¿Dónde está la tumba de Jesús? (7): Honshu, norte de Japón
En Japón podemos encontrar otra tumba de Jesús. Según la teoría que dice que el cuerpo del Mesías está ahí, el que fue crucificado fue su hermano gemelo llamado Isukiri.
El lugar más exótico donde se sitúa la tumba de Jesús tal vez sea Japón, en concreto en la isla de Honshu. Tal como nos cuenta Jacques Bergier en El libro del misterio, el dato procede de un antiguo documento redactado por Jandai-Monji. En él se dice que en los años ocultos y desconocidos de su vida estuvo en Japón y fue discípulo de un sabio de la provincia de Etsuchu, actual distrito de Toyama. Siguió sus enseñanzas y aprendió durante 11 años "cosas sobre el cielo".
Este extraño documento correspondería al testamento de Jesús, descubierto en 1935 por Hiromaro Takenchi en su propia casa de Isohara.
En él se menciona a la antigua Herai, actual Shingo, como el lugar elegido para ser la tumba de Jesús, el lugar de reposo del Mesías. La repercusión del documento hizo que el Gobierno prohibiera su divulgación llegando hasta nuestros días tras muchas vicisitudes, aunque de los originales nada se sabe.
Entre otros datos, se dice que Jesús llegó a Japón con 21 años de edad en tiempos del emperador Suninin –que reinó entre el año 29 a. de C. y el 60 d. de C.– y tras una década volvió a Jerusalén. Allí pasó lo que todos sabemos, pero con una importante novedad: no le crucificaron a él sino a su hermano gemelo Isukiri que murió en su lugar.
Con remordimientos, regresó de nuevo a Japón a través de Siberia, se casó con una japonesa llamada Yumiko, tuvo tres niñas y entre sus cultivos de arroz y sus parábolas, se murió de viejo a la avanzada edad de 106 años, aunque otros dicen que con 114 años.
La tumba y el cuerpo de Jesús –en japonés Torai Taro Daitengu– se encontraría exactamente en el pueblo Shingo, famoso por sus ajos –antes llamado Herai– en concreto en unos túmulos llamados Torai-Zuka, cerca de Hatsidaté, en el distrito de Ayomori. El otro túmulo que se encuentra a su lado se considera que es la tumba de su hermano Isukiri –donde estarían enterradas, a modo de reliquias, las orejas y el cabello–.
Lo curioso es que esta creencia permanece viva y las celebraciones anuales en honor a Cristo tienen lugar cada 10 de junio. Al igual que pasa en Cachemira, incluso existe un lugareño que reivindica su crística ascendencia llamado Sajiro Sawaguchi, de 81 años que además es el propietario de los terrenos. Un lugar que visitan al año unas 40.000 personas. Y para completar el escenario bíblico, cerca de allí estaría también la tumba de Moisés.
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