Conspiraciones
28/08/2024 (12:05 CET) Actualizado: 28/08/2024 (12:05 CET)

Telegram y la amenaza a la libertad de expresión

La reacción a la detención del CEO de Telegram pone en evidencia la preocupación por la libertad de expresión, la censura y la supervisión gubernamental de los contenidos en línea

Josep Guijarro

Periodista y escritor

28/08/2024 (12:05 CET) Actualizado: 28/08/2024 (12:05 CET)
La libertad de expresión está amenazada
La libertad de expresión está amenazada

Son tiempos duros para la libertad de expresión.

Recientemente nos hacíamos eco de las presiones recibidas por META para censurar ciertos contenidos en Facebook, Instagram y WhatsApp. Las redes sociales han atomizado el poder de los medios de comunicación y, desde su aparición, han revolucionado el panorama informativo difundiendo noticias y eventos que escapan a la revisión del sistema. Y como los gobiernos quieren un control sobre la información para elaborar un relato que mantenga cautivo a la población, muchas veces promulgan leyes ad hoc -cuando no se las saltan- para reducir el número de plataformas o el poder de aquellas que aún están dispuestas a luchar por la libertad de expresión.

Lo hemos visto durante la pandemia o la Guerra de Ucrania (en la que ciertos medios afines al régimen de Putin no pueden ser consultados en distintos países) o en el conflicto palestino israelí, por citar sólo tres ejemplos.

Si no juegas según las nuevas reglas, el Estado vendrá por ti. Eso, al menos, puede deducirse tras la reacción social frente al arresto de Pavel Durov, creador del Facebook ruso, VKontakte (VK), e impulsor junto a su hermano de Telegram.

Paul Graham, considerado el gurú de Silicon Valley aseguró que "es difícil imaginar un país que a la vez arreste al fundador de Telegram y sea un gran hub de startups". También se pronunció Edward Snowden quien calificó el arresto de "asalto" al derecho de libertad de expresión. Elon Musk, propietario de X, que ha adoptado un enfoque similar de no intervención en la moderación de contenidos, publicó “#FreePavel” en su cuenta de X. “Es 2030 en Europa y te ejecutan por darle ‘me gusta’ a un meme”, agregó.

Pavel Durov fue detenido en Francia, donde podría pasar 20 años en prisión, acusado de terrorismo y difusión de pedofilia en Telegram al no colaborar lo suficiente con el país para cortar estos asuntos en su plataforma.

Llama la atención porque, estos cargos contra podrían presentarse contra cualquier otra red social. Entonces: ¿Qué otro interés puede haber? Una de las claves fue revelada por el propio Durov durante una entrevista con el polémico expresentador de la Fox, Tucker Carlson. Dijo que el FBI y el Gobierno de Joe Biden le intimidaron para hacerse con el control de Telegram. Hablamos de una aplicación utilizada por más de 950 millones de usuarios. Información es poder. 

Lo confirma Edward Snowden cuando declaró: "Estoy sorprendido y muy apenado de que Macron haya bajado al nivel de tomar rehenes como medio para acceder a nuestras comunicaciones privadas". El exempleado de la Agencia Central de Inteligencia (CIA) y de la Agencia de Seguridad Nacional (NSA) sabe bien de lo que habla pues filtró los documentos que acreditaban el espionaje masivo. En la misma línea se sitúa Vladislav Davankov, vicepresidente de la Duma Estatal, la cámara del Parlamento ruso, que pidió la liberación de Durov porque su detención podría ser un intento de acceder a la información que posee Telegram. Algo que -en su opinión- no puede permitirse. 

Pavel Durov es uno de los creadores de telegram
Pavel Durov es uno de los creadores de telegram

Plataforma para disidentes

En 2013, Durov y su hermano Nikolai impulsaron Telegram como un servicio de mensajería encriptada (por lo que las autoridades no pueden supervisar las publicaciones) para poder chatear, compartir fotos y documentos o difundir mensajes gubernamentales.

La encriptación de la plataforma convirtió a Telegram en una herramienta de comunicación importante en países como como Rusia, Irán y la India, donde la libertad de expresión está restringida o brilla por su ausencia. En Ucrania, por citar otro ejemplo, se convirtió en un elemento vital para compartir advertencias sobre ataques aéreos.

También los disidentes han empleado Telegram para compartir informaciones que eran censuradas en otras plataformas. En 2021 jugó un papel importante entre los seguidores de la teoría de la conspiración Q-Anon, incluidos los supremacistas blancos. Y es que, si bien la privacidad debería ser utilizada con buenos fines, hay quien la emplea para lo contrario: narcotraficantes, lavado de dinero, pedófilos, amantes de la piratería, extremistas varios y grupos terroristas que pueden escapar al control de los servicios de inteligencia o las fuerzas de seguridad. Las redes sociales han sido hasta ahora un espacio de libertad en el más amplio sentido de la palabra. Tanto para lo bueno como para lo malo.

Telegram está prohibido en países con gobiernos autocráticos

En marzo, Santiago Pedraz, juez de la Audiencia Nacional, amagó con bloquear Telegram en España tras una denuncia presentada por Mediaset, Antena 3 y Movistar Plus+ en la que acusaban a la aplicación de alojar sin permiso contenido protegido por derechos de autor. Finalmente se suspendió la medida cautelar por ser "excesiva y no proporcional".

Menos suerte corrió tanto la apliación de mensajería como su sitio web en China donde está prohibido el acceso desde 2015. Dos años más tarde lo hizo Pakistán tras las protestas que se organizaron pretendidamente desde la plataforma en Islamabad, relacionadas con una nueva formulación en la ley electoral que sustituía el “yo creo” por el “yo juro” que Mahoma es el último profeta. 

En 2018 fue bloqueada en Irán por rechazar la petición de cooperación de las autoridades iraníes para “espiar a los ciudadanos” del país.

En Brasil, Telegram también quedó restringido de manera temporal en 2023 por negarse a revelar información sobre grupos de extrema derecha que utilizaban el servicio.

Como puedes ver, Durov es el enemigo de los gobiernos autocráticos, no sólo ahora, sino durante toda su vida adulta.

Vladímir Putin y Xi Jinping
Vladímir Putin y Xi Jinping

Cuando convirtió a VK en la red social más popular de Rusia, protegió la información de los usuarios y se negó a cerrar las páginas operadas por activistas cuando, en 2011, estallaron las protestas contra Putin en medio de acusaciones de amaño electoral. Tampoco claudicó frente a la exigencia de bloquear la cuenta del fallecido líder opositor ruso Alexéi Navalni. Durov acabó abandonando Rusia por las presiones del Gobierno de Putin y -curiosamente- Macron le dio el pasaporte francés. Se dice que Durov solicitó la ciudadanía después de que su asistente le pidiera que lo hiciera comode "Paul Du Rov". Las circunstancias en las que obtuvo el pasaporte siguen siendo un misterio y las autoridades francesas nunca han hecho comentarios al respecto.

Los analistas de la desinformación, por su parte, afirman la aplicación se ha convertido en un importante vector de difusión de propaganda de extrema derecha. De hecho, gracias a Telegram, el influencer Alvise Pérez se convirtió en eurodiputado por Se Acabó la Fiesta.

Cabe preguntarse entonces, ¿estamos frente a un héroe o un villano? ¿Por qué detienen a Durov y no a Zuckerberg?

En realidad, ninguno de los dos es responsable de lo que la gente hace con sus aplicaciones. ¿Deben las redes sociales intervenir y moderar sus plataformas? ¿Dónde ponemos el límite de la intervención?¿Deben proporcionar datos a los gobiernos?

El sistema quiere controlar las voces discordantes con las narrativas oficiales, según Baños 

So pretexto de combatir el terrorismo, la pornografía infantil o los mensajes de odio, los estados quieren un mayor intervencionismo que deriva en el control de la información. ¿Quién decide qué es una fake news o desinformación?

"La neocensura amenaza nuestra libertad" -asegura el coronel Pedro Baños. "Poco a poco -agrega-, siguiendo la estratagema de la gradualidad, nos van imponiendo a los ciudadanos una censura brutal. A las voces discordantes, a las que no comulgan con las narrativas oficiales, a los disidentes de los discursos que nos imponen de forma machacona, nos tratan de silenciar por todos los medios."

No le falta razón. La Unión Europea promulgó a finales de agosto de 2023 una Ley de Servicios Digitales (DSA) que otorga a los Estados la posibilidad de censurar el contenido en redes sociales que amenace su estabilidad o que llame a la protesta. En virtud de esta ley, se obliga a las plataformas a eliminar rápidamente el contenido ilegal, siempre y cuando tengan conocimiento de ello. La pregunta es: ¿Sabía Durov qué contenido ilegal hay en Telegram? ¿Se le puede imputar a él los delitos?

Sobre el autor
Josep Guijarro

Josep Guijarro es reportero de prensa, radio y televisión, además de autor de varios libros entre los que cabe destacar El tesoro oculto de los templarios, Aliens Ancestrales o Coincidencias Imposibles. Es documentalista de la serie Extraterrestres (DMAX) y forma parte de los programas El Colegio Invisible y La Rosa de los Vientos, ambos en Onda Cero.

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