La Unidad 29155 detrás del Síndrome de La Habana
Los ataques sónicos contra funcionarios de Estados Unidos en La Habana pudieron ser provocados por la Unidad 29155 del GRU ruso
Una investigación realizada por la CBS, The Insider y Der Spiegel, ha revelado que la condición cerebral traumática conocida como Síndrome de La Habana tiene vínculos con la Unidad 29155 de la agencia de inteligencia militar de Rusia, conocida como GRU.
Esta unidad se encarga de asesinatos en el extranjero y otras actividades destinadas a provocar la desestabilización de países rivales. Se relaciona con el pirateo los servidores del Comité Demócrata de Estados Unidos, en 2016; tuvo un papel clave en la anexión rusa de Crimea y el despliegue de los conocidos como “hombres verdes” en la península ucrania; también fue señalada por el intento de asesinato del exespía ruso Serguéi Skripal en el Reino Unido en 2018; en España, la Audiencia Nacional investiga las actividades de la Unidad 29155 por su participación en el intento de secesión de Cataluña.
Pues bien, ahora, Greg Edgreen, teniente coronel del Ejército retirado que dirigió la investigación del Pentágono sobre los “ataques del síndrome de La Habana”, ha hablado, por primera vez, para el programa 60 Minutes y vincula de forma directa al Kremlin con “los incidentes de salud anómalos” que diplomáticos estadounidenses empezaron experimentar en la capital de Cuba, aunque posteriormente se repitieron en delegaciones diplomáticas de otras ciudades en el mundo.
Dice que los altos funcionarios estadounidenses están “siendo neutralizados” por agentes rusos.
BREAKING:
— Visegrád 24 (@visegrad24) April 1, 2024
Greg Edgreen, the man who ran the Pentagon's investigation into the “Havana Syndrome attacks” – speaks out publicly for the first time.
He says American top officials are “being neutralized” by Russian agents… pic.twitter.com/1XgqaeldOr
Aunque pudo haber precedentes en Alemania, en 2014, el primer caso del Síndrome de La Habana se detectó en 2016. Desde entonces se han recogido más de un centenar de informes sobre posibles afectados que los científicos estiman que pueden estar originadas por un haz de microondas o ultrasonidos acústicos.
Como consecuencia de la exposición a estos haces, los funcionarios empezaron a experimentar mareos, problemas de visión, pérdida de memoria e incluso vértigos. Siguiendo sus descripciones, estas personas escuchaban un zumbido muy fuerte en la cabeza, lo que les causaba un dolor insufrible de oídos.
En 2020, la Academia Nacional de Ciencias de Estados Unidos publicó un informe al respecto, donde se aludía como posible causa, al uso de un «pulso de radiofrecuencias dirigido».
Algo parecido ya ocurrió en 1953, cuando unos equipos recién instalados en la embajada de los Estados Unidos en Cuba, detectaron en horarios determinados –a veces durante ocho horas–, una frecuencia de microondas que oscilaba en los pisos superiores… y tras la exposición de los trabajadores, empezaron a manifestar síntomas equivalentes al Síndrome de La Habana. Entonces se habló del Rayo de Moscú.
Edgreen puso énfasis en el reportaje de televisión que el listón de pruebas se elevó significativamente debido a la reticencia de Estados Unidos a enfrentarse a verdades incómodas, como posibles fallas en la protección de los ciudadanos estadounidenses. Y agregó: “Lamentablemente no puedo ser más explícito porque se trata de material clasificado, pero puedo garantizar que desde casi el principio el foco señalaba a Moscú”.
El Kremlin ha negado cualquier implicación. Su portavoz, Dmitry Peskov, señaló que no se han presentado pruebas que respalden estas acusaciones, calificando las afirmaciones de los medios de comunicación como infundadas.
En 2021, el Congreso de EEUU aprobó la Ley Habana, que autoriza al Departamento de Estado, la CIA y otras agencias gubernamentales estadounidenses a proporcionar compensaciones al personal y sus familias afectados por esta dolencia durante sus asignaciones.
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