Enigmas y anomalía
15/03/2016 (10:35 CET)
Actualizado: 15/03/2016 (10:40 CET)
Excursionista fotografía las huellas del yeti en Bután
Las imágenes de las supuestas pisadas fueron captadas en un área de muy difícil acceso
A pesar de sus diversas formas y su presencia en diferentes culturas y zonas del planeta, cuando escuchamos hablar del yeti siempre nos viene a la cabeza la imagen tópica de un enorme bípedo cubierto de pelo. Asimismo, solemos situarlo en parajes lejanos, fríos y aislados.
La última noticia referente a este extraño y esquivo ser, nos llega precisamente de uno de esos lugares. Según The Daily Mail, Steve Berry, un excursionista de 66 años, se llevó una extraña sorpresa en una zona virgen de Guangkhar Puensum, la montaña más alta de Bután.
Allí, en mitad de la nieve, aparecía una hilera de huellas de un tamaño superior a las humanas y distintas a las de cualquier animal, según
su descubridor.
Siempre pensé que la existencia del yeti eran cuentos de viejas, pero no se puede negar ante estas pruebas, afirma Berry.
Cuatro días después, cuando al fin pudo regresar a la localidad más cercana y contar su experiencia a los habitantes de la zona, quedó perplejo ante la historia de un pastor que afirmaba haberse encontrado cara a cara y once años atrás con el migo, nombre por el que conocen a este ser en Bután. Según su testimonio, «estaba completamente cubierto de pelo largo de un color parduzco, como un gato o un perro» y lo vio de frente a una distancia de unos 100 metros. Cuando Berry le mostró sus fotografías con las huellas al pastor, a éste no le cupo ninguna duda: «Es el migo». Steve Berry teme que, al estar relacionado con una empresa de viajes al Himalaya, sus afirmaciones puedan generar escepticismo entre el público, pero él está convencido de que las huellas pertencen a ese extraño animal, condenado a vagar entre el mito y la realidad.
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