Conspiraciones
29/07/2024 (11:11 CET) Actualizado: 29/07/2024 (12:12 CET)

París 2024: Las Olimpiadas satánicas

La ceremonia de apertura de los Juegos Olímpicos de París ha escandalizado a millones de personas que vieron un culto ocultista y la decadencia espiritual de occidente

Josep Guijarro

Periodista y escritor

29/07/2024 (11:11 CET) Actualizado: 29/07/2024 (12:12 CET)
JJOO Satánicos
JJOO Satánicos

La ceremonia de apertura de los Juegos Olímpicos de París fue presentada por numerosos mensajes en redes sociales como el epicentro de una «guerra cultural global». La capital francesa quiso mostrar su ADN de apertura cultural, vanguardia y libertad con una revolucionaria propuesta para abrir las Olimpiadas 2024 y, para ello, escenificó alrededor del río Sena las obras clásicas para darles un «enfoque» actual, aunque repleto de ideología «queer», feminista y LGTBI

Sucedió lo mismo con el Festival de Eurovisión y, como entonces, se ha dicho que la ceremonia mostró «la decadencia de Occidente», un «ritual satánico» en toda regla que complace los intereses «woke» de la Agenda globalista. Alexander Dugin, ideólogo de Vladimir Putin, ha llegado a decir que «es el juicio final sobre la civilización occidental moderna.» Y, añadió: «Occidente está maldito. Cualquiera que no tome inmediatamente las armas para destruir esta civilización satánica, sin precedentes en su descaro, es cómplice de ella.»

El canal THT/TNT Network Russia llegó a reírse de los juegos con este vídeo:

La propuesta de Thomas Jolly, director artístico de la ceremonia de apertura de los JJ.OO, quería celebrar la diversidad y rendir homenaje a la fiesta y la gastronomía francesas pero, a juzgar por las reacciones, se pasó de frenada. Especialmente cuando representó el happening llamado «Festividad» donde varias drag queens formaron una escena en torno a Barbara Butch que para muchos evocaba la última cena de Jesús con sus apóstoles.

La performance fue completada con la aparición, semi desnudo y pintado de azul, de Philippe Katerine, un cantante muy popular en Francia, que parecía representar al dios Baco/ Dionisio.

Las reacciones fueron inmediatas. El historiador y periodista César Vidal Manzanares se sumó a las tesis de Dugin y escribió: «La ceremonia de inauguración de los Juegos Olímpicos en Paris ha sido una nauseabunda manifestación de decadencia espiritual. Es el fin de una cultura. ¿Vencer a Rusia? Suerte tendrán si Rusia no es la navaja alquilada de Dios para barrerlos de la faz de la tierra por degenerados.»

También el presidente de la Liga española, Javier Tebas compartió su disgusto a través de su cuenta en X, antes Twitter.

Lo mismo hizo por canales oficiales la conferencia de obispos de la Iglesia Católica francesa quienes deploraron las "escenas de burla" para el cristianismo. También la Comunión Anglicana en Egipto expresó su "profundo pesar" porque el COI (Comité Olímpico Internacional) "pierda su identidad deportiva distintiva y su mensaje humanitario" con esta ceremonia.

De poco ha sirvió que Jolly explicara que "la idea era hacer un gran festival pagano, conectado con los dioses del Olimpo... Olympus... Olimpismo" y que su inspiración no era La Última Cena de Leonardo sino  “El Festin de los dioses” de Jan Harmensz van Biljert, un cuadro pintado en el siglo XVII que se expone en el museo Magnin de Dijon.

No fue solo esta performance. Algunos vieron en el conjunto de la ceremonia un mensaje satánico en sintonía con la Agenda globalista. Un ejemplo es la cabeza de toro que acaparó mcuhas miradas porque fue relacionado con el dios Baal o con Moloch, una estatua de bronce con fuego en su interior, a la que según la tradición rabínica, se arrojaba a las víctimas del sacrificio, incluidos niños. Aunque la escultura en cuestión, obra de Paul Jouve ya estaba en los Jardines de Trocadero, frente a la Torre Eiffel, desde 1937, se le dio intencionadamente un lugar destacado en el escenario para representar -según estas tesis- al primer gobernante del infierno

El «toro», por cierto, también estuvo presente en la ceremonia de apertura de los Juegos Commonwealth de 2022. Como ahora, la apertura comenzó con un toro Brummie que algunos interpretaron como un ritual de veneración a Moloch. 

No menos significativa fue la aparición de la bandera olímpica sobre los hombros de un jinete que cabalgaba a lomos de un caballo sobre las aguas del Sena. Algunos lo relacionaron con uno de los Jinetes del Apocalipsis: En Revelación 6:8 de la Biblia leemos: «Y miré, y vi un caballo amarillo; y el que lo montaba tenía por nombre Muerte, y el Hades lo seguía; y les fue dada potestad sobre la cuarta parte de la tierra, para matar con espada, con hambre, con mortandad y con las fieras de la tierra.»

Para los fundamentalistas cristianos, Simboliza el reinado mundial de siete años del Anticristo que empezará tras el Arrebatamiento.

¿Casualidad? En absoluto, al menos para el periodista y escritor especializado en economía y geopolítica Lorenzo Ramírez. A través de su cuenta en X escribía: «Para todos los que no comprenden el contenido de la ceremonia inaugural de los JJOO de París: es muy sencillo, se trata de ocultismo/satanismo. Aunque muchos de ustedes no crean en las fuerzas diabólicas, buena parte de las élites no solo creen en ellas, sino que les rinden culto.»

El colmo llegó al momento de izar la bandera olímpica, pues las imágenes muestran que está del revés. El anillo amarillo queda en la parte superior, cuando debería estar en la inferior, lo que ha sido interpretado no como un error sino como una rendición.

Maria Zakharova, portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores de la Federación Rusa señaló al respecto: «Parece que París decidió que, dado que los anillos olímpicos son multicolores, todo podría convertirse en un gran desfile gay. El clímax fue la bandera olímpica lógicamente invertida, izada boca abajo.»

Debido a la guerra de Ucrania, Rusia no participa en los Juegos de París porque, según el COI, garantizaría la «seguridad e integridad» de las Olimpiadas. Es evidente que a Putin no le ha sentado bien este veto y a través de las redes sociales ha intentado reventar el éxito de los mismos abanderando los valores morales y la familia. Decía Dugin que «la Operación Militar Especial [en relación a Ucrania] es una guerra contra Satán, contra Occidente, contra los Juegos Olímpicos, donde los titanes rebeldes del Tártaro han desplazado a los dioses y tomado sus lugares. Occidens delenda est.»    

En la línea contraria se sitúa nuestro colaborador Juan-José Sánchez Oro. Historiador de las religiones, Sánchez Oro publicó en su cuenta de Facebook que el verdadero ataque de la ceremonia no fue al cristianismo sino «contra las formas de sociedad totalitarias [...] y los fundamentalistas religiosos más radicales. Entre ellos, musulmanes y judíos ultraortodoxos

En su opinión, la ceremonia hizo un canto a la libertad de expresión, la libertad amorosa y sexual, a las mujeres sin velo, la libertad de creer o no creer lo que cada cual quiera, el cosmopolitismo antirracista, el republicanismo y la soberanía popular frente a regímenes monárquicos absolutistas, «valores de Occidente que se consideran una degeneración por parte de muchos países islámicos y corrientes religiosas radicales.»

Sobre el autor
Josep Guijarro

Josep Guijarro es reportero de prensa, radio y televisión, además de autor de varios libros entre los que cabe destacar El tesoro oculto de los templarios, Aliens Ancestrales o Coincidencias Imposibles. Es documentalista de la serie Extraterrestres (DMAX) y forma parte de los programas El Colegio Invisible y La Rosa de los Vientos, ambos en Onda Cero.

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