Civilizaciones perdidas
20/05/2010 (10:52 CET)
Actualizado: 06/11/2014 (09:58 CET)
LA TUMBA DEL ÚLTIMO DRUIDA
Miguel Pedrero y José Lesta2010 es un Año Jacobeo muy especial, pues el siguiente se celebrará en 2020. Millones de peregrinos llegarán a Compostela para rendir culto al apóstol Santiago, pero seguramente muy pocos de ellos serán conscientes de que probablemente en la catedral descansa el cuerpo de Prisciliano: un obispo pagano, deudor de la tradición celta, que fue decapitado por orden del emperador de Roma. En el presente artículo, extracto de "La tumba del último fruida" (Cydonia, 2010), libro de reciente aparición, sus autores muestran algunas de las pruebas que han obtenido en este sentido, y que podrían cambiar para siempre una de las creencias más extendidas de la cristiandad
Según la tradición, decapitado el apóstol Santiago por mandato de Herodes Agripa, sus restos fueron llevados por dos de sus discípulos desde Palestina a las costas gallegas de Iria Flavia. Allí amarraron la barca a una roca conocida popularmente como "O Pedrón", que todavía hoy se venera en la iglesia de Santiago, situada en pleno centro de Padrón, localidad cercana a Compostela. Entendieron los discípulos que debían enterrar en esas tierras al apóstol, por lo que pidieron a la pagana reina Lupa –que dominaba desde el compostelano Pico Sacro todo su territorio– un lugar para enterrarlo. Lupa se negó y los encerró, pero no tardaron en escapar y, tras una serie de hechos milagrosos, la malvada reina se convirtió al cristianismo y les proporcionó dos bueyes para transportar el Cuerpo Santo. Las bestias se pararon en un determinado punto, donde actualmente reposan los restos de Santiago y se levanta la catedral. Este hecho permaneció en el olvido hasta que en la segunda década del siglo IX, el ermitaño Pelagio contempló una extraña luz voladora que partió del Pico Sacro y se paró muy cerca de su posición. Allí, el abstinente descubrió una tumba de mármol, por lo que avisó a Teodomiro, obispo de Iria Flavia, quien autentificó –por inspiración divina– que los restos pertenecían al apóstol Santiago
(Continúa en AÑO/CERO 238).
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