¿Profetizó Albert Einstein descubrimientos actuales?
Nuevas evidencias podrían demostrar que Albert Einstein, el famoso científico de la Teoría de la Relatividad, habría profetizado ciertos avances científicos que solo se alcanzarían 70 años después.
Un documento del 18 de octubre de 1949 arroja una nueva perspectiva al perfil de Albert Einstein (1874-1955). En él, el famoso físico de la Relatividad profetiza sobre avances en la investigación biológica y física. Esta carta, dirigida a Ghyn Davys, ingeniero de la Marina Real Británica, consigue adelantar algunos conocimientos a su tiempo en más de 50 años.
Con bastante anterioridad al descubrimiento de los supersentidos animales, como la capacidad que tienen las aves para poder guiarse a partir del campo magnético de la Tierra, Einstein ya mencionaba a Davys la existencia de esta capacidad y sobre todo, le especificaba los grandes avances que podrían suponer su estudio y desarrollo. Algo, sin embargo, que fue descubierto por la ciencia hace poco tiempo.
Einstein ya hablaba de un nuevo tipo de percepción sensorial en las abejas años antes de confirmarse que era cierto
Esta carta ha sido mostrada al mundo por parte de unos investigadores de la Universidad RMIT (Melbourne), a través de la revista Journal of Comparative Physiology. En este escrito, Einstein menciona directamente el estudio realizado por el etólogo austriaco Karl von Frisch acerca de la orientación de las abejas. En abril de 1949, es decir, unos meses antes de esta misiva, Einstein presenció una conferencia de Frisch y, posteriormente, se reunió de manera privada con Davys para hablar sobre el tema.
Antes de la aparición de esta carta, no existía documentación ni referencias sobre esta reunión. Sin embargo, la misiva resulta una fuente directa sobre el contenido del encuentro entre Einstein y Firsch. Como establece el artículo, "aunque Einstein no podría haberlo sabido, en tiempos más recientes, el comportamiento de las abejas ha revelado algunos fenómenos novedosos e interesantes sobre cómo se puede sentir el mundo de formas alternativas. Estos descubrimientos ya han llevado a mejoras en varias tecnologías como la de sensores, robótica e inteligencia artificial" y, aunque no pudiera determinar exactamente el alcance que tendría este descubrimiento, era consciente de su importancia.
Estos investigadores no dudan de que las evidencias están claras: "Por lo tanto, 70 años después de que Einstein pensara y escribiera que 'Este solo podría ser el caso si un nuevo tipo de percepción sensorial, respectivamente de sus estímulos, se revelaría a través del comportamiento de las abejas', hay nuevos hallazgos sobre el comportamiento de las abejas y otros animales". Todavía a día de hoy, se están descubriendo nuevas capacidades sensoriales y perceptivas que podrían ser utilizadas en la física e ingeniería.
"UNA BESTIA FATAL"
Sin embargo, esta no es la primera carta controvertida de Albert Einstein. Una de las cartas más íntimas del científico, destinada a su amigo el psiquiatra Otto Juliusburger (1867-1952) y fechada el 22 de enero de 1947, fue subastada por la tienda Lion Heart Autographs (Nueva York) en 2017.
Tras la II Guerra Mundial Einstein llegó a la conclusión de que la masa humana era una bestia fatal
La carta, que se encontraba perfectamente conservada, salió a subasta con un precio de 125.500 dólares. Sin embargo, lo que más interesa no es su tasación, sino el contenido de esta carta. Teniendo en cuenta que Albert Einstein, alemán y judío, huyó en 1933 de Alemania a Estados Unidos ante la primera muestra antisemita judía, esta carta, fechada 2 años después de la II Guerra Mundial, no deja indiferente a nadie. En ella, Einstein acusa a los alemanes de evidenciar su adhesión al nazismo y a su vez, a los norteamericanos, de "implantar el imperialismo y la psicología militar". La conclusión que saca Einstein de todo esto es que la masa humana es "una bestia fatal".
De esta manera, las principales inquietudes y su profundo sentido profético quedan completamente de manifiesto en estas dos cartas, que fueron redactadas por Albert Einstein de su puño y letra. No hay duda de que, con profecía incluida, era un auténtico adelantado a su tiempo.
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