La cosa esa de la guerra atómica...
Tertulianos y periodistas de renombre, en demasiados casos auténticos indocumentados, apoyan el uso de armamento nuclear como si nada
Vivimos una época de banalización de lo trascendente y de otorgar una importancia sin límites a cuestiones anecdóticas. Son unos tiempos en los que perfectamente pueden convivir al mismo nivel en un informativo de televisión las declaraciones de políticos y militares respecto a una posible guerra nuclear entre EE UU y Rusia con la última ocurrencia de un famoso. A causa de la extensión de las plataformas de entretenimiento a través de internet y del auge de las redes sociales, la ciudadanía tiende a observar la realidad como si de una serie o un show televisivo se tratara. La política ya es pura propaganda –con infinidad de noticias falsas generándose todos los días y abriendo periódicos, informativos y tertulias de radio y televisión– pensada para el consumo a través de la 'caja tonta' y las redes. Esa sensación de irrealidad es la que hace que demasiada gente observe las advertencias sobre los peligros del cambio climático o del almacenamiento de armamento nuclear como algo lejano que nunca les va a afectar a ellos ni a los suyos… Y así nos va, porque si nosotros no nos unimos y presionamos a los que mandan, ellos no van a solucionar nada. Bastante tienen con mantener su puesto, ganar elecciones y labrarse un futuro prometedor una vez que el cargo les abandone. Todo lo anterior viene a cuento de las terribles amenazas de Putin respecto al uso de su potencial nuclear en Ucrania. Los que tiene a su alrededor, que como suele suceder quieren ser más papistas que el papa, suben todavía más el tono de sus declaraciones, y los políticos y militares de EE UU van con todo y advierten –como hizo recientemente el presidente Joe Biden– que el mundo debe estar preparado para una guerra termonuclear. Así, como si tal cosa. Claro, lo peor es que los tertulianos y periodistas de renombre –en demasiadas ocasiones, auténticos indocumentados, pero que defienden a tal o cual partido político y por eso están donde están– toman el guante y llegan a defender incluso el uso de armas nucleares por parte de EE UU contra Rusia. Pues nada, ¡camarero, otro chupito de whisky, y a por el siguiente asunto del día!
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