China crea supersoldados

Acabamos de asistir a un nuevo episodio de las convulsas relaciones internacionales entre China y EE UU. Si ya informábamos de que el gigante oriental había sido acusado por fuentes anónimas del Pentágono de desarrollar un misil hipersónico que "desafiaba a la física conocida", según reveló el Financial Times, ahora el mismo medio vuelve a la carga con otra sospecha que ya ha traído consecuencias.

China está usando tecnologías de vanguardia para futuras aplicaciones militares, creando supersoldados mediante manipulación genética y otra serie de 'armas de control mental'

Hace unas semanas, el Departamento de Comercio hizo pública la lista de empresas extranjeras cuyas actividades la Administración Biden considera contrarias "a los intereses de seguridad nacional y política de asuntos exteriores de EE UU". Dentro de dicho elenco figuran la Academia Militar de Ciencias Médicas china y once laboratorios asociados de dicho país. Aparecer en esta "lista negra" supone la prohibición de que las empresas norteamericanas comercien con las instituciones chinas señaladas bajo amenaza de fuertes sanciones. La secretaria de Comercio, Gina M. Raimondo, ha razonado esta decisión diciendo que "la investigación científica de biotecnología e innovación médica puede salvar vidas. Desafortunadamente, (el Gobierno chino) está eligiendo usar esas tecnologías para conseguir el control sobre su pueblo y la represión de miembros de minorías étnicas y religiosas". Una información publicada por Financial Times ha revelado un telón de fondo más siniestro. Citando una fuente anónima del Departamento de Comercio, dicho medio afirma que China está usando esas tecnologías de vanguardia para futuras aplicaciones militares, creando supersoldados mediante manipulación genética que "aumente el rendimiento humano", así como mejorar las conexiones entre máquina y cerebro con fines bélicos y otra serie de "armas de control mental".

Estas revelaciones vendrían a añadirse a las declaraciones realizadas en 2020 por el entonces Director de Inteligencia Nacional de EE UU, John Ratcliffe, quien en una columna de opinión para The Wall Street Journal se despachó, sin más pruebas, aseverando que China efectuaba habitualmente "pruebas en humanos" con sus soldados del Ejército Popular de Liberación. El objetivo de estos ensayos consistiría en desarrollar tropas con "capacidades biológicamente mejoradas", es decir, súpersoldados alterados genéticamente.

EE UU posee su propio programa de control cerebral llamado BrainSTORMS, amparado por DARPA

EL CONTROL DEL CEREBRO

"No existen límites éticos para la búsqueda del poder por parte de Beijing", escribió Ratcliffe, para concluir rotundo: "La República Popular de China representa la mayor amenaza para EE UU en la actualidad y la mayor amenaza para la democracia y la libertad en todo el mundo desde la Segunda  Guerra Mundial. La información de inteligencia es clara: Beijing tiene la intención de dominar económica, militar y tecnológicamente a EE UU y al resto del planeta".

Paradójicamente, EE UU posee su propio programa de control cerebral llamado BrainSTORMS, amparado por DARPA, la Agencia de Investigación de Proyectos Avanzados para la Defensa. Lo que no desea EE UU es que pueda haber trasvase de información entre proyectos, de tal manera que, con tecnología y conocimientos norteamericanos, se ayude a acelerar más los pasos que está dando China.