Hallada la causa del «Síndrome de La Habana»
Dolores de oído y mareos eran algunos de los síntomas que sufrieron desde 2016 trabajadores de la embajada de Estados Unidos en diversos países. Este «Síndrome de La Habana», tras una investigación en profundidad, se considera que ha estado causado por radiaciones de baja energía dirigidas. Todos los indicios apuntan a que una potencia extranjera está detrás de todo esto
Todo comenzó a finales de 2016 cuando trabajadores de la embajada de Estados Unidos en La Habana (Cuba) empezaron a sufrir, entre otros síntomas, mareos, problemas de visión, pérdida de memoria e incluso vértigos. Siguiendo sus descripciones, estas personas escuchaban un zumbido muy fuerte en la cabeza, lo que les causaba un dolor insufrible de oídos. Como todo comenzó en Cuba, este hecho pasó a llamarse el «Síndrome de La Habana». Sin embargo, posteriormente el anecdótico suceso salió de tierras cubanas y pasó a detectarse en empleados de otros consulados estadounidenses y por diversos miembros de la CIA en otros países.
El hecho ha vuelto a resurgir de sus cenizas la semana pasada. La Academia Nacional de Ciencias de Estados Unidos publicó un informe al respecto, en el cual, se hace clara alusión al uso de un «pulso de radiofrecuencias dirigido» como el posible causante. Pese a la seguridad que se tiene en estos pulsos, no se descartan otros factores secundarios, como bien menciona The New York Times. «Nos complace que este informe ya esté disponible y podamos agregar datos y análisis que puedan ayudarnos a llegar a una conclusión clara sobre lo que ocurrió», ha declarado el Departamento de Estado.
Pulsos intencionados
Con anterioridad a la realización de este estudio, el comité de expertos barajó la posibilidad de que se tratasen de agentes químicos, de problemas psicológicos de esas personas o incluso, de alguna enfermedad infecciosa que pudiera causar estos síntomas. De hecho, podrían estar experimentando algún tipo de trastorno del sistema nervioso. Sin embargo, teniendo en cuenta que la forma de energía utilizada para el pulso no es continua, se descarta que surja de generadores de onda (como los teléfonos móviles). Por consiguiente, siendo arriesgado asegurarlo por completo, es muy probable que sea un dispositivo de una potencia extranjera la que los esté causando. Esto se apoya en el hecho de que los pulsos se producían en un lugar en particular dentro de cada habitación, como si fuera un «ataque dirigido».
Respecto a los posibles responsables, el informe no alude a ningún país en concreto, aunque, en 2018, ya se apuntó hacia Rusia. Los analistas, diplomáticos y científicos no tienen ninguna duda de ello. Ante la dificultad que supone gestionar este tema, el presidente del comité mostró su preocupación sobre ello en el informe: «La mera consideración de este escenario genera preocupaciones sobre un mundo con actores malvados desinhibidos y nuevas herramientas para dañar a otros».
En el informe se deja caer, sin apuntar directamente a nadie, que la Unión Soviética llevó a cabo investigaciones relativas a la pulsación de energía de radiofrecuencia medio siglo atrás. Además, la URSS atacó en Moscú a la embajada de Estados Unidos mediante microondas, aproximadamente hace unos cuarenta o cincuenta años. Las similitudes entre ambas situaciones, en las que se utiliza la energía de microondas, hace que sea imposible descartar a Rusia como culpable.
El hecho en sí no deja de ser de lo más controvertido. Además de barajarse la posibilidad de que un país esté atacando de esta manera a Estados Unidos, algunos de los embajadores que lo sufrieron se sintieron abandonados por su propio país ante este suceso. En palabras del embajador de Guangzhou (China): «Mi gobierno miró para otro lado cuando supieron que mi familia y yo estábamos heridos. Este informe es solo el comienzo y cuando el pueblo estadounidense sepa todo el gran encubrimiento de los ataques de radiofrecuencia en China en particular, se sentirá traicionado".
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