El verdadero rostro de Jesús
Realizamos un recorrido por la historia para ver cómo ha evolucionado el rostro de Jesús en el arte, la ciencia forense y la IA
Así interpreta el rostro de Jesucristo el laboratorio independiente de investigación Midjourney, capaz de crear imágenes a partir de descripciones textuales a través de la Inteligencia Artificial.
La imagen de Jesús ha ido evolucionado a lo largo de los siglos, desde los primeros iconos bizantinos hasta las pinturas renacentistas. La tradición artística ha moldeado su figura de acuerdo con los cánones estéticos y culturales de cada época, pero, ¿cómo fue realmente su rostro?
Gracias a avances científicos y estudios recientes, se ha intentado reconstruir la verdadera apariencia del Jesús histórico, y la Sábana Santa de Turín ha sido una de las claves principales en esta búsqueda.
Las primeras representaciones cristianas de Jesús, halladas en catacumbas romanas, lo muestran como un joven imberbe con aspecto helenizado. No fue hasta la época bizantina que se estableció el modelo icónico de Cristo con cabello largo, barba y facciones alargadas. Durante la Edad Media, estas representaciones se consolidaron, y en el Renacimiento artistas como Leonardo da Vinci y Miguel Ángel lo retrataron con una belleza idealizada, acorde a los estándares europeos.
Sin embargo, estas imágenes distan mucho del Jesús histórico. De acuerdo con historiadores y antropólogos, como Joan E. Taylor, no hay descripciones físicas en los evangelios que permitan conocer con certeza su aspecto. Los primeros cristianos estaban más preocupados de registrar las ideas adecuadamente que de saber cómo era físicamente. Los Evangelios solo establecen que tenía alrededor de 30 años cuando murió poco más. Lo que sí es seguro es que, como judío del siglo I en Judea, Jesús probablemente tenía piel morena, una estatura baja en comparación con los estándares actuales y el cabello corto y rizado, siguiendo las costumbres de su tiempo.
La reconstrucción ¿científica?
En 2001, el científico forense Richard Neave, desafió la imagen tradicional de Jesús cuando, mediante técnicas de reconstrucción facial, presentó un rostro de cómo pudo ser Cristo basándose en tres cráneos de judíos del siglo I. Su recreación mostró a un hombre de tez oscura, con rasgos semitas pronunciados y cabello corto, muy diferente a las versiones artísticas predominantes. Esta reconstrucción generó polémica, pues muchos creyentes estaban acostumbrados a la imagen occidentalizada del Mesías. La polémica estaba servida porque las partes blandas, labios, mejillas y orejas, por ejemplo, o la longitud del pelo, son interpretables, obedecen a criterios subjetivos, como sucede con el aspecto de los dinosaurios que aún se debate si plumas o piel de reptil.
El diseñador gráfico Cícero Moraes, especialista en reconstrucción facial forense, creó una imagen aún más grotesca de Jesús a pedido de la BBC Brasil.
En su opinión, considerando la tez de personas de la región y, principalmente, analizando la fisonomía de los hombres del desierto, que viven bajo un sol intenso, Jesús tuvo que ser moreno. Además, la apariencia aceptable para un hombre era que llevara la barba afeitada y el cabello corto. Como detalla la Epístola a los Corintios, el apóstol Pablo escribe que "es una deshonra para el hombre tener pelo largo", por lo que, en ópinión del artista brasileño, Jesús no habría llevado el cabello largo, como suele ser representado.
Moraes, es un diseñador 3D de origen brasileño que, a través de programas de código abierto como InVesalius o Blender, se ha convertido en una referencia en el campo de la reconstrucción facial forense en Brasil. La polémica le persigue, no solo por la representación de este Jesús que parece salido de las playas de Copacabana, sino por decir que la Sábana Santa de Turín es un tampón realizado con tinte bermellón, cuando no hay tintes en la Síndone.
Última aproximación: La IA
Uno de los objetos más estudiados para determinar la apariencia de Jesús es la Sábana Santa de Turín, De ser auténtica estamos frente a la tela que envolvió el cuerpo tras la crucifixión. Aunque su autenticidad ha sido debatida, recientes estudios de científicos italianos sugieren que su datación es compatible con la época de Jesús, lo que la convierte en una suerte de "fotografía" o modelo a seguir.
El último intento por recrear su rostro ha sido sacando los datos de esta reliquia a través de Inteligencia Artificial. Mediante el software Midjourney se analizó la imagen de la Sábana Santa, extrayendo detalles y reinterpretando las facciones con un realismo impresionante. El resultado muestra a un hombre de aspecto austero, con barba y rasgos marcados, en una imagen que busca aproximarse lo más posible al Jesús histórico.
Face of Jesus? AI recreates stunning likeness of Shroud of Turin image that many believe to be Christ
byu/South-Spray inmidjourney
A juzgar por la imagen que el generador de IA Midjourney arrojó el rostro de Cristo tiene pelo largo y fluido. También tiene barba, similar a diversas representaciones renacentistas. Como los datos proceden de la Sábana Santa, el cuerpo, delgado y aparentemente débil, muestra gotas de sangre y varias marcas de cortes y cicatrices provenientes de su Pasión.
Aunque la Iglesia no afirma con certeza que el Sudario sea el objeto que cubrió el cuerpo de Jesús, muchos especialistas consideran que la misteriosa imagen que muestra la síndone encaja al 100% con los sucesos narrados en la Biblia y hay elementos científicos que contradicen la datación establecida por el Carbono 14 que la situaba en la Edad Media.
En espaciomisterio hemos tratado de refutar la interpretación de Midjourney mediante el generador de imágenes DALL.E de OpenAI y Firefly de Adobe proporcionándole las mismas instrucciones. El resultado -como muestra la imagen superior- ha sido distinto.
Hay que resaltar que ha sido muy complicado vencer las limitaciones de política de contenido que impide recrear magulladuras o heridas pero, el resultado es impresionante y nos sirve para reflexionar.
La imagen de Jesús ha sido moldeada por el arte, la cultura y la fe. Sin embargo, los avances científicos permiten acercarnos más a la realidad histórica de su aspecto. Desde la reconstrucción de Richard Neave hasta el uso de inteligencia artificial basado en la Sábana Santa, cada intento de descubrir su verdadero rostro nos acerca un poco más al hombre que hay detrás de la figura religiosa.
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