LA CARA OCULTA DEL SATANISMO
Janire Rámila Según fuentes oficiales, en España actúan más de cincuenta sectas consideradas satánicas, en cuyo seno se distribuyen alrededor de 6.000 acólitos y simpatizantes. Aunque suele asociarse a estos grupos con siniestros y sangrientos rituales –que suelen reflejarse a las páginas de sucesos–, el «culto al Diablo» posee otras vertientes menos conocidas pero quizá mucho más interesantes. google_ad_client = "ca-pub-5337588033202877"; google_ad_slot = "4290309979"; google_ad_width = 200; google_ad_height = 90;
Pagan un precio terrible. Nunca más llegan a tener paz y son brutalmente castigados aún después de su muerte». Éste es el grito de alerta que la mexicana Cristina Kneer de Vidal realizó al mundo en 2002, advirtiendo de la situación que sufren miles de adeptos una vez entran en alguna de las numerosas sectas satánicas que actúan en el mundo. Esta mujer, antigua acólita de uno de estos grupos, ubicado en la localidad de Sonora, aseguró haber presenciado no sólo el sacrificio de animales, sino también el de niños de los que previamente habían abusado «para ser despojados de su pureza». «A las víctimas se las sacrifica extrayéndoles el corazón, que es comido entre los presentes; luego el cuerpo es quemado. Para los satanistas es muy fácil deshacerse de los cadáveres, porque los celebrantes son personas muy importantes e influyentes», asegura Kneer de Vidal. Las declaraciones de esta ex satanista fueron ampliamente difundidas por numerosos medios de comunicación mundiales, no sólo por lo impactante de su contenido, sino también por tratarse de una de las pocas ex adeptas que se atrevía a hablar en público. Sin embargo, ¿cuánto hay de verdad en sus revelaciones? ¿Realmente son tan sanguinarias estas sectas? ¿Ser satanista implica pertenecer a un grupo cerrado? Todas ellas son preguntas que ni los expertos en la materia aciertan a responder con certeza, tal es el grado de hermetismo que rodea a este oscuro mundo (Continúa en AÑO/CERO 245).
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