del sol, en el oeste… ahí estaba la tierra… ¿Qué les impedía ver el Sol?
En la radio del FT – 36 se hallaba el sargento George Richard Paonessa junto al artillero Howell Orrin Thompson y el piloto, el capitán Edward Joseph Powers.
Según la investigación del ex piloto militar Jon F. Myhre, los tripulantes de este avión se lanzaron en paracaídas antes de estrellarse sin combustible. Despues, posiblemente, tomaran la decisión de desertar del Ejército.
Según el libro del militar retirado Jon F.Myhre, uno de los aviones del Vuelo 19 puso sobrevivir a la tragedia y desertó
Al publicar los resultados de su exhaustiva investigación en su libro Discovery of flight 19, Myhre recibió un telegrama de la familia en el que Paonessa afirmaba estar vivo. Georgi –como le llamaba su madre de chico- tuvo la precaución de enviarlo a casa de un tío suyo para sortear la posible vigilancia militar. También su novia había informado a la familia que lo vio dos veces en la década de 1950.
Esto y que en 1991 fue descubierto un Avenger TBM en el fondo del océano convenció a los escépticos que el Triángulo de las Bermudas era solo un mito… pero la placa del avión hallado en la costa de Cabo Cañaveral provenía de un accidente ocurrido en 1947.
Ahora, una de las voces más reconocidas de la radiodifusión en España, el periodista José Antonio Ponseti, debuta como novelista con una profusamente documentada reconstrucción de los hechos, donde descubre aspectos y detalles poco o nada conocidos de este incidente sobre el que la Marina afirma no poder dar explicación por falta de datos.
El Triángulo de las Bermudas sigue siendo un misterio. En sus 250.000 Km cuadrados han seguido sucediendo hechos misteriosos y desapariciones. En el vídeo puedes escuchar, por ejemplo, las transmisiones entre una avioneta Ercoupe 145 que había despegado de República Dominicada hacia Puerto Rico y que desapareció en extrañas circunstancias. Hace tres años, una embarcación también desapareció misteriosamente en sus aguas.
La Tumba de George R. Paonessa está en el Cementerio de Arlington... nadie sabe qué hace allí porque está vacía.
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