Los mitológicos seres de la oscura Navidad
Brujas, demonios, monstruos y duendes malvados son el otro rostro de la Navidad
Antes del calentamiento global, antes de que la reina Victoria popularizara el arbolito, antes de que Santa aterrizara en el Polo Norte, incluso antes de los pesebres, el invierno fue una temporada agresiva y oscura en donde se creía que los espíritus más poderosos podían acceder al mundo terrenal.
En la Europa precristiana, existieron muchos mitos relacionados al solsticio de invierno. Fue en los sitios más fríos donde resguardarse en casa se volvía obligatorio, pero quedarse inmóvil descansando junto a la chimenea no era aceptable. Hacerlo implicaba el acecho de la miseria, el hambre, el frío y la muerte. Por eso surgieron mitos sobre espíritus que advertían sobre la inmovilidad al inicio del invierno. Pero muchas veces la simple advertencia no servía de mucho.
Aunque cada personaje difiere en características y origen, comparten una historia en común. A la llegada del cristianismo surgió el primer drama medieval en el siglo XII, la historia de las Tres Filiae. Según el canto, tres jovencitas en la miseria, estaban a punto de ejercer la prostitución por recomendación de su padre, para pagar su dote de matrimonio, hasta que San Nicolás lo supo. Para evitar que lo hicieran, una noche dejó un regalo de oro bajo sus almohadas, surgiendo así el mito del santo que recompensa.
Por otro lado surgió el canto de los Tres Clerici. Según el canto medieval, tres jóvenes estudiantes pararon en una posada donde un posadero o un carnicero, conspiró para matarlos y robar sus pertenencias. Al lugar llegó San Nicolás disfrazado de mendigo, pidiendo comida hecha con el contenido del barril donde los jóvenes yacían desmembrados. De ese modo lograba que el asesino revelara su crimen y San Nicolás devolvía a la vida a los jóvenes.
En la cosmovisión cristiana, los seres malévolos no son solo viejas deidades paganas
Con la creencia cristiana de que la corte celestial no podía castigar a los humanos, en un doble esfuerzo por evangelizar y satanizar a los dioses paganos, las viejas deidades se transformaron en demonios y seres oscuros. La tradición oral afirmaba que el padre proxeneta o el posadero asesino, lograba el perdón a cambio de acompañar a San Nicolás para hacer el trabajo sucio. Entonces se transformaban en ogros, duendes y demonios. Así, mientras las figuras cristianas premiaban a quienes cumplían los preceptos católicos, las paganas castigaban.
Para lograr la efectividad pedagógica, la gente popularizó sus historias en festivas tradiciones rituales; rituales tan apegados que siguen vigentes. Así en Inglaterra una espectral figura encapuchada con cráneo de caballo sale en desfile bajo el nombre cristiano de Mary Lwyd, mientras un desfile de demonios Krampus invade los alrededores de los Alpes.
En la cosmovisión cristiana, los seres malévolos no son solo viejas deidades paganas. También lo son los desconocidos, los esclavizados o los enemigos de la fe. En la Rusia ortodoxa es una vieja bruja llamada Babushka (que durante el comunismo se transformó en una venerable viejecita), mientras en Bélgica son los esclavos africanos que secuestran niños para llevarlos a España encarnados en el personaje de Zwarte Piet.
En Bélgica son los esclavos africanos los que secuestran niños para llevarlos a España
Todos buscan castigar la inmoralidad. En Turquía buscan a los adúlteros, en Japón a los perezosos, en Colombia a los traviesos y en Islandia a los que no guardan las ovejas en el establo. Son seres que aunque el siglo XX ocultó bajo un manto de blanca Navidad, sin espantos ni temores; aún asechan en el imaginario de ciertas regiones.
Se acerca la noche invernal y trae más que luces de colores. Hay trolls, ogros, demonios, genios y hasta un gato negro descomunal. En los días siguientes narraremos las leyendas de estos seres espectrales para escuchar sus historias, sus orígenes, sus supersticiones y recordar los temores de quienes vivieron antes que nosotros. Esta será una oscura navidad.
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