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17/07/2024 (08:00 CET) Actualizado: 17/07/2024 (08:00 CET)

Esciapodos, los misteriosos monstruos de un solo pie

¿Quiénes son los monstruos de un solo pie que habitan en la lejanía?

Mario Yaír TS
17/07/2024 (08:00 CET) Actualizado: 17/07/2024 (08:00 CET)
Representación de un esciápodo
Representación de un esciápodo

Lo otro es extraño, diferente, desconocido y lo más importante: peligroso. En la edad media, el encuentro con “los otros” que eran todos aquellos habitantes alejados del cristianismo, eran motivo de leyendas y descripciones exageradas que dieron origen a muchos monstruos míticos de la historia. Uno de esos curiosos seres es el esciápodo.

La primera aparición de los esciápodos se documenta en “Las aves”, obra de teatro del año 414 a.C., en la cual Aristófanes menciona que eran los vecinos raros del guía al inframundo, Sócrates. Cien años después, el explorador Escílax de Carianda aseguraba su existencia durante su viaje al río Indo.

Quien los describe es Plinio el Viejo en el año 77, cuando deja documentado por primera vez dentro de su “Historia Natural” que según Ctesias (en el texto “La India” que ya no existe), hay unos hombres en la India con una gran agilidad para saltar pues tienen una sola pierna. Les llamaban esciápodos del griego “skiapodes” que significa pie de sombra, porque solían descansar acostados elevando el pie al aire para darse sombra -como una sombrilla- en los días de mucho calor.

Debido a esta curiosa costumbre, la lógica de los científicos de la época dictaba que para poder darse sombra en el cuerpo con una extremidad corta como una pierna, significaba que su pie debía ser de enormes dimensiones.

Estos monstruos perduraron como símbolo de los peligros extranjeros en la edad media

Su ubicación varía; mientras Apolonio de Tiana confirma hablando con el sabio hindú Iarkhas que vivían en la India, Filóstrato citado por Eusebio decía que se extendían hasta el océano Etíope, en tierras a donde “solo se adentran los que se ven arrastrados contra su voluntad”. Estos monstruos perduraron como símbolo de los peligros extranjeros en la edad media. Cuando en el siglo IV, San Agustín se preguntaba si la descendencia de Noé habría engendrado hombres monstruosos, los describe contando incluso que ni siquiera podían doblar la rodilla.

Mapamundi, Beato de la Catedral de El Burgo de Osma
Mapamundi, Beato de la Catedral de El Burgo de Osma

El Beato de Osma, un códice relacionado con el apocalipsis, atribuido al Beato de Liébana, incluye un afamado mapamundi que muestra la separación sur del mundo (al lado derecho del mapa), con la presencia de un continente desconocido separado de Libia dominado por los esciápodos. De ahí que Isidoro de Sevilla comentara que la raza vivía en Etiopía. Y en el mapamundi de Walsperger, se les describe como seres que se protegían de la lluvia y no del sol.

Sin más noticia de estos humanoides, más que de monstruos que se hacen sombra con sus pies, los esciápodos (monopodos en el mundo anglo) se convirtieron en representaciones del mal. Si el cuerpo humano es bípedo y la postura vertical representa el orden y la virtud, la ausencia de pies era metáfora del desorden, el mal y el vicio. Obstáculos que los héroes debían enfrentar en sus viajes al exterior.

Por eso son representados en la arquitectura medieval religiosa como la columna de la iglesia de Sant Parize-le-Châtel en Borgoña, en un pilar de Souvigny en Auvernia o en el óculo de los vicios de San Juan en Laguardia. Pero la más famosa se encuentra en el Códice de Nuremberg junto con otros fantásticos seres. Los investigadores aventureros creen que la mezcla de ese ser, junto con otros, y el miedo a los sitios inhóspitos o inexplorados, pudieron ser el origen del monstruo occidental conocido como “pie grande”.

Esciápodo en un capitel de la cripta de Saint Parize le Châtel
Esciápodo en un capitel de la cripta de Saint Parize le Châtel

Si algo nos han enseñado las grandes supersticiones y mitologías del mundo es que muchos seres fantásticos hallaron su origen en animales, cosas y personas reales que se deformaron de boca en boca. ¿De dónde habría salido el esciápodo? Imposible saberlo. Solo se puede decir que a turistas y exploradores les ha llamado desde siempre la atención que existe un tipo de meditación de penitencia entre los ascetas hindúes Sadhu que consiste en alcanzar la iluminación meditando durante horas parados en un solo pie.

Sobre el autor
Mario Yaír TS

Titulado en Comunicación Audiovisual por la Universidad del Claustro de Sor Juana. Ha colaborado con Time Out México, Warp y Atlas Obscura. Es autor de la Guía Ciudad de México Insólita y Secreta de Editorial Jonglez. Es impulsor del proyecto digital Mapa del Muralismo Mexicano. Actualmente se dedica a la divulgación de la cultura y la recuperación de la memoria histórica por medio de la escritura y la fotografía. Lleva a cabo un proyecto de visitas guiadas por la Ciudad de México conocido como Tours Papiro. En su tiempo libre se dedica al arte y a la creación de obras relacionadas a los temas histórico sobrenatural.

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