Stingy Jack: El origen de la calabaza de Halloween

Apaguen las velas y escuchen todos, la leyenda irlandesa de Stingy Jack (El Tacaño Jack). La historia nació en el siglo XVII y dice que una escoria social de nombre Jack, gustaba de comer nabos asados. En el pueblo era bien conocido por mentiroso y manipulador, a tal grado que el mismo diablo quería ver con sus propios ojos si estaba a la altura de su reputación.

Cierta noche en que Jack deambulaba borracho, halló a Satanás quien había llegado por su alma. Jack le pidió que le permitiera beber una última cerveza antes de partir. Satanás lo acompañó al bar más cercano y Jack bebió botella tras botella de todo tipo de alcohol. Estando satisfecho y llegada la hora de pagar, Jack convenció al demonio de convertirse en la moneda de plata conocida como “Satán” para pagar.

El diablo se convirtió en moneda. Jack la metió a su bolsillo y para sorpresa del demonio, un crucifijo que Jack guardaba ahí le impedía retomar su forma. ¡Jack en realidad era un mentiroso manipulador que intercambió 10 años más de vida a cambio de liberar a Satán! Pasados los diez años, ocurrió exactamente lo mismo con una manzana. Cuando el diablo trepó por una manzana a un árbol, Jack había rodeado la base con crucifijos e hizo prometer al demonio que cuando él muriera, nunca lo llevaría al infierno.

Cuando la bebida finalmente mató a Jack, ascendió al cielo donde le negaron la entrada por obvias razones. Debía primero purgar condena en el infierno si quería subir. Pero Satanás cumple sus promesas y nunca le permitió entrar. ¿Y a donde iría? – Vuelve por donde viniste – dijo Satán.

Dicen que los muertos ven nuestro mundo como un sitio frio y ventoso. Por eso cuando Jack le pidió algo con que alumbrarse, Satán le dio un nabo hueco con una brasa del infierno para que todo el mundo supiera que pertenecía al inframundo. Por eso Jack deambula todas las noches con una linterna de nabo por la eternidad. Así explicaban los irlandeses, los fuegos fatuos que solían verse las noches cercanas a la víspera de los espíritus, al Hallows Eve; al Halloween.

La tradición exigía escarbar un nabo para alumbrarlo con una vela y confundirse entre los espíritus para que estos no hiciesen daño

Jack el tacaño portaba un nabo hueco con una vela que usaba como linterna

La tradición exigía escarbar un nabo para alumbrarlo con una vela y confundirse entre los espíritus para que estos no hiciesen daño aquella macabra noche.

Alrededor de 1840 gran parte de la población irlandesa dependía de la cosecha de patata. Por eso cuando unos barcos del Perú llegaron con restos de esporas de la plaga de tizón tardío, esta se esparció arrasando todo a su paso. La situación política y social de Irlanda, la sumió en una profunda hambruna que acabó con poco más de un millón de personas.

Quienes sobrevivieron, intentaron huir de la miseria. Por eso entre 1845 y 1849 una migración masiva de irlandeses llegó a América (Estados Unidos y Canadá). Y con ellos la tradición católica de la víspera de Todos los Santos. Pero las comunidades religiosas norteamericanas que descendían de la caza de brujas, vieron con malos ojos la forma impune en que se hablaba de muertos, fantasmas y brujería; así que cuando la tradición irlandesa se mezcló, las familias nobles decidieron celebrar la fiesta como algo familiar y sin supersticiones.

Las calabazas eran más grandes y en consecuencia mejores para ser usadas como lámpara 'decorativa'

Las calabazas, al ser más grandes, albergan mejor las velas

Se enfocaron en hacer juegos para las familias y comer alimentos de temporada en un intento por alejar todo lo grotesco de la celebración. Eso incluía cosechas propias del otoño: frutas secas, manzanas caramelizadas o calabazas. Las calabazas eran más grandes y por lo tanto mejores para usarlas como lámpara “decorativa” en vez de los nabos tradicionales (y además eran más fáciles de tallar). Así la fiesta estadounidense perdió gran parte de las supersticiones católicas.

Jack – O – Lantern es el nombre de estas linternas nocturnas emanadas de la superstición. Apaga la vela y escucha con atención: esta es la historia de como la nación protestante que pretendía eliminar las supersticiones paganas las esparció por todo el mundo y las convirtió en una tradición…