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16/04/2024 (08:00 CET) Actualizado: 16/04/2024 (08:00 CET)

Una anomalía dispara las especulaciones sobre osnis

Una anomalía del tamaño de Texas mostrada por una App del tiempo disparó la paranoia en las redes sociales

Josep Guijarro

Periodista y escritor

16/04/2024 (08:00 CET) Actualizado: 16/04/2024 (08:00 CET)
La misteriosa anomalía mostrada por la App Ventusky
La misteriosa anomalía mostrada por la App Ventusky

El pasado 12 de abril se desató la paranoia en las redes sociales.

Una vistosa y popular App desarrollada para el sistema Android con la finalidad de mostrar la previsión del tiempo mostraba una anomalía desde las 19 horas del martes 9 de abril que persistió hasta las 4 de la mañana del día 12.

«Algo grande pasó en la Antártida que provocó olas de 25 metros de altura. ¿Por qué los medios no recogen esto? ¿Alguien tiene información de lo que puede ser?» -Se preguntaba un usuario verificado de X, la red social de Elon Musk.

En efecto, la Aplicación de móvil –llamada Ventusky- recogía olas masivas de más de 20 metros de altura en un área conocida como Anomalía del Atlántico Sur (SAA), una vasta región bautizada por la NASA como el Triángulo de las Bermudas espacial que causa estragos en las naves espaciales que sobrevuelan su área.

En esta zona, la intensidad del campo magnético de la Tierra es más débil y lo que preocupa a los científicos, es que el área ha comenzado a expandirse.

La anomalía del Atlántico Sur coincidía con la posición del extraño fenómeno
La anomalía del Atlántico Sur coincidía con la posición del extraño fenómeno

«Saben que algo está por venir, conectado con el evento cíclico y el cambio de polos, pero nunca les dirán eso. ¿Y por qué lo harían? Arruinarías sus planes mientras construyen sus búnkeres del fin del mundo...» -Escribía otro usuario de las redes.

«Y no, no es un evento de un día, como les gustaría que pensaras» –seguía argumentando. «Empeora gradualmente y experimentaremos condiciones climáticas más extremas. Por supuesto, te culparán por el cambio climático...»

Otros, sugirieron algo más delirante: «Por supuesto que hubo un eclipse. Pero no desplegaron a la Guardia Nacional para eso. Tenían miedo de otro impacto. Aparentemente..» ¿El impacto de un meteorito?

Ya vemos que quienes difundían masivamente el modelo climático abrazaban mayoritariamente el negacionismo climático, las teorías de la conspiración y, también, de los ovnis.

Lo demuestra el tweet del periodista Ross Coulthart, vinculado a la revelación UAP.

«Cualquiera sabe cómo entender estos datos de altura de olas en el Atlántico Sur del 10 al 11 de abril. ¿Hubo realmente una ola masiva anómala que alcanzó un máximo de 14 metros?»

Pero, pese a la alerta desatada, no se recogieron llamadas de socorro en Inmarsat Marine Bands y el tráfico marítimo en la zona era normal. ¿Qué estaba pasando?

Primero el escéptico Mick West arrojó un poco de luz argumentando que «Es poco probable que esta extraña anomalía en la altura de las olas indique entidades no humanas bajo el agua.» Nada que ver con los ovnis, por tanto. Y continuó: «Está centrado exactamente alrededor de 0° de longitud y es simétrico con respecto a esa línea de longitud. Eso sugiere fuertemente que es un error en el manejo del cambio de signo por parte del modelo.»

El tráfico marítimo fue normal
El tráfico marítimo fue normal

En efecto, la web de Ventusky que muestra la visualización de las condiciones meteorológicas con animaciones mostrando la dirección del viento y con colores indicando directamente en el mapa temperatura, precipitaciones u otros datos, reconoció en un comunicado ciertamente jocoso que «a pesar de los numerosos informes sobre ovnis o atlantes lanzados desde el océano, la imagen de ayer de olas gigantes cerca de África se debió a un error del modelo. Afortunadamente nuestro proveedor, el Instituto Meteorológico Alemán ya lo ha solucionado y la previsión es buena.

Y añadió que el modelo recibe una gran cantidad de datos de barcos y boyas de todo el océano y, por consiguiente, pueden surgir problemas en una base de datos tan grande. Sin embargo, puede llevar algún tiempo determinar la causa exacta de este error.

No era un objeto submarino no identificado (osni), ni el impacto de un meteorito en el océano, ni de un seísmo no notificado. No era siquiera una perturbación real, sólo un fallo del modelo que arrojó una anomalía del tamaño de Texas que se desplazó entre América del Sur y la Antártida, en las proximidades de la anomalía geomagnética sur. Bastaba con preguntar a Ventusky para salir de dudas.

Vivimos en tiempos de postverdad, conocida también como mentira emotiva, que implica la distorsión de la realidad primando las emociones y las creencias personales frente a los datos objetivos. Ese impulso emocional es el que vence los filtros de la racionalidad y nos impulsa a compartir ideas que, por locas que sean cuando las meditamos, modifican la forma de ver las cosas. La postverdad ha llegado para quedarse y tenemos que aprender a vivir con ella. A veces es uitilizada para cambiar el signo del partido político, con fines comerciales y también para alterar nuestras creencias, debemos andar con mucho cuidado.

Sobre el autor
Josep Guijarro

Josep Guijarro es reportero de prensa, radio y televisión, además de autor de varios libros entre los que cabe destacar El secreto de los aliens (edición ampliada y actualizada en 2024 de Aliens Ancestrales) o Casualidad, que continúa la saga de su bestseller Coincidencias Imposibles. Es documentalista de la serie Extraterrestres (DMAX) y forma parte de los programas El Colegio Invisible y La Rosa de los Vientos, ambos en Onda Cero.

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