Un templo Budista en el espacio
Los sacerdotes de un templo Budista en Japón unen fuerzas con una empresa de satélites para poner en órbita el primer templo religioso en el espacio.
Fundado en el año 874, el templo Daigoji pertenece a la secta budista Shingon, una de las principales en Japón y de las más importantes en lo que se refiere a escuelas esotéricas o tántricas fuera de la India y el Tibet. Los sacerdotes de este templo situado el sur de Kioto y declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, pretenden dar un salto al futuro instalando un templo en el espacio.
En colaboración con la empresa desarrolladora de satélites Terra Space, los responsables del templo Daigoji planean poner en órbita un pequeño satélite del tamaño de “un joyero” que incluiría en su interior una mini estatua de Buda y diferentes mandalas. Ha sido bautizado como Templo de Jyotenin Kalpa, que vendría a significar “cielo puro”, y estaría llamado a ser el primer templo religioso en el espacio.
Se realizarán oraciones y 'servicios espaciales' a distancia para promover la paz
“En el pasado, las personas tenían un templo en su vecindario al que podían ir con regularidad. Sin embargo, con tantas personas mudándose a otros lugares, así como con la pandemia de coronavirus, eso se ha vuelto difícil. Queríamos construir un templo al que la gente pudiera acceder fácilmente", explica Sadahiro Kitagawa, presidente de Terra Space. Asimismo, en la web del proyecto aclaran que “la gente de la tierra, cuyas acciones se han globalizado, también necesitan un Buda que vele por toda la tierra desde la perspectiva del universo”.
La idea es que los sacerdotes del templo Daigoji, impulsores de esta curiosa iniciativa, realicen “servicios espaciales” de forma remota que promuevan la paz y la humanidad desde el templo de Kioto para aquellos que se postulen en línea. Las oraciones se enviarán al templo espacial y quedarán guardadas en su memoria.
La intención es enviar un satélite de prueba para 2022 y el satélite con templo incorporado en 2023. Más allá de su función religiosa, se espera también que el “templo espacial” –cuya sala espiritual ocuparía solo la mitad del satélite– facilite la verificación de bienes culturales y daños en caso de desastre en áreas montañosas donde no hay acceso a Internet o cobertura.
El principal obstáculo en estos momentos sería el de la financiación. Están valorando opciones para costear el proyecto, muy caro a pesar de que los precios de estas empresas se han reducido un poco en los últimos años. La idea es “vender guardias espaciales, orar por el lanzamiento exitoso de cohetes, oraciones espaciales, etc. por la seguridad de los viajes espaciales y las actividades espaciales, y planeamos usar las ganancias como base”, tal y como apuntan en su web.
Aunque se encuentran en una fase poco avanzada, ya han comenzado las oraciones por este proyecto. Ni siquiera se sabe desde dónde se realizaría el lanzamiento de este templo/satélite, aunque tienen en mente candidatos como Japón, India, China, Rusia o Estados Unidos. Se colocaría a una altitud de 450 km donde orbitará la Tierra cada 90 minutos. No conviene olvidar que la vida útil de un satélite es de unos pocos años, alcanzando los 10 como mucho. Llegado ese momento, el templo “se convertirá en una estrella fugaz en la atmósfera de la Tierra y se consumirá, y se convertirá en parte del universo. En ese sentido, estará con nosotros para siempre”
Comentarios
Nos interesa tu opinión