Civilizaciones perdidas
22/09/2009 (11:37 CET)
Actualizado: 06/11/2014 (09:58 CET)
El secreto de Tomar. El último refugio templario
Cuando el 13 de octubre de 1307 el rey francés Felipe IV decidió asestar el golpe definitivo al Temple, no podía imaginar que sus intenciones eran conocidas por los maestres de la Orden, ya que sus "servicios secretos" habían interceptado las órdenes regias, en las que se indicaba ese día como fecha en que debería actuarse conjuntamente en toda Francia, arrestando a maestres y caballeros templarios.
El rey francés no podía hacer frente a la inmensa deuda contraída con la Orden de los templarios, sobre todo a raíz del rescate que tuvo que satisfacer su abuelo, el rey Luis IX San Luis, a las huestes sarracenas, tras ser hecho prisionero en Egipto durante la sexta cruzada.
El 12 de octubre un día antes del arresto del Gran Maestre, Jacques De Molay asiste al funeral de la cuñada del rey Felipe IV, Catherine de Courtenay, formando parte de la comitiva que transportaría el féretro de quien fue la esposa de Carlos de Valois. Tras los saludos entre el astuto rey francés y el Gran Maestre templario, nadie podía sospechar cuáles eran los planes de Felipe IV
En la mañana del 13 de octubre, De Molay y otros tres maestres de la Orden fueron arrestados por los soldados del rey, acusados de herejía, haciendo de este modo caso omiso a las recomendaciones del papa Clemente V un títere impuesto por el rey.
Clemente V francés, de nombre Bernat de Got había dado instrucciones a Felipe IV de no efectuar acción alguna contra los templarios, mientras él mismo no se encontrara en condiciones de hacerlo en aquel momento sufría un cáncer de píloro. Pero esta situación de enfermedad del Papa le era propicia al rey francés, ya que podría juzgar directamente de herejía a los caballeros templarios, sin necesidad de esperar el beneplácito papal, quien, por otro lado, nunca se opuso abiertamente a la detención de los maestres, pese a que éstos dependiesen jerárquicamente de él.
El Gran Maestre, Jacques De Molay, junto con otros caballeros y maestres, permanecieron encarcelados durante siete años, siendo objeto de todo tipo de acusaciones y torturas, con el fin de que confesasen su culpabilidad como herejes. El 18 de marzo del 1314 fueron condenados a morir en la hoguera.
Sin embargo, la disolución de la Orden del Temple, llevaba a cabo por Clemente V a través de un decreto apostólico, mediante la bula Vox Clamantis, del 22 de marzo de 1312, no iba a suponer el final de la misma.
(Continúa la información en ENIGMAS 166).
José Luis Giménez Rodríguez
El 12 de octubre un día antes del arresto del Gran Maestre, Jacques De Molay asiste al funeral de la cuñada del rey Felipe IV, Catherine de Courtenay, formando parte de la comitiva que transportaría el féretro de quien fue la esposa de Carlos de Valois. Tras los saludos entre el astuto rey francés y el Gran Maestre templario, nadie podía sospechar cuáles eran los planes de Felipe IV
En la mañana del 13 de octubre, De Molay y otros tres maestres de la Orden fueron arrestados por los soldados del rey, acusados de herejía, haciendo de este modo caso omiso a las recomendaciones del papa Clemente V un títere impuesto por el rey.
Clemente V francés, de nombre Bernat de Got había dado instrucciones a Felipe IV de no efectuar acción alguna contra los templarios, mientras él mismo no se encontrara en condiciones de hacerlo en aquel momento sufría un cáncer de píloro. Pero esta situación de enfermedad del Papa le era propicia al rey francés, ya que podría juzgar directamente de herejía a los caballeros templarios, sin necesidad de esperar el beneplácito papal, quien, por otro lado, nunca se opuso abiertamente a la detención de los maestres, pese a que éstos dependiesen jerárquicamente de él.
El Gran Maestre, Jacques De Molay, junto con otros caballeros y maestres, permanecieron encarcelados durante siete años, siendo objeto de todo tipo de acusaciones y torturas, con el fin de que confesasen su culpabilidad como herejes. El 18 de marzo del 1314 fueron condenados a morir en la hoguera.
Sin embargo, la disolución de la Orden del Temple, llevaba a cabo por Clemente V a través de un decreto apostólico, mediante la bula Vox Clamantis, del 22 de marzo de 1312, no iba a suponer el final de la misma.
(Continúa la información en ENIGMAS 166).
José Luis Giménez Rodríguez
Comentarios
Nos interesa tu opinión