El fantasma de Wentworth Woodhouse
El fantasma de Wentworth Woodhouse es para los testigos un espíritu infantil que ha sido grabado por los investigadores en uno de los pasillos del impresionante edificio. Un lugar cargado de historia… trágica.
Wentworth Manor se encuentra al sur de Yorkshire y está considerada la casa más grande del Reino Unido, cuando hablamos de una residencia privada, ya que palacios como Buckingham o Valmoral son propiedad del estado. Su historia da comienzo en el año 1693 cuando fue edificada por el marqués de Rockingham, el primero de su marquesado. Fue concebida como casa de campo, y por sus más de trescientas habitaciones han pasado artistas, políticos, reyes… En definitiva hombres y mujeres que han dirigido el destino de la humanidad en sus más diversas facetas a lo largo de más de tres siglos. Por eso entre sus paredes han quedado, como un recuerdo invisible, las tragedias y las alegrías, las conspiraciones y las estrategias, las condenas y los perdones de este tiempo.
Dicen en Escocia que una casa, o palacio, o castillo pierde categoría si no tiene fantasmas. Aquí sucede lo mismo, porque da la sensación de que ese pasado tan cargado de sentimientos, a veces se manifiesta si se pulsa el resorte adecuado. Y eso es algo que han hecho muy bien los miembros del equipo de exploradores paranormales Soul Reapers. Ante los testimonios de quienes se han acercado hasta este lugar, desde hace una década caído en el abandono, que hablan de extraños sonidos, de luces en la noche o de misteriosos aparecidos, han decidido llevar a cabo una investigación. Y es entonces cuando sus cámaras han captado, al fondo de un largo pasillo casi a oscuras, la figura macabra de lo que parece ser un niño que lo atraviesa y que se desplaza de un lado a otro hasta que se sitúa delante del camarógrafo.
Mark Vernon, miembro de este equipo, asegura que «en el video se puede ver a una figura oscura que está de pie mirando al operador de cámara. No lo vimos hasta que después revisamos todo el metraje. Tuvimos mucha suerte, solo habíamos estado allí durante unos dos minutos antes de atrapar esto», afirmó. Antes de acudir al lugar habían «escuchado algunos informes de fantasmas que se aparecen allí, y de personas que habían decidido no volver más después de verlos. Definitivamente parece ser el caso», finaliza.
Para llevar a cabo la investigación el grupo de expertos utilizó sensores de movimiento que repartieron por parte de los 23.000 m2 del edificio, cinco cámaras de vídeo y grabadores digitales para captar psicofonías.
Cuando se encontraban situando los equipos, de repente, una de las cámaras empezó a emitir un sonido muy desagradable, como «un gruñido», y en ese instante se grabó la imagen del pequeño en el pasillo. «Uno de los miembros del equipo se dirigió a otra habitación cuando le gruñeron. Parecía bastante desagradable, así que estábamos concentrándonos en eso cuando de repente apareció el fantasma del niño». Desde entonces «he vuelto varias veces durante el día, pero aún no he encontrado nada. Estamos planeando regresar por la noche con todo el equipo», finaliza Vernon.
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