Quizá no has oído hablar de ella, pero en realidad, siempre que estás conectado a Internet, está presente. El usuario normal de Internet tan sólo ve la punta del Iceberg, más allá de eso, hay sumergidos un sinfín de contenidos en los que navegar sin estar versado en los conocimientos de un hacker puede ser hasta peligroso. Esta parte más oculta de Internet se le llama la Internet profunda o, tal y como se la conoce, Deep Web. Es el fundamento de todo el Internet y en él encontramos una forma de navegar ocultos, sin dejar grandes rastros, al margen de los poderes establecidos que si quieren pueden rastrearte y saber lo que hacen sin despeinarse gracias al Internet habitual.
En la Deep Web tus huellas son casi imposibles de rastrear, por eso mismo, es donde se puede encontrar toda la basura del sistema, todo lo que está al margen, todo lo ilegal. De ello surgen numerosas teorías de la conspiración, aunque lo primero es lo primero, vamos a repasar qué se encuentra en ella.
En la Deep Web podemos encontrar lugares en que se venden armas, tráfico de drogas, prostitución, sicarios, venta ilegal de tecnología e incluso pornografía infantil. Al ser un lugar que permite al usuario estar tan oculto, las grandes mafias y organizaciones criminales esconden ahí toda su basura. Y como ves, no es poca…
Un ejemplo de las barbaridades que uno se puede encontrar ahí son los experimentos con humanos. Uno de los experimentos que salió a la luz consistía en recoger mujeres vagabundas sin familia ni amigos que luego preguntaran por ellas y someterlas a quedar embarazadas. A continuación, se les inyectaba lejía en diferentes dosis para comprobar con cuánta dosis de lejía se provocaba un aborto. Escalofriante.
Pero ahí no sólo actúan las mafias más astutas para esconderse de la ley. En la red profunda, la cual es comparada en muchas ocasiones con una cebolla por la multitud de capas que hay en ella. En algún lugar los gobiernos, las organizaciones, instituciones, agencias y diferentes grupos oficiales de países y otros organismos tienen que guardar sus datos más secretos. Un lugar prácticamente inexpugnable.
La deep web es el punto más profundo de Internet, un sitio al que es prácticamente imposible acceder. Pero realmente no existe una red 100% segura. La única red segura es la que no está conectada. Y eso lo saben perfectamente bien tipos como Julian Assange, el hacker activista de Wikileaks que ha desvelado decenas de informaciones comprometidas de gobiernos e instituciones después de meterse en sus servidores e informaciones más oscuras.
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