Enigmas y anomalía
05/04/2022 (12:19 CET) Actualizado: 05/04/2022 (12:19 CET)

"Estamos inmersos en un proceso de extinción masiva", Fernando López del Oso

El escritor Fernando López del Oso nos da las claves de su nueva novela: 'Revolution' (Algaida, 2021), una aventura en el corazón de la selva para descubrir si el ser humano es capaz de sobreponerse a sus propios instintos

autor Jesus Ortega

Periodista

05/04/2022 (12:19 CET) Actualizado: 05/04/2022 (12:19 CET)
"Estamos inmersos en un proceso de extinción masiva", Fernando López del Oso
"Estamos inmersos en un proceso de extinción masiva", Fernando López del Oso

Tras licenciarse en Biología viajó por medio mundo mientras iniciaba paralelamente su labor de divulgación científica en prensa escrita y radio, medio al que sigue vinculado. 

Vive entre bosques cerca de la ciudad de Barcelona y, desde allí, lleva años alumbrando nuevas historias para sus novelas, que ya son unas cuantas: El templo de la Luna (Premio Minotauro), Yeti, Asesino de políticos o la muy personal El legado del oso. En esta entrevista nos presenta la última: Revolution, en la que sobrevuelan algunas preguntas inquietantes. ¿Está el ser humano condenado a la maldición de un corazón oscuro en el que, al final, son los instintos primarios los que gobiernan? ¿No hay una esperanza de trascender todo eso y convertirnos realmente en seres civilizados?

Pregunta: En Revolution, tu nueva novela, recuperas al académico Mario Yerro, personaje cuya misión es proteger la biodiversidad del planeta. ¿Por qué crees nos falta tanta conciencia al respecto?

Respuesta: Porque lo urgente está eclipsando a lo crucial. Estamos sobrepasados por noticias continuas sobre crisis económica, sobre la pandemia de Covid, ahora sobre la invasión de Rusia en Ucrania… y en cuanto acabe ésta vendrá una nueva noticia que captará toda nuestra atención y nos tendrá en vilo otra vez. Pero mientras tanto, estamos inmersos en un proceso de extinción masiva de la misma gravedad que los que han asolado el planeta en el pasado –y esto no es una forma de hablar, académicamente se le llama La Sexta Extinción.

La principal causa de esta Sexta Extinción es la destrucción de hábitats con alta biodiversidad

¿Qué sucede? Que las personas de a pie no son conscientes de ello porque no se nota en las ciudades, porque es un proceso que está llevando años y porque además es una mala noticia de la que preferimos "no saber"…, y hacemos mal, porque la principal causa de esta Sexta Extinción es la destrucción de hábitats con alta biodiversidad, donde hay muchas especies concentradas y de cuya aniquilación se benefician económicamente unos pocos, mientras que todos perdemos. Por eso Mario Yerro y la BAUN –Biodiversity Agency of the United Nations– , en la que se ocupan de luchar contra esto.

P: La selva se convierte en esta ocasión en el escenario para el desarrollo de tu historia. ¿Qué nos aguarda en sus profundidades?

R: ¡La aventura! La selva pantanosa del Congo es un lugar fuerte, poderoso, que aún a día de hoy se encuentra inexplorada en un 80%. No deshabitada, sino inexplorada… ¿Qué sabemos sobre ella? Pues poco más de lo que contaba Conrad en El corazón de las tinieblas… Esa selva –esa región–  se conoció desde la cubierta de los vapores que recorrían sus ríos principales. Conté para la documentación de la novela con un original del informe de la expedición del Capitán Vangele, publicado en 1889. Pero de lo que hay más allá de la primera línea de árboles que se ve desde el barco, poco se sabe. Hoy, los barcos que ocasionalmente pasan por allí llevan un motor diésel, pero ese es todo el cambio. Los únicos que conocen parte de lo que hay ahí dentro son los que viven en esos bosques, como los pigmeos, y lo que cuentan es… asombroso.

Selva Congo
La selva pantanosa del Congo es un lugar que aún a día de hoy se encuentra inexplorada en un 80%

El negocio de marfil es tan lucrativo que cada quince minutos se mata un elefante para robarle los colmillos

P: El tráfico ilegal de marfil también está presente en la trama. ¿Qué dimensión adquiere a día de hoy este problema del que apenas sabemos nada?

R: En el mundo occidental es un tráfico que va a la baja pues la concienciación del público es cada vez mayor, pero en otras partes del mundo sigue siendo un material de lujo altamente codiciado porque es un referente de estatus. En Shangai, por ejemplo, el precio del kilo de marfil ha llegado a alcanzar casi los 2.000 euros en los últimos años.

Tan lucrativo es el  tráfico de especies protegidas –se dice que más rentable que el de la droga– , que cada quince minutos se mata un elefante para robarle los colmillos. Y en África, grupos terroristas paramilitares, como el de Joseph Kony y sus simpáticos acólitos del Ejército de Resistencia del Señor, se financian en buena parte gracias a ese marfil ilegal.

Marfil
 

En Revolution, uno de los ejes de la trama tiene que ver con el estudio de los elefantes pigmeo, una escurridiza especie que, parece, se da en la selva pantanosa y que aún hoy no ha llegado a los libros de zoología. ¿Qué sucederá cuando los caminos de Yerro y sus colegas se crucen con los de Le Comandant, un fascinante y cultivado revolucionario cuyo movimiento está cobrando fuerza en la región?

P: En tu viaje por la selva, también afrontas la cuestión de las tribus o comunidades sin contactar. Parece increíble que, en pleno siglo XXI, aún existan pueblos ajenos a la globalización, pero así es. ¿Cómo viven estas comunidades?

Pues viven mejor cuanto más alejados de la Administración central y de la población "civilizada" se encuentren. Por supuesto que una vida de cazadores recolectores como la de los pigmeos tiene sus singularidades, y ni mucho menos todas buenas, pero ya sabemos lo que sucede cuando un grupo con fuerza y tecnología se cruza con otro que no las tiene. En Namibia, por ejemplo, el Gobierno tiene a los bosquimanos de la etnia San, que son el grupo humano más antiguo del planeta, confinado en reservas… donde tienen prohibido cazar. Visto así, los nativos de la isla de Sentinel que alancean a cualquiera que ponga un pie en su costa no son bárbaros, sino unos sabios…

Muy posiblemente su día a día podría observarse como una especie de teatro vivo de cómo habrá sido la vida en el paleolítico

P: ¿Qué podemos aprender de ellas? ¿Su estudio puede darnos claves sobre nuestro pasado más "primitivo"?

Por un lado, claro: son el paradigma de vivir en equilibrio con el medio y muy posiblemente su día a día podría observarse como una especie de teatro vivo de cómo habrá sido la vida en el paleolítico.

Sin embargo, creo que los aspectos más curiosos tienen que ver con la parapsicología. Es sabido que facultades como la telepatía y la precognición no son raras, sino que más bien las tenemos eclipsadas por nuestro uso de la tecnología. Los San me contaron que era absolutamente normal y cotidiano que el chamán viajara por las noches en un sueño lúcido para ver qué manadas de animales había por las diferentes zonas de su territorio, y guiar así a las partidas de cazadores. Y que lo raro era cuando no acertaba.

P: En Yeti, la primer novela de Mario Yerro, la referencia criptozoológica es clara. ¿Vamos a encontrar algo de esto en Revolution?

R: Me han dicho más de una vez que Yerro es como una especie de Indiana Jones de la biología: en las películas de Indi la trama gira en torno a una pieza de arqueología, tan especial que al final acaba mostrando una dimensión esotérica –el Arca, el Grial…– , y en las de Yerro sucede algo parecido. Mario es un zoólogo brillante, director de proyectos de campo de la BAUN, pero también es un tipo que mide dos metros de alto por uno de ancho y que, no sé cómo se las arregla, parece que cada vez que se quita la chaqueta y se calza las botas y se lanza a la aventura en territorios desconocidos termina por vérselas con seres que bien podrían salir de un libro de criptozoología.

Es algo que me divierte, como las especias en un guiso. Y visto así, Revolution tiene mucho picante.

En la actualidad, solo conocemos entre el diez y quince por cierto de las especies que habitan el planeta

Fernando
Fernando López del Oso, autor de Revolution (Algaida, 2021)

P: ¿Es posible que en las profundidades de la selvas u otras partes del mundo existan especies de animales que puedan asociarse o relacionarse con monstruos o seres de las mitologías o relatos locales?

Absolutamente. Conocemos en la actualidad, y este es un dato rigurosamente cierto, entre el diez y quince por cierto de las especies que habitan el planeta. Cada año se descubren especies nuevas, sobre todo en la franja tropical, que es la que tiene una mayor biodiversidad y donde están selvas impenetrables como la del Amazonas, la del Congo, Sumatra, Borneo… Y no son solo especies de insectos, sino también de animales grandes, como orangutanes y delfines, o árboles de cuarenta metros. De nuevo, los únicos que tienen una cierta idea de lo que hay ahí dentro son los que en esas selvas viven. Y esos, cuentan cosas.

Algunas de las leyendas son claramente eso, leyendas, porque aluden a seres imposibles de los que no solo no hemos visto ningún ejemplar en la vida, sino que contradicen todo lo que conocemos sobre evolución y sobre las familias zoológicas desde el origen de los tiempos. Por ejemplo, una sirena: un híbrido de hombre y pez.

Cuando nos enfrentamos a lo desconocido, como le sucederá a Yerro en esa selva, la ciencia es la que le puede decir a uno si está soñando o está despierto

Pero en otras ocasiones… En la anterior novela de Mario Yerro, Yeti, toqué el tema del Orang Pendek, ese homínido de baja estatura que según los rumores aún hoy andaría perdido por selvas como la de Sumatra. Pues bien, a los pocos años se hicieron públicos los hallazgos científicos de fósiles del Homo floresiensis, habitante de la vecina Isla de Flores, que coincide muy bien con la descripción del Orang Pendek. Los fósiles se estimaron en 13.000 años de antigüedad, que no es nada, y bien podría haber restos más recientes que no se hubieran encontrado. Lo interesante es que los habitantes de Flores tienen una leyenda local sobre los Ebu Gogo, unos hombrecillos exactamente igual a los fósiles hallados… y que todavía hoy vivirían en cuevas en lo profundo de esa selva. ¿Es verosímil esa leyenda? En mi opinión, sí.

En cuanto a la selva pantanosa del Congo y la criptozoología, seguro que los lectores de Espacio Misterio estarán pensando en el Mokele Mbembe, ese posible dinosaurio de pequeña talla que bien podría ser una especie relicta que habitase en esos bosques. ¿Es factible? ¿Podrían perdurar ejemplares hasta hoy? Bien, a eso dejaré que responda el propio Yerro en la novela, pero no olvidemos el caso del celecanto, que se dio por extinto desde el Cretácico… hasta que se pescó uno en Sudáfrica en 1938.

Mokele Mbembe
Mokele Mbembe

P: ¿Qué puede encontrar el lector de Espacio Misterio en Revolution?

Es una novela de aventuras en toda la extensión del término. En primer lugar, es muy entretenida. Pareciera que esta fuera una cualidad menor, como reñida con una posible calidad literaria, pero a mí me parece que a una novela puede y debe pedírsele que te atrape, que te subyugue, que te emocione, que te interese y que, en resumen, consiga que no quieras poner Netflix esa noche porque ya te lo estás pasando demasiado bien.

¿Está el hombre condenado a la maldición de un corazón oscuro en el que, al final, son los instintos primarios los que gobiernan?

Luego, tiene cosas que a mí me parecen interesantes. La novela bebe de fuentes antiguas: su prefacio es un extracto del diario de Kurtz, aquel personaje hipnótico del Corazón de las Tinieblas que era un adalid del mundo moderno y de la justicia en medio de aquella selva, hasta que se convirtió en todo lo que aborrecía. Retomo su historia y la cuestión que planteaba Conrad y la traigo al día de hoy: ¿está el hombre condenado a la maldición de un corazón oscuro en el que, al final, son los instintos primarios los que gobiernan? ¿No hay una esperanza de trascender todo eso y convertirnos realmente en seres civilizados? Veamos qué sucede cuando llevemos a nuestros personajes al límite en un lugar en el que no hay reglas, porque no hay jueces ni civilización, y que se ve además agitado por el conflicto de una revolución armada que se pone en marcha.

La ciencia también me interesa, antes de novelista fui biólogo y divulgador científico, pero no como algo denso y engolado sino como una manera de entender el mundo. Cuando nos enfrentamos a lo desconocido, como le sucederá a Yerro en esa selva, la ciencia es la que le puede decir a uno si está soñando o está despierto, y cómo puede encajar una pieza extraña en el esquema grande de las cosas. Para nosotros, que no estamos tan avezados como Yerro, la ciencia nos permitirá descubrir por qué es importante proteger aquellos lugares de alta biodiversidad y qué es lo que los hace tan especiales, y conoceremos también de primera mano qué intereses son los que los acechan y quienes y cómo van a por ellos. Y también, y esto es digno de verse, qué hará Mario para detenerlos. 

Portada Revolution
Portada de Revolution (Algaida, 2021), de Fernando López del Oso

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Sobre el autor
autor Jesus Ortega

Periodista. Dirige y presenta el programa radiofónico El Dragón Invisible (Radio Castilla-La Mancha) y forma parte del equipo de El Colegio Invisible (Onda Cero).

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