Descubre cómo el 13 se convirtió en un número gafe
Muchos occidentales alteran su comportamiento el viernes 13. ¿De dónde arranca su fama de gafe?
La triscaidecafobia es el miedo irracional e incontrolable al número 13. Hay compañías aéreas que omiten esa fila, habitaciones de hotel que se saltan el número maldito y, para colmo, su coincidencia en el calendario con el viernes se considera un día de mala suerte en la mayoría de las culturas anglosajonas. ¿Por qué esa reputación? ¿Es solo una superstición o se basa en algún acontecimiento real?
Por supuesto que eventualmente pasan cosas malas en viernes 13, pero no hay evidencia de que lo hagan de manera distinta al jueves 12, o el sábado 14.
En el libro de Josep Guijarro, Más Coincidencias Imposibles expone casos reales de personas que por casualidad o “causalidad” habrían sufrido la influencia negativa del trece, así como algunas teorías de por qué ese número está gafado. Es el caso de la misión Apolo 13, en 1970, que tuvo que ser abortada antes de llegar a la Luna debido a un fallo técnico.
Hay consenso en que la mala fama del número 13 arranca en la última cena de Jesús
Hay cierto consenso en establecer el origen de la creencia reside en el pasaje bíblico de la última cena. El cristianismo asume que, Judas, el decimotercer invitado, fue el apóstol que traicionó a Jesús. Pero no solo el cristianismo demoniza al 13, en la mitología nórdica, también el dios Loki fue el decimotercero en llegar a una fiesta en Valhalla, donde engañó a otro invitado para que matara al dios Baldur.
Su asociación terrible con el viernes procedería del arresto a los caballeros Templarios que se produjo el viernes, 13 de octubre de 1307. Siete años más tarde, un grupo de ellos, incluido el Gran Maestre, Jacques de Molay, fueron quemados en la hoguera, lo que explicaría la razón por la que se considera de mala suerte el viernes 13.
El cine ha contribuido a perpetuarlo a través de la saga Viernes 13. Eso para los anglosajones porque, en la cultura hispana, el día de mala suerte es el martes, consagrado al dios de la guerra, Marte. En muchos martes "se produjeron algunas importantes derrotas de los moros a las tropas cristianas", según reza la web del Instituto Cervantes.
Hasta el año 1900 los escalones hasta el patíbulo en las horcas inglesas eran 13.
Como cualquier fobia, la tricaidecafobia es irracional y, además, propia de occidente ya que otras culturas asocian la mala suerte a otros números, en Japón es el 9 a causa de la similitud fonética de este número con la palabra "sufrimiento". Es el caso del cuatro (4) en China, que suena como "muerte" y tal es su influencia que se trata de evitar en matrículas y otras circunstancias. Los chinos incluso pagan una tarifa más alta para evitar en el 4 en su número de teléfono.
En la antigua Roma el número maldito era el 17, que en se escribía XVII. Según Stuart Vyse psicólogo, profesor y escritor especializado en pensamiento irracional y supersticiones, era un anagrama de VIXI, que puede traducirse como "he vivido", y por lo tanto, "estoy muerto".
Paradógicamente, el culpable de las pesadillas de muchos también sufre triscaidecafobia, me refiero al escritor Stephen King. En 1984, reconoció su miedo al número 13 en un artículo para New York Times y, pese a admitir que es “irracional”, destacó las tragedias de la historia que sucedieron un viernes 13. “Cuando escribo -asegura-, nunca me detengo si la página es la 13 o si es un múltiplo de ese número.”
King decía estar especialmente preocupado los años con tres viernes que caen en 13, a los que denominó “años de triple mala suerte”. El próximo año con tres viernes 13 llegará en 2026.
Aunque no afecta a todos por igual, incluso hay quien se siente agraciado por el 13. Es el caso de la cantante Taylor Swift nacida en día 13. Cumplió 13 años un viernes 13 y su primer álbum logró la certificación de oro en 13 semanas, por lo que para Swift: “siempre que el número 13 aparece en mi vida es para algo bueno” -sentenció en su cuenta de Twitter.
Comentarios
Nos interesa tu opinión