Oscura Navidad: El siniestro gato Jólakötturinn
En Islandia, regalar ropa nueva en Navidad es un acto de vida o muerte. Se encarga de vigilar el Jólakötturinn
Recibir ropa nueva en diciembre, es una tradición que para el antiguo mundo occidental significó la renovación y el rejuvenecimiento. Pero durante el siglo XIX en las comunidades islandesas, regalar ropa nueva era un acto obligatorio para evitar la muerte. Un extraño críptido era el encargado de vigilar el acto. Esta es la historia de Jólakötturinn:
Dicen que la ogresa Grýla tiene una mascota temible. Es Jólakötturinn “el gato de Yule”, un gato que describen de un tamaño descomunal. Lo único que se conoce de él, son sus enormes ojos que asechan a través de las ventanas. Por eso no se sabe su color exacto; dicen que es negro como su alma o blanco para confundirse con la nieve. Se escuchan sus garras arañando las paredes y su ronronear entre las calles. Pero su comportamiento más extraño es aparecer únicamente durante la noche de Navidad para ver a través de las ventanas, quienes han recibido ropa nueva y quienes no. Si alguien no recibió ropa nueva, el gato de Yule lo devorará.
Durante la noche Nochebuena el siniestro gato se para a ver por las ventanas quienes han recibido ropa nueva y quienes no
Aunque las leyendas y mitos de Grýla son ancestrales, la historia del gato no lo es tanto. De hecho tiene un origen muy peculiar y moderno. Dos versiones se barajean para develar su existencia.
La primera afirma que es una leyenda de la era industrial islandesa. Esta historia se habría corrido como una broma entre los trabajadores para que durante el otoño se pudiese procesar la lana más rápido con el fin de que los patrones los recompensaran con una prenda nueva en Navidad. Ahí se encuentra la razón por la cual el gato se fija en la ropa. Según la usanza, el recibir ropa nueva quería decir que la persona había sido trabajadora a lo largo del año y al no tener dicho regalo en Navidad, merecía un castigo por parte del gato.
¿Pero porqué come gente? Ahí viene la segunda versión, que dice que el verdadero inventor del gato fue el poeta Jóhannes úr Kötlum, quien en 1932 publicó “Yuletide-lads”. Este canónico libro agrupa el folclor invernal islandés de los seres que aparecen durante Yule. Uno de los poemas narra la historia del gato. Dicho poema (grabado por Björk en 1987 como la canción “Christmas Cat”) menciona que vaga hambriento cazando hombres en vez de ratones. Que como castigo se comía toda su comida pero como nunca se sentía satisfecho, acababa por devorar a las personas también. Por esa razón las familias hacías esfuerzos descomunales para regalar aunque sea un par de calcetines en los peores tiempos de guerra y hambruna.
El gato descomunal adorna las calles la noche de Navidad en Islandia
Jólakötturinn sigue siendo un personaje temido y amado del folclore islandés. Y si bien es difícil creer que un gato descomunal ronda las calles la noche de Navidad devorando personas, ha permitido el surgimiento de una nueva superstición que cobra eco en las casas, más benévola pero insólita. Los gatos espían a la gente a lo largo del año para ver cómo se comportan, y si han sido malas, la noche de navidad atacan devorando la comida, rasgando las cortinas, destrozando las decoraciones o rompiendo regalos no merecidos. Para esta versión, el gato de Yule existe, y no vive con Grýla; se encuentra como una inocente mascota en nuestro propio hogar.
Jólakötturinn, interpretado por Regína Ósk
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