Rusia está desarrollando un torpedo capaz de provocar tsunamis radiactivos
El terror hacia el potencial tecnológico y armamentístico de Rusia cada vez se hace más latente. En la actualidad, se tiene constancia de que esta potencia podría estar desarrollando un arma nuclear que se movería a través del agua y llegaría a ocasionar un auténtico “tsunami radiactivo”.
El poder militar de Rusia en el Ártico está experimentando un fuerte proceso de consolidación. La frecuencia con la que Rusia prueba armas nuevas en la zona aumenta progresivamente y, teniendo en cuenta que el hielo se va reduciendo cada vez más por el cambio climático, se está asegurando una nueva ruta de Asia a Europa por la costa norte.
El nuevo misil ruso podría causar una destrucción urbana y del medio ambiente sin precedentes
Sin embargo, el problema llega cuando entra en escena un nuevo torpedo que, sin lugar a dudas, ha encendido todas las alarmas entre la comunidad científica. Su nombre es Poseidón 2M39 y sus ondas radioactivas podrían llegar a devastar ciudades costeras por completo; territorios que, además de ser destruidos, no podrían volver a ser habitados en mucho tiempo. En definitiva, podría causar una destrucción urbana y del medio ambiente sin precedentes. Un tsunami de gran calado inundaría totalmente el lugar con agua completamente radiactiva.
El vicealmirante Nils Andreas Stensønes, jefe de inteligencia noruego, aseguró a la CNN que su agencia está evaluando al Poseidón como "parte del nuevo tipo de armas nucleares disuasorias. Y actualmente, se encuentra en una fase de prueba. Sin embargo, es un sistema estratégico que se dirige a los objetivos, por lo que tiene una influencia mucho más allá de la región en la que se prueba actualmente". Pero no dio más detalles acerca del progreso del proyecto.
Esta “súper arma” rusa preocupa especialmente a Estados Unidos. Christopher A. Ford, el Subsecretario de Estado de Seguridad Internacional y No proliferación, considera que el Poseidón tiene la pretensión de “inundar las ciudades costeras de Estados Unidos con tsunamis radiactivos”.
La primera mención a esta arma se produjo en 2015. Fuera de Rusia, fue considerada un “tigre de papel”, es decir, una tecnología que, aunque suene aterradoramente peligrosa, llevada a la práctica es ineficaz. De hecho, creían que su finalidad era esta, desencadenar el terror a su alrededor. Sin embargo, las continuas pruebas militares que Rusia está realizando en la zona desde hace tiempo están demostrando que los avances con el Poseidón están siendo fructíferos.
E incluso, progresivamente, “Rusia está restaurando aeródromos e instalaciones de radar de la era soviética, construyendo nuevos puertos y centros de búsqueda y rescate, y aumentando su flota de rompehielos de propulsión nuclear y convencional”, dijo el teniente coronel Thomas Campbell, portavoz del Pentágono.
LA RESPUESTA DE RUSIA
Rusia sigue insistiendo en que sus pretensiones en el Ártico son solo pacíficas y económicas. Esto es lo que se ha asegurado desde Moscú, aunque el Ministerio de Relaciones Exteriores de Rusia no ha comentado nada al respecto todavía. Según el documento que presentaron en marzo de 2020 y que hacía referencia a los objetivos clave del Kremlin, se mostraba que la estrategia que pretendían seguir en la zona buscaba la integridad territorial y la paz regional de Rusia, de manera que se garantizase también el crecimiento económico de la zona.
Con poca potencia, este torpedo ya podría desencadenar consecuencias devastadoras
Sin embargo, Vladimir Putin, el presidente de Rusia, no deja de ensalzar la superioridad tecnológica de Rusia en el Ártico. De hecho, la semana pasada, durante un acto público en el que se probaban la efectividad de tres submarinos en la zona, Putin aseguró que "la expedición al Ártico no tiene análogos en la historia soviética y moderna de Rusia". Y el torpedo Poseidón 2M39 es una clara muestra de ello.
Teniendo en cuenta los catastróficos efectos nucleares que tuvo el misil Burevestnik en 2019, la preocupación en el resto del mundo es cada vez mayor. Según han informado los expertos, solo contando con poca potencia, este torpedo ya podría desencadenar consecuencias devastadoras. Lo más preocupante es la falta de información acerca del avance del proyecto y la negación rotunda por parte de Rusia acerca del fuerte avance tecnológico que están impulsando.
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