El Vaticano presenta un observatorio de Apariciones Marianas

La Pontificia Academia Mariana presentó a principios de mayo en Roma un Observatorio Internacional sobre Apariciones y Fenómenos Místicos con el objetivo de crear una base de datos mundial sobre estos inquietantes fenómenos sobrenaturales y compartir sus estudios.

Sólo en Italia han sido miles las personas que, en las últimas décadas, han declarado haber tenido revelaciones privadas de la Virgen, pero sólo unas pocas han sido reconocidas por la Iglesia. 

Para la directora del Comité Científico, Sor Daniela Del Gaudio, “los verdaderos videntes son gente sencilla y no lucran con el dinero”. Y, según recoge una publicación del Vaticano, "Nuestra ambición es ayudar a formar un conocimiento crítico".

El nuevo Observatorio recogerá datos y estudios sobre las apariciones en todo el mundo

Las Apariciones de El Escorial (Madrid) no han sido reconocidas

Presidido por el franciscano Stefano Cecchin e integrado por mariólogos y estudiosos de la mariología, el nuevo Observatorio recogerá datos y estudios sobre las apariciones en todo el mundo, sin descuidar sus implicaciones sociológicas, mediáticas y científicas.

"Hay que proteger a las personas de los engaños, de las estafas y también de los intentos de plagio porque a veces un falso vidente con la excusa de dar un mensaje de la Virgen o de Dios, puede realmente plagiar a las personas y condicionarlas", reitera sor Del Gaudio,

La aportación del Observatorio, precisa la información del Vaticano, "es sólo de estudio y profundización cultural y educativa" y en ningún caso pretende sustituir a la Comisión Diocesana y al obispo, que es el encargado de publicar la conclusión final. 

Cuando hay lucro se puede dudar de la veracidad de las apariciones y mensajes

Recordando el de Bernadette Soubirous que protagonizó las apariciones de Lourdes, cuando "hay lucro se puede sospechar de la veracidad", subraya la nota, y menciona que "cuando los santos hacían la multiplicación de los alimentos, lo hacían en tiempos de hambre, por una necesidad concreta y sobre todo lo hacían con gran humildad, maravillándose de la bondad de Dios que intervenía de esta manera extraordinaria".

Del perfil de los videntes explican que son personas sencillas, humildes, porque esto favorece mejor la comunicación del mensaje de la Virgen.

En la historia de la Iglesia son muy pocas las apariciones reconocidas. Destacan la de la Virgen del Pilar, en el año 40 en Zaragoza; la de Nuestra Señora de Guadalupe, en México en 1531 protagonizada por Juan Diego, que fue llevado a los altares; Las apariciones de La Salette, en Francia que protagonizó Melanie C. y Maximin G., aprobadas en 1851; Las mencionadas apariciones de Lourdes (Francia) a Bernardete Soubirous, fueron aprobadas en 1862 y, finalmente, las de Nuestra Señora del Rosario en Fátima, protagonizadas por Sor Lucia, y los Beatos Jacinta y Francisco Martto, que si bien tuvieron lugar a partir de 1917 no fueron aprobadas por la Iglesia hasta 1930.