Muere a los 4 años mientras intentaban expulsar "un demonio" de su cuerpo

La sombra del demonio es alargada. Prueba de ello son las noticias que nos llegan cada cierto tiempo. El último crimen en nombre de Satán se produjo el pasado 20 de diciembre de 2020 en Cole Camp, Misuri (EEUU). Al menos, así lo sospechan las autoridades a cargo de la investigación. La víctima fue una niña de 4 años, golpeada ferozmente y sumergida en un lago helado, aparentemente como parte de un exorcismo para expulsar al demonio de su cuerpo, según informa Chicago Tribune.

Los detenidos son Ethan Mast, de 35 años, y Koutney Amen, de 21, vecinos de la joven víctima. Según James Mast, padre de la pequeña (que nada tiene que ver con los arrestados), sus vecinos llevaban semanas golpeando a su hija y amenazándolo con dispararle si intervenía. Mary Mast, madre de la víctima, y su hijo de dos años también fueron golpeados por la pareja, siendo traslados al Hospital Regional de Bothwell, en Sedalia, para recuperarse de las heridas y golpes.

La razón para permitir estos episodios de violencia parece haber sido que Ethan y Kourtney les habrían dicho que Mary tenía el demonio dentro y, de no hacer nada al respecto, sus hijos también acabarían poseídos por el maligno. Además, los detenidos anularon la voluntad de James y Mary Mast afirmando que, si ellos intervenían o se negaban a las agresiones, estarían cometiendo un gran pecado.

Los agentes encontraron a la niña de madrugada, en su casa, envuelta en una manta rosa, ya sin vida, cubierta de moratones desde el cuello hasta los pies, según la declaración de causa probable. La víctima fue golpeada con un cinturón de cuero y sumergida en un lago helado situado tras la casa.

La comunidad y los investigadores involucrados están destrozados y no alcanzan a comprender cómo puede llegarse a estas situaciones a causa de las ideas religiosas. Los comentarios sobre el demonio y el hecho de que la fallecida, sus padres y los detenidos compartiesen centro religioso, ha llevado a los investigadores a considerar el exorcismo como posible móvil. De ser así, esto podría traducirse en una reducción de la pena alegando problemas mentales o alucinaciones durante los hechos, algo que ya ha sucedido en otros casos similares, en los que la mención al demonio ha sido interpretada como síntoma de trastorno.