Delfines soldado, las últimas armas de guerra
Son los mejores soldados bajo el agua, realizando operaciones bélicas contra buceadores, navíos y submarinos enemigos. Los instruyen para colocar minas o emplear armas. Javier Arries.
Analistas, periodistas, economistas, políticos… Todas las miradas se dirigen a Ucrania, país que vive una profunda crisis desde noviembre de 2013 y que podría desembocar en una guerra civil. Sin embargo, nosotros nos detendremos en una información que también tiene a este país como protagonista, pero que en su momento pasó bastante desapercibida. El 11 de marzo de 2013, la agencia de noticias rusa RIA Novosti publicaba un extraño artículo acerca de «delfines armados» campando a sus anchas en el Mar Negro, en plena temporada turística. Y es que, según una misiva publicada en el portal de Internet Sobytiya Krima (Noticias de Crimea) –de la cual se hicieron eco numerosos medios de comunicación ucranianos–, tres delfines soldados habían desertado de la Base Naval de Sebastopol, una ciudad portuaria ubicada en la península de Crimea. En dicha carta se adjuntaba «un informe del Centro de Investigación Científica de las Fuerzas Armadas de Ucrania», firmado por el director del Oceanográfico de Sebastopol, Anatoli Gorbachov, según el cual el 24 de febrero, durante los entrenamientos de cinco delfines de combate, tres de ellos, «equipados con IOU-75-03», un arma adosada a su cabeza, habían «desertado» siguiendo a una hembra.
Las palabras del informe que siguen a la descripción de los hechos no pueden ser más inquietantes: «En relación con el incidente, el centro solicita al Mando de la Armada permitir el uso de un sónar para devolver los delfines a la base, lo cual requerirá medios y equipos adicionales. Asimismo, solicitamos llevar a cabo una investigación oficial pertinente».
Yuri Pliachenko, capitán de navío y nada menos que ex comandante de las Fuerzas Subacuáticas Antisubversivas de la Flota soviética en el Mar Negro, le otorgó visos de autenticidad a la noticia, pese a que algunas voces afirmaban que su único objetivo era sembrar el pánico entre los turistas que descansaban en Crimea. Los responsables serían ciertos intereses económicos y/o políticos.
Para Pliachenko, sin embargo, la «deserción» de los animales soldados era un hecho perfectamente natural. En palabras del capitán: «En la década de 1980 hubo varios casos de delfines (militares) que escaparon a nuestro control. Cuando un macho veía a una hembra en celo, iniciaba la persecución sin reparar en ninguna instrucción (de sus adiestradores). Eso sí, regresaba siete o diez días después».
EQUIPOS DE GUERRA PARA CETÁCEOS
Pronto se dio a conocer un comunicado por parte del propio Anatoli Gorbachov –director del Oceanográfico de Sebastopol– desmintiendo esta información. Poco antes, el Ministerio de Defensa había negado que existiera algún programa para el adiestramiento de delfines soldados. Pero lo cierto es que el Oceanográfico de Sebastopol sí se dedica al entrenamiento secreto de delfines con usos militares.
¿Qué credibilidad se puede dar entonces a este desmentido?
A día de hoy, Ucrania ya no dispone del controvertido ejército de delfines, ya que desde marzo de 2014 Crimea no forma parte de su territorio. Como es sabido, los líderes crimeos, con el apoyo de casi la totalidad de la población, proclamaron una nueva república independiente, adhiriéndose a la Federación Rusa. De hecho, esta reciente reunificación va a traer importantes consecuencias desde el punto de vista militar, y también en relación al estratégico Mar Negro. Según las declaraciones realizadas en enero de 2014 por un empleado anónimo del Oceanográfico de Sebastopol a la agencia RIA Novosti, el Ejército ruso va a comenzar una nueva serie de programas de entrenamiento de delfines y leones de mar en dicha institución, puesto que los animales entrenados para la guerra por las Fuerzas Armadas ucranianas están ahora al servicio de la Marina rusa.
En la antigua Unión Soviética ya existían programas de adiestramiento de delfines y otros mamíferos marinos. De hecho, el delfinario militar de Crimea fue creado nada menos que en 1965, con la intención de desarrollar proyectos para utilizar estos animales en situaciones de combate. El centro estuvo en activo hasta 1990, poco antes de que desapareciera la Unión Soviética. Ahora, gracias a la reunificación de Rusia y Crimea, los especialistas del Oceanográfico pueden contar con más fondos y renovados proyectos. En palabras de uno de sus empleados: «Nuestros delfines participarán en los entrenamientos conjuntos con buzos del Ministerio de Emergencias y practicarán la búsqueda de municiones y objetos hundidos. (…) Nuestros ingenieros desarrollan nuevos equipos y programas para optimizar el uso de delfines».
Para localizar objetivos y personas, a los delfines se les coloca sobre una de las aletas una cámara diseñada especialmente para estas actividades. Uno de los dispositivos en los que están trabajando en el Oceanográfico permitirá visualizar en una pantalla la señal de ultrasonidos emitida por los delfines para localizar los objetos de su entorno. Eso sí, aunque continúen participando en este tipo de rescates, sus metas principales serán de corte militar, tal como reconoce oficialmente la Marina rusa. «(Los delfines) serán empleados en la búsqueda de objetos escondidos en el fondo del mar y en la localización de minisubmarinos y buzos militares», leemos en un comunicado oficial, en el que no se oculta el fin último de los entrenamientos: que las unidades de mamíferos marinos «se conviertan en una sección especial de la instrucción de combate de la Marina de Rusia».
ASESINOS Y KAMIKAZES BAJO LAS AGUAS
Las misiones para las que son adiestrados estos animales no tienen como fin únicamente la búsqueda de objetos y personas. Expertos del Delfinario de Moscú han revelado algunos de los proyectos más inconfesables, como el que consiste en adosar al morro de los cetáceos agujas cargadas con un veneno letal, instruyéndolos para que puncen con ellas a buceadores y saboteadores enemigos. En la década de los cincuenta incluso se les trató de entrenar para que se lanzaran como kamikazes en misiones suicidas contra navíos y submarinos, portando potentes cargas explosivas. Especialistas de la Marina llegaron a entrenarlos a fin de que aprendiesen a distinguir por el ruido de los motores a las embarcaciones «amigas» de las «enemigas».
Otro país que tiene en marcha un proyecto de gran envergadura similar al ruso es EE UU. Desde los años 60, se están desarrollando programas de entrenamiento militar con delfines, sobre todo en aguas de la ciudad californiana de San Diego. En 2013, fueron destinados nada menos que 23 millones de dólares con este propósito.
La Marina estadounidense adiestra a cinco especies de delfines y seis de lobos marinos, marsopas y orcas, que se emplean principalmente para labores de defensa de barcos, submarinos y buceadores y en la detección de minas. Un amplio equipo de biólogos marinos y veterinarios atiende las 24 horas del día a las necesidades de este particular ejército, que es entrenado por cinco grupos de expertos muy especializados.
Uno se ocupa de adiestrar a los delfines en la localización de nadadores enemigos, otro en la recuperación de objetos sumergidos y tres en la detección de minas. Tom Lapuzza, portavoz del Programa de Mamíferos Marinos de la Armada estadounidense, señaló recientemente que en la actualidad la Marina de EE UU cuenta con más de un centenar de reclutas muy especiales: delfines mulares, leones marinos de California y ballenas beluga, que forman parte de un destacamento especial conocido como Unidad de Mamíferos Marinos. Antes de los atentados del 11 de septiembre de 2001, la Marina apenas contaba con una treintena de soldados de esta clase, pero este número se triplicó tras el 11S.
LOS DELFINES DE LA OTAN
El Gobierno estadounidense siempre ha recalcado el carácter pacífico de las misiones para las que son entrenados los mamíferos marinos, pero lo cierto es que estos animales no sólo son adiestrados para localizar y señalizar minas, sino también para ubicarlas bajo el casco metálico de buques enemigos y huir velozmente antes de que estalle el artefacto explosivo.
En abril de 2014, varios medios de comunicación rusos revelaron que tropas de la OTAN y de Ucrania iban a realizar diferentes maniobras conjuntas en el Mar Negro, en las que tomarán parte delfines soldados. El anteriormente aludido Tom Lapuzza, manifestó públicamente que veinte delfines y diez leones marinos tendrán una misión asignada en dichos ejercicios, los primeros de la OTAN en los que intervendrán «soldados animales», para «despistar a sonares enemigos mientras los mamíferos realizan misiones de búsqueda de minas y buzos militares».
DETECTANDO MINAS
Durante los ejercicios se pondrá a prueba un novedoso equipamiento de defensa para delfines desarrollado en la Universidad de Hawái. Paul Nachtigall, jefe del Programa de Investigación de Mamíferos Marinos de dicha universidad, afirmó que «los delfines nariz de botella son mejores que cualquier máquina para detectar minas. Pueden hacerlo mucho más rápido».
Para el traslado de estos «soldados», se emplearán aviones que integran bañeras especiales. La prensa rusa hace notar, con mucho acierto, que sería la primera vez que mamíferos militares estadounidenses y los rusos del Oceanográfico de Crimea se encuentran en la misma área.
Los segundos tienen la ventaja de que se actúan «en casa» y en su propio medio; pero los estadounidenses cuentan con cierta veteranía, pues ya fueron empleados en operaciones militares en Vietnam, Baréin e Irak. Se sabe que en este último país los cetáceos estaban agrupados en el puerto iraquí de Umm Qasr, desde donde llevaban a cabo misiones de localización y señalización de minas y bombas dejadas en el lecho marino por las fuerzas iraquíes.
ANIMALES CON LICENCIA PARA MATAR
En enero de 2014, Irán amenazó con cerrar el Estrecho de Ormuz y minar esta importante vía comercial, por donde circula el 40% de todo el crudo mundial. Inmediatamente, un portavoz del Gobierno estadounidense declaró que la advertencia era «una línea roja que no se puede cruzar y nosotros responderemos». Precisamente, una de las principales armas con la que cuenta la Marina de EE UU para evitar tal afrenta son los cetáceos que actuaron en Irak, tal como declaró el almirante Tim Keating.
Sin embargo, la cosa da que pensar… El interés en utilizar a los delfines estadounidenses quizá tenga que ver con una sorprendente información, según la cual el Gobierno iraní compró al ruso un «batallón» de «animales marinos asesinos». En el año 2000, la BBC se hizo eco de las declaraciones de Boriz Zhurid, entrenador en aquel momento de cuatro delfines y una ballena blanca en una base naval del Pacífico. Según Zhurid, ante la imposibilidad de la Marina rusa para alimentar a 27 de estos particulares guerreros por falta de presupuesto, acabaron siendo vendidos al Ejército iraní. Entre los «soldados» que adquirieron las Fuerzas Armadas del país asiático, se encontraban delfines, morsas, lobos marinos, focas y una beluga blanca.
Cada delfín entrenado por los rusos fue vendido nada más y nada menos que por 6.000 dólares. Y es que dichos cetáceos no sólo saben detectar minas, sino que han participado en entrenamientos con objetivos mucho más agresivos… Son capaces de atacar a submarinistas empleando para ello un arpón adosado a su espalda, para conducirlos a la fuerza hacia un lugar donde puedan ser arrestados o neutralizados. También han sido adiestrados para actuar en misiones suicidas portando minas que estallaban al tocar el casco de un barco enemigo.
Además de las lógicas consideraciones morales, resulta inquietante saber que países con una política militar claramente belicista, disponen de un «armamento» que ya ha dado muestras de su eficacia y precisión. Pero todavía es más preocupante que dichos estados realicen maniobras de claro carácter intimidatorio con mamíferos acuáticos como protagonistas, en un área de máxima tensión. Quizá la guerra en el mar está a punto de dar un salto, involucrando en acciones de combate a especies no humanas… Estaremos atentos a las nuevas informaciones que vayan saliendo a la luz sobre este espinoso asunto.
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