La NASA sabe que hay vida en Marte desde 1976
La NASA ha anunciado que su módulo de aterrizaje de Marte 2020 no tendrá prueba de detección de vida. Puede que ya estén seguros de su existencia según un científico de la Viking, nada más y nada menos que desde hace más de 40 años.
En 1976 llegaron a Marte las sondas Viking de la NASA. Durante 687 días terrestres, es decir, dos años del planeta rojo, recogieron imágenes y datos de regiones separadas 6.460 km entre sí, una desde Chrise Planitia y la otra en Utopia Planitia. Fueron significativos los experimentos relativos a la detección de vida en nuestro vecino cósmico. Los científicos de la época, abanderados por Carl Sagan estaban convencidos de que Marte podía albergar vida microscópica y, para demostrarlo, las sondas fueron equipadas con un avanzado laboratorio biológico en miniatura Labeled Release (LR).
Tras analizar las muestras recogidas por los brazos robóticos todo parecía indicar que algo estaba sucediendo en la superficie pero los bioquímicos de entonces lo negaron.
Según explica ahora un ex científico de la NASA en un artículo publicado en Scientifc American, las curvas de datos señalaron la detección de la respiración microbiana en el planeta rojo. Las curvas de Marte fueron similares a las producidas por las pruebas LR de suelos en la Tierra. Es decir, para Gilbert V. Levin, autor del escrito e investigador principal de un experimento de la misión de la NASA, en 1976 las Viking encontraron vida en Marte. De hecho, en la actualidad hay un número mayor de científicos que creen que el diseño experimental de las sondas era inadecuado, pues era incapaz de detectar niveles muy bajos de actividad orgánica como la que podemos encontrar los Valles Secos de la Antartida, el desierto de Atacama o el desierto del Sahara, por citar tres ejemplos.
El Experimento de Análisis Molecular, uno de los tres previstos por las sondas, no pudo detectar la materia orgánica, por lo que el LR había encontrado una sustancia que imitaba la vida, pero no la vida en sí misma. Levis se lamenta que inexplicablemente, en las misiones realizadas durante más de 40 años, haya llevado consigo un instrumento de detección de vida para dar seguimiento a estos “emocionantes resultados”. Por el contrario, la agencia espacial norteamericana, no dudó en fotografiar la supuesta cara en el Valle de Cydonia o tratar de averiguar si hubo un hábitat adecuado para la vida.
Las muestras recogidas por las sondas en Marte fueron incubadas en una atmósfera de dióxido y monóxido de carbono durante varios días, lo que mostró que había algo en el suelo de nuestro vecino cósmico que empleaba el carbono de la atmósfera artificial para fabricar moléculas orgánicas. El Viking LR buscó detectar y monitorear el metabolismo en curso, un indicador muy simple y a prueba de falsos avisos de microorganismos vivos: “Se realizaron varios miles de ejecuciones, tanto antes como después de Viking, con suelos terrestres y cultivos microbianos, tanto en el laboratorio como en entornos naturales extremos. No se obtuvieron resultados falsos positivos o falsos negativos. Esto respalda firmemente la fiabilidad de los datos de LR, a pesar de que se debate su interpretación” –agrega Levin en el artículo.
La NASA asegura que la búsqueda de vida extraterrestre está entre sus principales prioridades. Es más, el 13 de febrero de 2019, el administrador de la NASA Jim Bridenstine declaró en una rueda de prensa que podríamos encontrar vida microbiana en Marte, aunque la agencia espacial norteamericana también ha anunciado que su módulo de aterrizaje de Marte 2020 no contendrá una prueba de detección de vida.
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