Muertes inexplicables de ganado
A pesar de las numerosas hipótesis que se formularon para explicar la muerte violenta de reses en Meeker (Colorado), las autoridades siguen sin hallar explicación
En octubre de 2022, aparecieron 18 vacas muertas a las afueras de Meeker, localidad radicada en el estado de Colorado, Estados Unidos. Las evaluaciones iniciales realizadas por los gestores de la fauna salvaje del distrito y otras autoridades estatales apuntaron a múltiples lesiones compatibles con la depredación del lobo. Sin embargo, el desconcierto afloró cuando las pruebas de laboratorio y otras pesquisas sobre el terreno no pudieron confirmar ese origen del fallecimiento. Los investigadores no encontraron ninguna huella canina en el área donde reposaban las reses muertas a pesar de que emplearon tecnología muy sofisticada, como cámaras de televisión y drones para rastrear la existencia de depredadores en la zona.
La Humane Society of the United States descartó a los lobos como los autores de la muerte de las 18 vacas
Debido a la degradación de la muestra, tampoco los restos de pelo recogidos determinaron su pertenencia a un canino salvaje, aunque el análisis indicó que probablemente procedía de un coyote. Dado que no había pruebas concluyentes de que los lobos fueran los responsables del extraño suceso, las autoridades comenzaron a valorar otras posibilidades. De hecho, la Humane Society of the United States, una de las mayores organizaciones del mundo centradas en el bienestar animal, informó el 14 de febrero de que había descartado a los lobos como los autores del luctuoso siniestro.
TEORÍAS DE LA CONSPIRACIÓN
Carter Niemeyer, antiguo supervisor de distrito del Departamento de Agricultura de Estados Unidos y especialista en gestión de lobos, revisó las fotos de las vacas muertas obtenidas por la Humane Society y concluyó que los lobos no podían ser los culpables. Niemeyer no vio ninguna prueba de depredación canina en ninguna de las imágenes facilitadas. En cambio, planteó la opción de si la enfermedad de Brisket pudiera haber actuado, ya que es una afección bien conocida y detectada en el ganado que pasta a gran altitud en Colorado. Dicha dolencia consiste en una hipoxia subaguda o insuficiencia de oxígeno que afecta al corazón y a la circulación pulmonar de los bovinos. Varios expertos comentaron que la decisión de algunos granjeros de cambiar el protocolo de vacunación durante la temporada pudo colocar al ganado en cierta situación de vulnerabilidad ante los efectos perniciosos de este mal de altura.
Paralelamente, otra hipótesis barajada fue la acción de la bacteria clostridium chauvoei. Un microorganismo que habita en el suelo y es el responsable de la enfermedad denominada «pierna negra» o carbunco sintomático, que acostumbra a penetrar en el organismo a través de la ingesta de alimento o aprovechando las heridas abiertas en la piel. Sin embargo, mientras los medios de comunicación se hacían eco de este debate técnico y se esperaba a que los resultados de las diferentes pruebas patológicas fueran completados, otro sector de la prensa comenzó a conjeturar sobre la existencia de un misterioso asesino de ganado. Esta cobertura sensacionalista atrajo toda suerte de teorías conspiranoicas y paranormales que involucraban a depravados cultos sangrientos, experimentos de oscuras agencias gubernamentales, así como la intervención de extraterrestres.
Los análisis patológicos descartaron la presencia de enfermedades bacterianas en las reses
ANÁLISIS DE MUESTRAS
Lo cierto es que el Laboratorio de Diagnóstico de la Universidad Estatal de Colorado y el Laboratorio de Diagnóstico Médico Veterinario de Texas A&M realizaron análisis patológicos de las muestras recogidas en el lugar de los hechos, pero no encontraron indicios de necrosis o inflamación activa que sugirieran la enfermedad bacteriana, pierna negra, ni ninguna otra dolencia parecida. Por lo que el 7 de febrero de 2023, el Colorado Parks and Wildlife (CPW) anunció que cerraba la investigación debido a la falta de pruebas concluyentes que pudieran explicar todas las muertes acaecidas. El descubrimiento de una manada de nueve perros a siete millas de la zona donde se produjeron las muertes planteó dudas sobre la posibilidad de que hubiera lobos en la zona. Sin embargo, la investigación se cerró oficialmente al expirar el plazo de 90 días concedido a los productores para presentar pruebas de pérdidas cuando se producen muertes sospechosas de ganado a consecuencia de la depredación animal.
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