Conspiraciones
22/10/2012 (09:25 CET)
Actualizado: 15/03/2015 (20:06 CET)
Las sectas que dominan el mundo
Las conductas sectáreas están en la génesis de la actual crisis económica. Fueron adoptadas como forma de comportamiento y control por parte de algunas instituciones financieras directamente implicadas en los mecanismos económicos que quebraron a partir de 2008. Además, la estructura piramidal de estos negocios se ha convertido en la piedra de lanza utilizada por los mesías que no prometen el cielo tras la muerte sino el paraíso en vida en forma de billetes verdes.Por Bruno Cardeñosa
En los años ochenta, la lucha contra las sectas fue brutal en los países del primer mundo. Al problema que representaban se le combatió a cañonazos, pese a que en no pocas ocasiones se estaba matando moscas. En el saco entraba todo tipo de cultos, aficiones, prácticas, intereses
Todo. Llegaron los procesos judiciales; en algunos casos hubo condenas ejemplares, pero siempre en un índice menor, muy menor, a las acusaciones que se vertían contra este tipo de grupos. Con la llegada del nuevo siglo, también con el final de la fiebre milenarista que se extinguió traspasado el umbral del tercer milenio, las sectas pasaron a ocupar menos titulares e incluso se levantó la mano sobre las acusaciones, que ya no se efectuaron tan alegremente. Incluso la expresión "secta" empezó a ser matizada hasta que la opinión pública aceptó que, en sí mismas, no eran problemáticas. No obstante, nuestro mundo está edificado sobre el código de valores surgidos a partir de una secta, el cristianismo, ya que por definición una secta es un culto que se diferencia de su matriz –en este caso, el judaísmo– y "escribe" las pautas de conducta adecuadas para sus miembros. El calificativo de "destructivas" se acabó haciendo necesario para referirse a las que eran peligrosas para sus miembros.
Si de una guerra se trataba, podría decirse que los estados de derecho acabaron doblegando a las sectas, si bien jamás dejaron de existir. Pero lo que jamás dejó de existir, e incluso incrementó su poder, fue la conducta sectárea en sí, sea o no propia del ámbito religioso. Y las conductas sectáreas, al hilo de la evolución de la sociedad, sí se han convertido en una piedra angular de nuestro mundo. Han sido premiadas y jalonadas, pero lo peor de todo es que han pasado desapercibidas mientras ascendían en poder, un poder que hoy podemos caficiar de potente como jamás había sido.
Goldmans: Los hombres de oro
Marc Roche es un reconocido periodista francés de Le Monde que, cuando comenzó la actual crisis, decidió investigar a una de las corporaciones bancarias más poderosas del planeta, Goldman Sachs, que aparece en todos los papeles como una de las instituciones responsables de crear los mecanismos financieros necesarios para que la economía mundial estallara en añicos. A medida que fue investigando los escándalos que protagonizaron los directivos más destacados de este banco –cuyos tentáculos en los órganos de poder son más que firmes– más tuvo la sensación de estar ante los obispos de un nuevo culto, en el cual los feligreses eran los empleados del banco en todo el mundo y el padre supremo era Lloyd Blankfein, el director general de Goldman Sachs. "No solo es la entidad financiera que dirige el mundo", reflexiona Roche, "es un imperio donde nunca se pone el Sol. Sus enemigos le acusan de despreciar la ética más elemental y de traicionar a sus clientes, pero el banco se jacta de tener unos principios y una moral. Se ha llegado a calificar al banco como secta".
(Continúa la información en ENIGMAS 203).
Si de una guerra se trataba, podría decirse que los estados de derecho acabaron doblegando a las sectas, si bien jamás dejaron de existir. Pero lo que jamás dejó de existir, e incluso incrementó su poder, fue la conducta sectárea en sí, sea o no propia del ámbito religioso. Y las conductas sectáreas, al hilo de la evolución de la sociedad, sí se han convertido en una piedra angular de nuestro mundo. Han sido premiadas y jalonadas, pero lo peor de todo es que han pasado desapercibidas mientras ascendían en poder, un poder que hoy podemos caficiar de potente como jamás había sido.
Goldmans: Los hombres de oro
Marc Roche es un reconocido periodista francés de Le Monde que, cuando comenzó la actual crisis, decidió investigar a una de las corporaciones bancarias más poderosas del planeta, Goldman Sachs, que aparece en todos los papeles como una de las instituciones responsables de crear los mecanismos financieros necesarios para que la economía mundial estallara en añicos. A medida que fue investigando los escándalos que protagonizaron los directivos más destacados de este banco –cuyos tentáculos en los órganos de poder son más que firmes– más tuvo la sensación de estar ante los obispos de un nuevo culto, en el cual los feligreses eran los empleados del banco en todo el mundo y el padre supremo era Lloyd Blankfein, el director general de Goldman Sachs. "No solo es la entidad financiera que dirige el mundo", reflexiona Roche, "es un imperio donde nunca se pone el Sol. Sus enemigos le acusan de despreciar la ética más elemental y de traicionar a sus clientes, pero el banco se jacta de tener unos principios y una moral. Se ha llegado a calificar al banco como secta".
(Continúa la información en ENIGMAS 203).
Comentarios
Nos interesa tu opinión