¿Es Nessie un plesiosaurio?
El descubrimiento de una serie de fósiles en África puede dar un vuelco al enigma del famoso críptido del lago Ness
La criptozoología tiene a su más célebre representante en Nessie, el monstruo del lago Ness. Como en tantos otros fenómenos anómalos, hay una gran discrepancia entre lo que señalan los estudios científicos y los testimonios humanos. Mientras que cada año aumenta la lista de testigos que afirman haber contemplado al enigmático inquilino escocés, especialmente en verano, las más recientes investigaciones no terminan de encontrar huellas firmes de su presencia. El reciente análisis del ADN ambiental de las aguas efectuado por la Universidad de Otago (Nueva Zelanda) identificó numerosas especies de animales, algunas intrusivas, pero ninguna los suficientemente exótica o llamativa como para asociarla al monstruo. Sin embargo, un reciente estudio ha venido a dar cierto aliento al mito. Al menos, concederle una pizca de plausibilidad histórica, aunque quizá no tanto en el presente como en el pasado remoto.
LA RESPUESTA ESTÁ EN LOS FÓSILES
El principal candidato a ser Nessie ha sido el plesiosaurio. Un reptil marino de cuello largo cuyos primeros fósiles fueron hallados en 1823. Su forma ciertamente coincide con muchos de las observaciones asociadas al lago Ness. Sin embargo, el mayor problema de este dinosaurio es que únicamente vivía en el mar, no en agua dulce como almacena el lago escocés. Pues bien, un descubrimiento realizado en Marruecos puede haber acabado con esta suposición científica.
Un equipo de la Universidad de Bath y de la Universidad de Portsmouth, en Reino Unido, junto con investigadores de la Universidad Hassan II de Marruecos acaban de publicar en la revista Cretaceous Research los análisis de unos pequeños fósiles de plesiosaurio procedentes de un río africano del Cretácico. Según informa la propia Universidad de Bath en su web, "los fósiles incluyen huesos y dientes de adultos de tres metros de largo y un hueso del brazo de una cría de 1,5 metros. Insinúan que estas criaturas vivían y se alimentaban habitualmente en agua dulce, junto a ranas, cocodrilos, tortugas, peces y el enorme dinosaurio acuático Spinosaurus. Estos fósiles sugieren que los plesiosaurios estaban adaptados a tolerar el agua dulce e incluso podían pasar allí su vida, como los actuales delfines de río".
Estos animales habrían sido capaces de vivir indistintamente en ambientes fluviales como marinos
El hallazgo vendría a fundamentar la hipótesis de que estos animales habrían sido capaces de vivir indistintamente en ambientes fluviales como marinos, adaptación no tan extraña, puesto que una tolerancia similar al agua dulce y salada se da en determinadas ballenas como la beluga. Con todo, los científicos son prudentes y esperan que nuevas pesquisas confirmen sus suposiciones: "No lo sabemos, sinceramente. Así es como funciona la paleontología. La gente se pregunta cómo pueden los paleontólogos saber algo con certeza sobre la vida de animales que se extinguieron hace millones de años. La realidad es que no siempre podemos. Hacemos conjeturas basadas en la información que tenemos. Encontraremos más fósiles. Tal vez confirmen esas suposiciones. Tal vez no".
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